"La ignorancia del que no sabe que no sabe, pero cree que sabe, es la más peligrosa".

Hoy hace 242 años el capitán James Cook , intentando cumplir el encargo de la Royal Society de documentar el tránsito de Venus sobre el Sol para establecer con más precisión la distancia entre ellos, y de paso encontrar un gigantesco continente que debía estar por esos lares, un tal Terra Australis, descubría, o mejor encallaba en la Gran Barrera de Coral australiana.

Sin saber muy bien encima de qué estaban y mientras el HMB Endeavour era reparado, salieron de expedición a interactuar con los nativos y a preguntar el nombre de cuanto no conocían. Luego de ver a "enormes ratones" que brincaban como si la tierra estuviese ardiendo, preguntaron a los nativos el nombre de esos saltarines bichos que llevaban a sus hijos en su panza como si fuera un CD. Los nativos contestaron: "gangaroo" , pero a los ingleses les pareció mejor denominarlos "kangaroo" , sin saber que la respuesta de los aborígenes a su pregunta realmente traducía " no le entiendo ". Pero qué importa, ellos eran ingleses, no podían equivocarse.

La ignorancia con arrogancia es una mezcla más peligrosa que la nitroglicerina.

La semana anterior, por segunda y última vez en este siglo, Venus andaba de nuevo de tránsito por delante del Sol. No faltarían los que a causa de la ignorancia, por intentar ver a Venus, quedaron ciegos por el Sol.

Pero los encandilados mayores de la semana, no estaban al descampado, estaban bajo la sombra del techo del Congreso, votando positivamente el nefasto Marco Jurídico para las Farc, perdón, para la paz, navegando irresponsablemente por aguas y continentes que desconocen, impulsados sus velámenes por los vientos clientelistas del Gobierno y las brisas de los contratos sin "Barreras", legislando sobre lo que no tienen idea, o no quieren tenerla, y sin saber de verdad lo que hacen. Pero qué importa, ellos son congresistas, no pueden equivocarse.

Como hace 242 años en el Pacífico Sur, los que hacen la ley de Colombia ni saben dónde están parados y nombran mal las cosas. Por ver la paz, donde no está, y por ignorancia o arrogancia quedaron ciegos por los rayos de la impunidad.

Estos irresponsables apoyados por el discurso mamerto que sigue dominando una parte considerable de la universidad y de la dirigencia y que sospechosamente denomina rebeldes a los delincuentes, van a encallar al país.

Estos irresponsables se burlan del esfuerzo de muchos años de todos los colombianos y de los soldados que han sacrificado su vida por la democracia, pero que ahora no entienden por qué deben seguir arriesgando su existencia en el monte, si a los asesinos de Colombia hasta les vamos a quedar debiendo plata.

Parece que ellos piensan que somos nosotros los que vamos a perder la guerra con estas bandas criminales y por eso debemos claudicar y acceder a sus peticiones. ¿Por qué no nos contaron los señores del Congreso que van a tener que reinsertarse son los colombianos de bien que trabajan y cumplen la ley?.