EL SOCIALISMO DEL SIGLO XXl DEBE IR A LA BASURA DE LA HISTORIA

Mientras que el politólogo estadounidense de origen Japonés, Francis Fukuyama, planteaba en su libro “El fin de la historia” con la terminación de las ideologías, ya que no eran necesarias, siendo sustituidas por la economía, el sátrapa de  Fidel Castro y el posterior Presidente del Brasil Lula da Silva, constituían a principios de la década de los noventa del siglo pasado el Foro de Sao Paulo, precisamente para reverdecer la ideología marxista que había sido repudiada en Europa con la debacle de la URSS, tomando como globo de ensayo a Latinoamérica, región que se ha caracterizado por su atraso conceptual e ideológico, en donde los sectores democráticos han sufrido de abulia intelectual, amén de buscar siempre congraciarse con los grupos del comunismo, a quienes les han tenido un respeto supersticioso.

Así que el señor Fukuyama se le olvidó que el Hinduismo con 3000 años, el Budismo con 2500, el Cristianismo con 2000 y el Islam con 1400 años no solo son religiones transcendentales y tradicionales de la humanidad, sino que también tienen un basamento ideológico, y esos planteamientos del Norteamericano contribuyeron a que en el Continente las corrientes democráticas se durmieran, permitiéndole el trabajo de infiltración y penetración a las fuerzas extremistas del marxismo, que ni cortas ni perezosas se han tomado en estos años a varias naciones, con el cuento de la “revolución y el socialismo” siendo el difunto Presidente de Venezuela Hugo Chávez el más conspicuo quien quería crear su Imperio socialista en Latinoamérica.

Con La palabra socialismo muchos tiranos han timado a las masas, recordando que Hitler se proclamaba de esa corriente, por eso dirigió al Partido Obrero Nacional Socialista (nazi) y el Fuhrer en sus discursos miserabilistas planteaba la lucha por los pobres y oprimidos, también exigía rabiosamente “el pan para los hijos de Alemania” todo esto para llegar al poder y montar su tercer Reich, que según él, duraría mil años, eso significa que el término socialismo tiene muchas acepciones, conociéndose el utópico, la Social Democracia, el cooperativista, el nacionalista, el “científico” que sigue los dogmas marxistas, y que si tuviera algo de científico se hubiera experimentado primero con las ratas y no con seres humanos, además existen otros socialismos, y en la región Chávez siguiendo las orientaciones de un señor Mexicano-Alemán de nombre Heinz Dieterich, quiso impulsar el llamado socialismo del siglo XXI o neocomunismo, para reverdecer ante el fracaso del socialismo “científico” en Europa, al marxismo leninismo, tomándose a Venezuela para implementarlo.

Por eso los graves acontecimientos en Venezuela por estos días, no deben de sorprendernos, porque el régimen chavista llevo a la improductividad y a la ruina al país vecino, sabiendo que los grandes economistas en toda la historia, recomiendan que para el progreso de los pueblos, se deben de desarrollar las fuerzas productivas, pero el socialismo del siglo XXI, lo que hizo fue expropiar empresas y tierras, convirtiéndolas en ociosas, acabando con el aparato productivo, lo cual ha llevado al actual desabastecimiento y a una gigantesca inflación del 56%, entonces es indudable que el tal socialismo del siglo XXI, es un fracaso histórico, económico, político y social, reeditando el lastre que fue en Europa oriental el comunismo.

De acuerdo a lo anterior, hay que repudiar la dicotomía que venden, algunos sectores de la llamada izquierda, entre “socialismo o capitalismo” buscando que las personas más ignorantes y atrasadas tomen partido, siguiendo el método maquiavélico de dividir, ya que al igual que en el socialismo, en el capitalismo también existen muchas acepciones, y lo de Venezuela demuestra que el dogmatismo ideológico que ha promovido la camarilla chavista en el poder ha sido un fiasco, porque esa nación es eminentemente rentista, subrayando que si USA le deja de comprar los cerca de 900 mil barriles de petróleo diarios, Venezuela se volvería inviable, pues con el crudo que recibe China lo único que hace el régimen es pagar la enorme deuda que tiene con el país Asiático, sin olvidar el crudo que le regala a los países zánganos del Alba, por lo tanto es una verdad de Perogrullo la debacle que está sufriendo el socialismo del siglo XXI.

Las grandes movilizaciones que llegan a 35 días en Venezuela en contra del régimen chavista, demuestran que el único camino que le queda al socialismo del siglo XXI, es la basura de la historia convirtiéndose con Chávez en polvo execrable, porque cuando se valida semejante esperpento se peca de de ingenuidad suma o de extrema picardía, subrayando que no está lejano el momento en que en que el tirano fallecido hace un año, descienda abruptamente de su pedestal.

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