EL DEFENSOR DE AMÉRICA LATINA FRENTE A LOS ORÁCULOS DE SIMÓN BOLIVAR Y KARL MARX EN EL ESCENARIO VENEZOLANO

La historia es irónica. Los pueblos están condenados a repetir su mala versión y los hombres de buenas costumbres son los llamados a encauzar a las multitudes hacia el buen juicio. Bolívar y Marx retratan lo que ineluctablemente se desarrolla hoy en Venezuela y Alberto Lleras Camargo fue quien recordó el fundamento y la defensa de nuestras libertades.

Profetizaba el Libertador Simón Bolívar en el discurso pronunciado ante el Congreso de Angostura el 15 de febrero de 1819, día de su instalación:

“Nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo en un mismo ciudadano el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle y él se acostumbra a mandarlo; de donde se origina la usurpación y la tiranía…La voluntad del déspota es la Ley Suprema, ejecutada arbitrariamente por los subalternos que participan de la opresión organizada en razón de la autoridad de que gozan. Ellos están encargados de las funciones civiles, políticas, militares y religiosas…Uncido el pueblo americano al triple yugo de la ignorancia, de la tiranía y del vicio, no hemos podido adquirir ni saber, ni poder, ni virtud. Discípulos de tan perniciosos maestros, las lecciones que hemos recibido y los ejemplos que hemos estudiado, son los más destructores. Por el engaño se nos ha dominado más que por la fuerza; y por el vicio se nos ha degradado más bien que por la superstición. La esclavitud es la hija de las tinieblas; un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción; la ambición, la intriga, abusan de la credulidad y de la inexperiencia de hombres ajenos de todo conocimiento político, económico o civil; adoptan como realidades las que son puras ilusiones; toman la licencia por la libertad, la traición por el patriotismo, la venganza por la justicia…Meditad bien vuestra elección, legisladores. No olvidéis que vais a echar los fundamentos a un pueblo naciente que podrá elevarse a la grandeza que la naturaleza le ha señalado, si vosotros proporcionáis su base al eminente rango que le espera. Si vuestra elección no está presidida por el genio tutelar de Venezuela, que debe inspiraros el acierto al escoger la naturaleza y la forma de gobierno que vais a adoptar para la felicidad del pueblo; si no acertáis, repito, la esclavitud será el término de nuestra transformación.”

Los legisladores del momento escogieron la democracia, pero el pueblo ha venido escogiendo sus gobernantes. Después Chávez sustituyó a los legisladores y al pueblo quienes al desconocer la advertencia del Libertador cayeron en la trampa comunista.

Por otra parte, quién lo creyera, Karl Marx se constituyó en otro vidente político de Venezuela cuando escribió sobre La Comuna de París y la supresión del Estado en extractos de los borradores de La Guerra Civil en Francia:

«La maquinaria del Estado centralizada que, con sus ubicuos y complicados órganos militares, burocráticos, clericales y judiciales, estruja a la sociedad civil viva como una boa constrictor…De este modo, todas las revoluciones sólo perfeccionaban la maquinaria del Estado, en lugar de arrojar fuera esta carga mortificadora. Las fracciones y partidos de las clases dominantes que alternativamente luchaban por la supremacía, consideraron la ocupación y la dirección de esta inmensa maquinaria de gobierno como el botín principal del vencedor. Ésta se centró en la creación de inmensos ejércitos permanentes, una hueste de sabandijas del Estado, y enormes deudas nacionales…El poder gubernamental, con su ejército permanente, su burocracia que todo lo dirige, su clero embrutecedor y su servil jerarquía judicial, se habían hecho tan independientes de la sociedad misma que un aventurero grotescamente mediocre, con una hambrienta banda de bandidos detrás suya, bastaba para manejarlo…Después de cada nueva revolución popular, que resultaba en la transferencia de la dirección de la maquinaria del Estado de un grupo de las clases dominantes a otro, el carácter represivo del poder estatal se desarrollaba más completamente y era usado más implacablemente, porque las promesas hechas, y en apariencia aseguradas por la Revolución, sólo podrían romperse mediante el empleo de la fuerza.”

