¿El problema no será más el gasto que los impuestos?

“El objetivo es reducir el tamaño y el alcance del gasto gubernamental, no centrarse en el déficit. El déficit es el síntoma de la enfermedad”. Grover Norquist.

Habrán conocido al sujeto que se lamenta porque no le alcanza la plata y está en “la inmunda”, pero habla por el teléfono celular de última generación y dice sin ponerse rojo, o de cualquier color, que le “tocó” pagarle a la hija un cursito de inglés en Australia, pues cómo iba a permitir que humillaran a su “princesa”.

Dirán que estoy exagerando, y sí, y no me importa. Extremo el asunto porque es necesario señalar que la situación fiscal del país, heredada del peor gobierno de la historia colombiana, y eso que el ministro de Hacienda anterior lo nombraron como el mejor de América Latina y del mundo, ¿se imaginan donde no?, requiere una reflexión a más largo plazo que salir a apagar el incendio de la coyuntura.

Nadie duda que al nuevo gobierno le tocó cargar el muerto que el anterior mató, y debe buscar soluciones que incluso requerirán sacrificios hasta de quienes supuestamente deben ser intocables, como siempre pasa cuando la suma entre ingresos y gastos da un resultado negativo. Pero igual de simple es que cuando no se puede aumentar lo que suma, y siempre lo será, hay que rebajar lo que resta. Eso lo saben las amas de casa desde que estaban en las cavernas.

El faltante fiscal no se va a solucionar principalmente subiendo los impuestos sino bajando el gasto, así se revuelquen los mamertos. ¿Por qué antes de anunciar un aumento de impuestos, el gobierno no anunció primero cómo iban a motilar el peludo gasto público que dejó Santos y sus secuaces? Y no es volando en clase económica que eso se arregla, y tampoco chantajeándonos diciendo que es para pagar los beneficios sociales, porque en el faltante hay mucho despilfarro que no se debe patrocinar. ¿Por qué tenemos que seguir pagando miles y miles de funcionarios adicionales que ingresaron a la nómina estatal en el gobierno Santos? ¿No es hora de repensar y racionalizar los programas asistencialistas que como todo lo temporal de Colombia, se vuelve permanente? ¿Por qué no aplazan hasta el año 3840 la plata para el proceso de impunipaz y despiden a los “jueces camaradas” de la JEF?

Adam Smith decía que el único presupuesto bueno es el presupuesto equilibrado, pero supongo que eso solo es viable y sostenible ajustando el gasto al ingreso y no al revés.

La solución a un desangre no es buscar un recipiente más grande para recoger la sangre sino hacer un torniquete. La solución para un jugador empedernido no es darle más plata a ver si le cambia la suerte, sino no darle. La solución para una gangrena no es gastar en maquillaje para que no se vea, sino quitar lo podrido y matar la bacteria, así arda y duela.

Share on facebook
Facebook
Share on google
Google+
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn

Buscar

Facebook

Ingresar