El premio Nobel de Paz 2015

Como es sabido, Alfred Bernhard Nobel nació en Estocolmo, vivió entre 1833 y 1896, químico genial, mezclando tierras diatomáceas o algas microscópicas fosilizadas con la peligrosa nitroglicerina, líquido inflamable a la temperatura ambiente, inventó la dinamita y se enriqueció fabulosamente. Se rumora que el remordimiento por haber sido el padre de la dinamita lo impulsó a legar casi toda su inmensa fortuna con el fin de crear los premios Nobel para las personas y las organizaciones que se hubieran destacado en física, química, medicina, literatura y promoción de la paz.

Desde 1901 se ha adjudicado el Nobel de Paz 95 veces. No se adjudicó durante los 19 años próximos y de duración de las dos guerras mundiales. Adolfo Hitler y Benito Mussolini fueron candidatos a este premio. Linus Pauling, bioquímico precursor del ADN, ha sido la única persona natural galardonada dos veces, le otorgaron el Nobel de Paz y el de Química. En 1961 le concedieron este premio a un fallecido, pero en 1974 reglamentaron que, en adelante, solo se entregaría a los vivos.

No cabe la menor duda sobre las tendencias izquierdosas y caprichosas del Comité que elige a los ganadores. A Mahatma Gandhi, pacifista sin par en la humanidad, lo excluyeron siempre. A Winston Churchill le dieron el Nobel de Literatura, pero le negaron el que más merecía, el de la paz. A Barack Obama, espectador izquierdoso, le confirieron el premio Nobel de Paz más inmerecido de la Historia. A Jorge Luis Borges, argentino, uno de los más destacados escritores del siglo XX le negaron su Nobel de Literatura por sus ideas de derecha. ‘Gabo’ y Pablo Neruda, en cambio, sí cumplían con todos los requisitos.

Ahora en 2015 inscribieron como candidatos a 205 personas y 68 organizaciones, 273 en total, entre tantos aspirantes figuraron el presidente Juan Manuel Santos Calderón y el jefe de las Farc, Rodrigo Londoño Echeverry, alias ‘Timochenko’. Para Santos debió haber sido muy frustrante compartir su candidatura con un terrorista y, además, “no le dieron el Nobel de Paz y se encartó con lo que firmó en Cuba”, comentó Fabio Valencia Cossio. No resulta difícil prever que este ‘acontecimiento’ se va a repetir en el futuro, porque las personas y las organizaciones pueden ser candidatizadas cuantas veces quieran.

Curiosamente, la gran prensa internacional ni siquiera mencionó la inscripción de estos dos colombianos, y con razón, porque, salvo el participar en la firma de la farsa de la Jurisdicción Especial para la Paz en La Habana, con unas guayaberas blancas muy bien planchadas, poco concreto tienen para presentar al lado de Angela Merkel, John Kerry, el papa Francisco…

El Comité del Nobel de Paz para 2015 le confirió el premio, en forma sorpresiva para no pocos, al Cuarteto del Diálogo Nacional de Túnez, por su decisiva contribución para crear allí una democracia pluralista, en 2013, y evitar que cayera en el caos como les sucedió tras la Primavera Árabe a Libia, Siria, Yemen y Egipto con su gobierno militar. En Túnez gobernaba una teocracia islamista que ignoraba a la oposición.

El Cuarteto actuó como pacificador al integrar una organización en la cual participan los sindicatos, los industriales y los comerciantes, los defensores de los derechos humanos y el colegio de abogados. Santos y ‘Timochenko’, entre tanto, están cada vez más distanciados entre sí y del resto de los colombianos por culpa de sus contradicciones, las cuales solo generan desconfianza y nos alejan de una paz verdadera y perdurable.

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