Leyendo las previsiones de estos dos líderes, la ironía histórica es que la República Bolivariana de Venezuela y su socialismo del siglo 21 del que se ufanan sus dirigentes sea hoy el engendro del mal contra el que escribieron Bolívar y Marx.

Habiendo visto el desarrollo del totalitarismo soviético en el siglo XX, Alberto Lleras Camargo previó en 1948 la necesaria defensa de Latinoamérica contra el comunismo internacional que anidó en Cuba y se extendió a Venezuela con pretensiones continentales. Presenciamos ahora los resultados del engaño histórico de un pueblo. Pero ¿Quién fue Alberto Lleras Camargo? Los que alcanzaron a estudiar Historia Patria quizá lo recuerden como el diplomático que en conversaciones por el bien de Colombia negoció con Laureano Gómez para pacificar el país mediante el Frente Nacional. Muy pocos lo registran como el gran periodista, parlamentario, intelectual y presidente. Pero hoy debemos estudiarlo, repasarlo como ‘El Defensor de América Latina’. Recordar que fue “Director de la Unión Panamericana en 1947; que emprendió una labor de reestructuración de la entidad, que culminó con la fundación de la Organización de Estados Americanos (OEA) por medio de la Carta de Bogotá de 1948. Fue elegido como su primer Secretario General, interinamente hasta 1949, y después para un quinquenio completo que culminó en 1954. Durante su gestión esta entidad se consolidó como un organismo continental más sólido y participativo.” (Wikipedia) Es decir, Colombia puede preciarse de que uno de sus mejores hijos nos enseñó el primer deber latinoamericano que es defender nuestro continente del totalitarismo y de los conflictos que puedan favorecerlo. Aunque es conocido el principio de no intervención de la OEA en los conflictos internos de los países miembros, sin embargo “la eficacia de ese principio no reside –como algunos suponen- en la maquinaria creada por los países americanos para resolver sus conflictos. Reside en la buena fe con que los Estados americanos la han creado, para utilizarla honestamente y rodear su acción del respeto colectivo, tanto cuando favorezca sus individuales intereses como cuando se mueve contra ellos.” (El secreto de la paz, 1950) Esa ‘buena fe’ en la invocación del principio de no intervención es la que no vemos en Maduro, pues al examinar los hechos en la Venezuela del 2014 se repiten escenarios anteriores con los que podríamos prever que aunque por fortuna no alcanzan todavía a perturbar la paz internacional, alteran muy seriamente la solidaridad americana, (Informe del Consejo Permanente de la OEA, 1950) por lo que agregaba: “de continuarse o repetirse darían lugar a la aplicación de los procedimientos del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca” que en los considerandos establece: “Que la obligación de mutua ayuda y de común defensa de las Repúblicas Americanas se halla esencialmente ligada a sus ideales democráticos y a su voluntad de permanente cooperación para realizar los principios y propósitos de una política de paz;

“Que la comunidad regional americana afirma como verdad manifiesta que la organización jurídica es una condición necesaria para la seguridad y la paz y que la paz se funda en la justicia y en el orden moral y, por tanto, en el reconocimiento y la protección internacionales de los derechos y libertades de la persona humana, en el bienestar indispensable de los pueblos y en la efectividad de la democracia, para la realización internacional de la justicia y de la seguridad.”

La solidaridad en la defensa internacional de los derechos y libertades de las personas nos obliga entonces a condenar lo que sucede en Venezuela en contra de la oposición. Esta es una de las orientaciones que le debemos a Alberto Lleras Camargo.

