El procurador tiene razón

En su columna del Espectador del Domingo 13 de Septiembre, Ramiro Bejarano la emprendió en contra del Procurador General de la Nación Alejandro Ordoñez, tratándolo de pacificador, intolerante y enemigo número uno de la paz, por los pronunciamiento que hizo el jefe del Ministerio Publico en el congreso de Fenalco en Cartagena, con semejantes apelativos el columnista busca adensar algo que tiene toda la claridad del caso.

El discurso del Procurador fue ideológico, en donde no estaba inventando nada, ya que las Farc abrazan los dogmas del marxismo leninismo y por ello sus miembros se creen predestinados, para dominar con el poder del estado cuando lo conquisten a los colombianos por toda la eternidad, porque se debe reiterar que la banda armada sigue los fetiches del materialismo histórico y la inevitabilidad, con los cuales engañan incautos que se dejan llevar de la superstición; imaginamos que el columnista del Espectador es ducho en el discernimiento de esos temas.

Entonces si el jefe del Ministerio Publico afirma “la desmovilización de las Farc no es sino un paso dentro de la estrategia de hacer la revolución, Ingenuos los que piensan que con la desaparición de esa guerrilla termina todo, no, por el contrario, desde su punto de vista se inicia una nueva fase de lucha que persigue los mismos objetivos de siempre, ahora amparados por la legalidad” con esas palabra Ordoñez Valderrama simplemente esta recordando la prosapia del grupo terrorista y cuáles son sus objetivos, en donde la toma del poder en Colombia será para siempre, imitando a los regímenes de Cuba, Norcorea y por ese camino va Venezuela y de ahí que las hordas chavistas gritan ¡no volverán! Refiriéndose a la oposición, así que el Procurado nos está recordando la esencia del comunismo totalitario que siguen las Farc.

Expresiones como enemigos de la paz y ultraderecha, en Colombia ya no conmueven a nadie, porque son métodos maximalistas para descalificar a los contradictores, subrayando que los seguidores de la estafa comunista del marxismo leninismo, usan dicotomías propias del maquiavelismo para dividir a los pueblos y, por ello crean dilemas entre capitalismo o socialismo, izquierda o derecha, cuando en el capitalismo y el socialismo hay varias acepciones, igual sucede con los términos izquierda y derecha, surgidos en la Revolución Francesa en donde la izquierda buscaba el cambio del gobierno, mientras la derecha era todo lo contrario, por ello el termino ultraderecha es aplicable a los tiranos que se han perpetuado en la burocracia del estado caso de Fidel Castro, Stalin, Mao, la monarquía de los Kim en Norcorea y por supuesto las Farc en Colombia que quieren tomarse el poder para tenerlo siempre, porque al marxismo no lo podemos ubicar en la izquierda de acuerdo a la Revolución Francesa.

Dentro de la semántica marxista, la palabra paz no tiene el mismo significado que para el resto de mortales, porque la paz del comunismo totalitario es enajenamiento y adocenamiento de las masas mediante una esclavitud política, así que en sana lógica lo que se debe acordar en la Habana es la paz política, por el conflicto armado propiciado por las Farc hace 51 años para tomarse el poder, pero si se trata de la paz social, ella se debe negociar con las organizaciones sindicales y sociales que son las representantes naturales de la población, pues a la guerrilla no se le ha dado ninguna representación por parte de la sociedad, sin embargo abusivamente habla del “pueblo” sabiendo que en el significado de su jerga esa palabra se refiere a la pandilla de la cual que hacen parte, y el otro pueblo es la totalidad de la población al que pretenden aplastar para satisfacer los apetitos burocráticos de su elite.

Así que catalogar al Procurador como enemigo de la paz, por sus declaraciones en el congreso de comerciantes, que también las puede hacer en un plenario sindical a donde lo inviten, es un despropósito, porque al decir que quiere que se firme la paz rápida pero no a cualquier precio, significa que conoce el terreno que está pisando el gobierno con la guerrilla marxista en las negociaciones de La Habana, pues los cabecillas de las Farc al creerse iluminados, ungidos y predestinados por su destino manifiesto para dominar a Colombia de manera sempiterna, quieren todo a cambio de nada, chantajeando a la sociedad y al estado con sus actos terroristas.

En 51 años de acción armado, las Farc no han superado la etapa de guerra de movimientos o guerra de guerrillas a la de posiciones y si el conflicto se ha prolongado todo ese tiempo, fue porque no se considero su componente ideológico desde el principio, para haber dado hace décadas la lucha ideológico en los diferentes sectores de la vida nacional, resaltando que el marxismo leninismo abrazado por las Farc y el Eln, es indefendible y no tiene vigencia histórica, por eso los verdaderos enemigos de la paz son los que negocian con el narcotráfico, delito suculento en donde están comprometidas en grado sumo las Farc.

El comunismo totalitario es el principal enemigo del libre pensamiento, ya que Marx planteaba que los obreros no debían de tener ideología, sino conciencia de clase, resaltando en primer lugar que las clases se dan en animales y plantas, pues los seres humanos somos únicos e irrepetibles, por ello la tal conciencia de clases es utilizar a los trabajadores de rebaño, para que colaboren mansamente en satisfacer los apetitos burocráticos de los jefes del partido o la guerrilla, que quieren tener el poder del estado eternamente.

Si las Farc van hacer política después de un eventual fin del conflicto, entregando o destruyendo las armas y respetando las normas internacionales de justicia, que la hagan, lo único que advierte el Procurador y por eso se descompuso en su columna el doctor Bejarano, es que no van a renunciar de su doctrina marxista leninista, cuya dogmatica los hace pensar que son redentores a quienes les pertenece el poder por los siglos de los siglos, pues no han abjurado del comunismo totalitario, claro que el gobierno le puede exigir a la guerrilla que renieguen del marxismo, subrayando que en Sudáfrica a la minoría blanca racista le toco renunciar al apartheid, para que hubiera una paz autentica.

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