El pandemonio jurídico de la Fiscalía

Haciendo gala de un cinismo manifiesto y una perfidia sin límite, la Fiscalía General como un felino despiadado, no quiere soltar su presa, así tenga que hacer lo que sea necesario. El día 9 de junio  fue dejado en libertad el hacker Andrés Sepúlveda  por una juez de segunda instancia quien encontró irregularidades en la imputación del mismo, a la madrugada del día 10 se ordena su recaptura por otro juez ante solicitud del ente Fiscal.

La actitud es desafiante y contraria al Estado de derecho, donde jueces de bolsillo o permeados por la politiquería y la dádiva sirven a torvos propósitos electoreros, la Fiscalía no solo recaptura a Andrés Sepúlveda, sino que proterva e hipócritamente ordena iniciar investigación penal contra la juez que decretó su libertad, lo que permite traslucir una entidad enajenada, pasional, visceral, afecta al régimen, inescrupulosa, capaz de cualquier cosa ,ningún Colombiano podrá confiar en su Fiscalía, máxime cuando se le acuse de la comisión de un delito, el estamento jurídico, la independencia judicial, el ordenamiento legal, se convirtió en circo de gladiadores, en tinglado de boxeadores, donde no corre la sangre precisamente, pero donde no falta el ardor, el encono y el interés por el premio.

Una Fiscalía  que se presta a apoyar y cumplir las órdenes del ejecutivo pierde su equilibrio,  independencia y se convierte en una férula, en una especie de cachiporra del poder político, desequilibrando el Estado de Derecho, pasando a una dictadura judicial, intocable omnímoda y despótica. Excelente arma encontró el desesperado e inepto gobierno para golpear a sus opositores, mejor que las dagas,  la prensa servil o el almibarado congreso.

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