En el escenario anterior ¿cuál es el papel de la prensa? Decía ALLC: “La nación ha derivado un beneficio incalculable de esas mutuas relaciones de dependencia entre el periodista y su lector. El problema de hoy es saber si esas relaciones de cooperación secular se van a cambiar y si el periodista solo puede ofrecer al lector lo que está seguro que le interesa, porque siempre le ha interesado. Eso significa la culminación de la prensa como poder y el comienzo de su decadencia. Habría llegado a la perfección técnica, agotando la capacidad de interés del lector, y a la rutina, por el temor de no satisfacer su gusto, o extraviárselo de las fuentes ya bien conocidas.” Y las fuentes conocidas, al contrario de las supuestas ´por Lleras Camargo, son la video política de la sociedad teledirigida sobre la que no cabe ninguna función del pensamiento abstracto que es el fundamento de las cartas fundacionales y los sistemas de justicia de nuestros pueblos.

El homo sapiens debe el desarrollo de su entendimiento a su capacidad de abstracción, en contraposición a la función del lenguaje para denotar cosas concretas: casa, silla, fruta. Nuestro arsenal cognoscitivo está conformado de palabras abstractas cuyo significado no se puede traducir en imágenes. Podemos ‘ver’ ciudad; pero no podemos ver: estado, democracia, legalidad, soberanía, Sistema Interamericano, etc. Toda nuestra realidad política debe ser administrada mediante un proceso conceptual, abstracto, que ha sido remplazado por las imágenes de televisión y los titulares de prensa con pocas palabras que obedecen a los intereses de lo que se les ha enseñado a los lectores como ‘real’. Por ese motivo, al haber desaparecido la memoria lectora de la sociedad actual, se recuerda solamente la vociferación de turno desde Cuba o Caracas, lo que lleva a la opinión pública a desconocer, por ejemplo, La Resolución CXIII de la OEA que trata de la “Declaración de Solidaridad para la Preservación de la Integridad Territorial de los Estados Americanos contra la intervención del comunismo internacional.” Esa falta de conciencia histórica y reclamo basado en los fundamentos de la OEA nos ha llevado a la pérdida de mar territorial, a las múltiples amenazas de Chávez y Maduro, a ignorar la Declaración de Caracas que veía la intervención del comunismo como una amenaza continental, porque nos volvimos homo videns, personas de televisión sin análisis crítico; homo ludens, personas de diversión con un credo hedonista, con gobiernos de sondeos, información sesgada, montajes, video-elecciones, video-protestas, que nos lleva a un nivel de análisis de persona de 12 años en el 90% de la población. Así frente a las decisiones de los grandes conflictos que afronta la democracia latinoamericana ¿Qué capacidad de decisión tenemos? Veamos.

Cuando durante años en Venezuela se creó la mentalidad de consentimiento sometido frente al gobierno de Chávez, respaldada por la vociferación y el ejército se dio el coeficiente de retroalimentación que le indicaba a Chávez el estado de victoria, cuyas ases psicológicas son: Cuando el gobierno es capaz de cobrar el impuesto y confiscar la propiedad privada sin justa compensación, sin ninguna protesta significativa, es una indicación de que el público está listo para la entrega, que consiente en la esclavitud y la usurpación legal. Un indicador bueno y fácilmente cuantificable es el número de ciudadanos que pagan impuesto sobre la renta a pesar de una evidente falta de servicio recíproco u honesto del gobierno. Ejemplo: Bogotá.

Otros ejemplos de dominio: cuando un medio de comunicación sustituye a la justicia y la convierte en un show mediático se asegura un arma silenciosa para ganar el control de la opinión pública, mantener al público desinformado, por lo tanto, desorganizado, educándolo en la ignorancia de los principios básicos de un sistema democrático, al mantenerlos confundidos, distraídos con asuntos que no tienen importancia real. Ejemplos dramáticos: La revista Semana ha sustituido a los jueces, a los organismos oficiales de investigación, pues al ejército se le castiga y denigra, sin existir juicio de por medio, sólo con la opinión de algunos periodistas.Además, si bien el sacrificio del heroísmo espectacular de Leopoldo López en Caracas es necesario para despertar a Venezuela y al mundo ante los atropellos de Maduro, se sacrifica la verdad al soslayar el principio universal de la investigación de 9 supuestos delitos, renunciando así a la fuerza de la justicia, la ética, la moral llevados por las supuesta eficacia de la presión mediática.

