Las exportaciones todavía se mantienen en rojo. Sin embargo, a lo largo de 2016 se registra una tendencia al incremento progresivo. Para acelerar los avances, el Gobierno debe aplicar políticas más eficaces.

El comercio de exportación del país, aunque todavía presenta caídas y, por tanto, aún no se vislumbra el salto exportador que con tanta urgencia se necesita, sí muestra algunos signos de que las ventas externas están recuperando, progresivamente, el dinamismo perdido.

Así, según el Dane, en septiembre pasado, la variación de las exportaciones totales fue, frente a igual período de 2015, de -5,6 por ciento. Al compararse con la variación registrada un año atrás (-43,4 por ciento), dicho cambio representa una mejora importante.

De otra parte, al revisarse la evolución mensual de las exportaciones se encuentra que, en septiembre de 2014, el total de las ventas externas fue de 5.069,3 millones de dólares. En el siguiente año estas solo sumaron 2.870,3 millones de dólares.

La tendencia a la baja continuó hasta enero de 2016, cuando alcanzaron su nivel más bajo. Sin embargo, a partir de dicho mes se viene registrando un aumento progresivo en el nivel de las exportaciones.

A pesar de esta tendencia positiva, en el acumulado del año (enero-septiembre), el valor de las exportaciones totales fue de 22.232,6 millones de dólares, lo que representa una caída de -20,5 por ciento con respecto al mismo periodo de 2015, cuando las ventas externas sumaron 27.965,8 millones de dólares. A pesar de ello, dicha contracción resulta menor a la registrada un año atrás (-34,9 por ciento).

Durante el pasado mes de septiembre, todos los grupos de productos de exportación registraron caídas. Sin embargo, debe señalarse que, contrario a la tendencia reciente, las exportaciones agropecuarias fueron las que presentaron la mayor contracción (-16,1 por ciento), debido a las menores ventas de café.

Bancolombia estima que, en lo que resta de 2016, “el valor de las exportaciones totales del país tendrá una leve mejoría”. Con ello, para todo el año, la contracción de las ventas externas será de -16,5 por ciento.

Por su parte, para 2017 se espera una recuperación en las exportaciones. Ello implicará un crecimiento de 8,7 por ciento. Esta mejora estará “liderada por las exportaciones tradicionales” debido a los mayores precios de las materias primas.

La devaluación del peso colombiano ha generado grandes expectativas de que, por fin, el sector exportador se convierta en un importante motor del crecimiento de la economía. Infortunadamente, y como lo muestran las cifras del Dane, todavía se está lejos de que ello sea una realidad.

Diversas explicaciones se han dado sobre las causas que motivan la falta de respuesta de las exportaciones. Se señala, por ejemplo, que el país se equivocó en su modelo exportador y que reacomodarlo toma tiempo. También se dice que el sector industrial tiene copada su capacidad instalada en la producción de bienes para el mercado interno.

A ello hay que agregarle el hecho de que el comercio global crece a ritmos muy bajos y que, en diversos países, se observa una creciente tendencia al proteccionismo.

Ello ha llevado a que la Organización Mundial del Comercio estime que, en 2016, el comercio mundial de mercancías solo crecerá 1,7 por ciento, lo que constituye el ritmo de crecimiento más bajo desde la crisis financiera de 2008.

A pesar de las perspectivas algo sombrías, Colombia requiere con urgencia dinamizar su sector exportador. Para ello, el Gobierno deberá acelerar la aplicación de acciones más eficaces de tal forma que se intensifique la utilización de los potenciales existentes en diversos campos.