En Colombia y Venezuela Soplan Vientos de Cambio

Nicolás Maduro y Juan Manuel Santos están agarrados de la mano y sentados juntos  sobre una bomba social creada por la devastación Castro chavista, el caos, y una inseguridad pública y jurídica que se ahonda y se agrava y ha traído una crisis explosiva cuyo signo predominante es la anarquía que está en curso y no pueden evitarlo porque ellos mismos han corrompido a sus partidos políticos, a sus parlamentarios y a sus dirigentes en funciones de gobierno.

Aquí en Venezuela aumenta la inseguridad y se incrementa la delincuencia; en Colombia la impunidad con los delincuentes y terroristas de las F.A.R.C. es un escándalo.

En Venezuela observamos el retroceso a la centralización administrativa; en Colombia a la concentración de poder y el abuso de los gobernantes.

En Venezuela el resquebrajamiento del Estado de Derecho; en Colombia la inestabilidad de la Seguridad Social.

En Venezuela El desconocimiento e irrespeto a la propiedad privada; en Colombia la concentración de la riqueza y el ingreso en pocas manos.

En Venezuela el caos en los servicios públicos; En Colombia la débil infraestructura física.

En Venezuela las regalías a países cómplices de las fechorías; en Colombia la baja competitividad del sistema financiero.

En Venezuela el abandono a los ganaderos y productores agropecuarios; en Colombia le dieron la espalda a los productores y campesinos que representan una importante fuerza productiva de la Nación.

En Venezuela ineficacia en el control y combate a la corrupción administrativa; en Colombia corrupción en el alto Gobierno y en el Congreso de la República.

En Venezuela creación de grupos armados irregulares (milicias); en Colombia participación política y gubernamental a los terroristas.

En Venezuela tenemos racionamiento de la gasolina; en Colombia desconocimiento, perdida y desaprovechamiento de los recursos naturales.

En Venezuela siembra del odio entre hermanos; en Colombia descomposición social.

En Venezuela desconfianza hacia nuestras instituciones; en Colombia la politización de la justicia.

En Venezuela desempleo, escasez de alimentos, informalidad, vialidad destrozada; en Colombia perdida de la calidad ambiental, baja capacidad de ahorro, desempleo, economía subterránea, déficit fiscal.

En Venezuela se hacen gastos increíbles o exorbitantes en viajes internacionales de dudosa justificación; en Colombia hacen viajes a La Habana con gastos suntuosos para complacer a quienes tienen 60 años, asesinando, violando, secuestrando y reclutando niños y niñas que les permitan fortalecer los comandos del terror, que tanto daño han causado al pueblo Colombiano.

En Venezuela no se respetan las decisiones de los organismos internacionales; en Colombia se vive una situación crítica en su política exterior que pone en peligro a parte de su territorio.

En Venezuela es permanente el lenguaje ofensivo, grosero y provocativo del Presidente contra sus adversarios políticos; en Colombia la mentira en el discurso presidencial es permanente y produce duda y desconfianza en toda la población.

En Venezuela se profundiza la debilitación del Sistema Democrático y del Estado de Derecho; en Colombia el bajo capital en las mayorías, la desinformación, la ausencia de una verdadera Democracia, el incremento de la violencia y del desequilibrio Social.

Todo esto nos confirma que en Venezuela todo lo que pueda ocurrir ocurrirá, y soluciones difíciles se asoman como inevitables y, en Colombia el pueblo tal como lo afirman las encuestas el próximo 9 de Marzo elegirá al Dr. Álvaro Uribe con una amplia mayoría al Congreso de la República y, el 25 de Mayo 77 días después Óscar Iván Zuluaga será electo como el nuevo Presidente de los Colombianos para gloria de nuestra hermana República.

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