Otro ejemplo de dominio. Se invoca un abstracto, personal e inapelable principio de trasparencia para castigar a militares, mientras en el mismo gobierno los zánganos de la miel miran con desprecio a las abejas que la producen; y frente a los ojos de la sociedad se utiliza la ley para empantanar la justicia (tutelatón). En su moral a Nicómaco nos enseña Aristóteles: “En la justicia civil y en el derecho político se puede distinguir lo que es natural y lo que es puramente legal. Es natural lo que en todas partes tiene la misma fuerza y no depende de las resoluciones que los hombres puedan tomar en un sentido o en otro.” ¿En dónde está entonces el principio de la trasparencia justa confundiendo la sanción mediante un supuesto código de honor para los militares que el sancionador no usa y la coacción social que se difunde en los medios? El código de honor es exigible por quienes se comprometen a la más alta moral y al sacrificio mediante ese código como la más alta prueba del servicio. Es hipócrita que quienes no vivan en esa exigencia la exijan, a nombre de una falta de compostura, cuando el honor, precisamente, ha llevado a presentar las excusas que se ignoran. Las personas de honor respetan las excusas presentadas. ¿Es esa confusión transparencia? Aceptar todo lo anterior sin chistar es un índice de dominio disfrazado de democracia.

Del poema lírico de Horacio la frase Dulce et decorum est pro patria mori,"Es dulce y honorable morir por la patria", surgió la divisa del verdadero patriota que los estudiantes del siglo 19, que sabían latín, denigraron para convertirla en "Dulce et decorum est pro patria mori, sed dulcius pro patria vivere, et dulcissimum pro patria bibere. Ergo, bibamus pro salute patriae" que traducida al español rezaría: "Dulce y honorable es morir por la patria, pero es mucho más dulce vivir por ella y más aún beber por ella. Por lo tanto, brindemos a la salud de la patria," y a costilla de los militares, agregaría un gamberro de salón, que se ufanaría de la información que vende en los medios. ¿Entendemos entonces una cierta prevención del militar digno en relación con el civil astuto?

¿Y por qué es eso posible? Bolívar lo expresaba de esta manera: “Uncido el pueblo americano al triple yugo de la ignorancia, de la tiranía y del vicio, no hemos podido adquirir ni saber, ni poder, ni virtud.” Con menos claridad la sociedad del siglo 21 habla de ‘la falta de principios’ que se ha tolerado como normal porque el sistema ha mantenido en un permanente estado de despiste a la sociedad, así:

En las escuelas: Se ha mantenido en la ignorancia a los estudiantes de lo que son las matemáticas reales aplicadas en los diferentes campos del saber y de la vida, por lo tanto cercenando la posibilidad del desarrollo superior del pensamiento que fundamenta la ciencia; se ha ignorado el estudio de la economía real que explica en buena parte el funcionamiento social; se ha soslayado la enseñanza del derecho y la historia reales como herramientas de liberación conceptual. Se ha despreciado el estudio de las normas de civilidad y urbanidad.

Entretenimiento: Se ha mantenido el entretenimiento público por debajo de un nivel de sexto grado, dándosele prioridad sobre los problemas sociales: después de una tragedia se anuncia un show, destruyendo así un ordenamiento de valores.

Trabajo: Se ha mantenido al público ocupado, ocupado,ocupado, sin tiempo para pensar, solamente como un elemento de fuerza productiva esclavizada.

En la política. Lo obvio se soslaya con cortinas de humo. En el reciente escándalo de las chuzadas, siguiendo la metodología del nazi Goebbles, jefe de propaganda de Hitler, se repite el mismo estribillo enfocado a una persona: Uribe. Se hacen suposiciones irrelevantes que distraen del verdadero objetivo. ¿Quién chuzó y por qué? ¿Necesita un militar inteligente y patriota que conoce las ventajas de la democracia y el infierno del comunismo que Uribe le dé órdenes? Los militares tienen suficiente información que les da la independencia para tomar decisiones, como militares o civiles; la estupidez política pone a Uribe de pararrayos que es la perfecta operación de distracción para que no nos enfoquemos en los servicios secretos cubanos que son los que dominan a Venezuela, organizan a sus paramilitares, controlan al ejército; en el perfil de los ‘verdaderos’ agentes y colaboradores del régimen cubano que operan en Colombia; en las motivaciones de Felipe López; Gerardo Reyes y Casto Ocando cuando desde Univisión echan a rodar la noticia de las chuzadas de Santos; pasamos por alto las palabras del nuevo comandante de las Fuerzas Armadas: “en el 2014 la paz se hará por la razón o la fuerza” (¿La fuerza contra quién, las Farc o los que piensan diferente?) ¿Por qué se chuzaría a Santos? A Fidel, los servicios secretos de diferentes países, y a los militares colombianos les interesaría saber qué tan sincero es el Presidente. Pero se lanza una cortina de humo en el sentido del respeto a la dignidad presidencial. Supongamos que Fidel se hubiera enterado que debido a la crisis económica Chávez hubiera evaluado la ayuda que se le estaba dando a Cuba. ¿Qué habría hecho Fidel?

De esta manera el nivel de sometimiento e ignorancia en la vida cotidiana es de tal magnitud que se puede pretender vivir dentro de una ‘democracia’ cuando en realidad se está en un régimen de ignorante esclavitud, en el que el vivo vive del bobo que puede votar.

En ese escenario quiso Chávez en vida que la CELAC sustituyera a la OEA por vieja y desgastada pretendiendo que “el espíritu de nuestros pueblos, la independencia, y la integración de América Latina", dejara de jugar contra los propósitos expansionistas del comunismo. Desconocía el espíritu venezolano que hoy se manifiesta en contra de la supuesta redención socialista para vergüenza de sus seguidores y el gobierno de Maduro

Así, la lectura de la Obra Selecta de Alberto Lleras Camargo (10 tomos y un estuche de casetes, editados por la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia y la Flota Mercante Grancolombiana, 1987) nos mostrará cómo un verdadero estadista supo cimentar a través de un periodismo de calidad, de ideas que sobrepasaron las fronteras colombianas, orientado hacia el bien común del continente, las bases conceptuales y prácticas del verdadero panamericanismo para defender los propósitos no negociables de un continente y de una Colombia libres que hoy naufragan entre Instituciones irrelevantes, abusos totalitarios, instrumentos de coacción mediática y gobiernos condescendientes con el peor grupo terrorista que ha azotado nuestra patria y el peor gobierno de la sufrida Venezuela.

Finalmente creo que la intención de todo venezolano como persona inteligente, libre y de bien ha sido confiar su destino en las manos, cabezas y corazones de otras personas de bien a través de sus gobernantes, pero los dos últimos gobernantes no han respondido a esas expectativas; todo venezolano ha puesto su fe en Dios, el bien supremo, y la libertad bajo las leyes que significan la supremacía de los derechos humanos en todas partes. No creo que nadie haya querido votar por un régimen despótico. Así que pretender respaldar con votos las actuaciones del dictador es la estupidez más grande que se pretende imponer como verdad democrática. Por eso nuestro apoyo va a aquellos que luchan por recuperar esos derechos o por mantenerlos. La fuerza del pueblo latinoamericano debe residir en la unidad de propósito de ese deseo universal que tan magistralmente defendió Alberto Lleras Camargo.

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