Farc: plan de desarrollo

Por esa testarudez y ceguera cada día son menos los que apuestan a un proceso de paz con unos sordos incapaces de aceptar sus errores y cambiar de actitud.

A medida que se hunde el proceso de paz, se hace más evidente que quedaremos otra vez a merced de las Farc y su inigualable manera de tratarnos de convencer de que adelantan una guerra para el beneficio de todos los colombianos.

Si las negociaciones fracasan, llegará el momento de cambiar de lentes e imaginar el regreso a la Colombia que vive en medio de la violencia y donde la guerrilla en algunos territorios ejecuta su particular plan de desarrollo, que trato de interpretar a continuación.

Bonanza petrolera: hacer que corran ríos de petróleo por todo el país y convertir las costas en mares del hidrocarburo. No importa el método para conseguir este loable objetivo, lo importante es demostrarle al planeta que Colombia es una potencia petrolera capaz de estremecer los cimientos de los países árabes, pues allá no hay riachuelos, ríos o lagos superficiales de oro negro como los que ya tenemos en el sur del país, en inmediaciones de Tumaco.

Reforma agraria: ampliar la frontera agrícola colombiana, incrementando la producción de hoja de coca. Siguiendo la tendencia evidenciada en el más reciente estudio del Simci, que registra un incremento de 44% en los cultivos de la planta medicinal, se promoverá una migración campesina hacia ese cultivo, eliminando inconvenientes pesticidas, como el glifosato, que afectan la productividad.

Ecología: la naturaleza nos brinda sus riquezas, así que debemos recibir ese obsequio y venderlo. Para tal fin la minería de productos como el oro y el coltán tendrá que ser repotenciada, a través de contingentes de mineros, que llamaremos artesanales, quienes, usando los químicos más efectivos, como el mercurio, drenarán ríos y selvas para conseguir kilos y más kilos de los preciosos regalos de la madre tierra. También se honrará a la Pacha Mama ubicando los árboles de maderas preciosas que aún perviven en el Chocó o el Amazonas, y se convertirán en esbeltas mesas y cómodas sillas para que en el mundo entero aprecien la riqueza natural del país.

Infraestructura: se propenderá a una mejor calidad en carreteras y puentes. Con este objetivo se volarán tramos de la vía Panamericana, así como puentes en los Llanos Orientales para obligar a construcciones mejor calculadas y con materiales de óptima calidad. Los inconvenientes que se generen durante la reconstrucción de las vías afectadas por los explosivos serán recompensados con tramos viales de última generación.

Modernización del parque automotor: se buscarán medios más eficientes y ecológicos para el transporte de pasajeros y mercancías en el país. Para tal fin se prenderá fuego a buses y tractomulas que por sus características no se ajusten a los requerimientos para un transporte limpio y amigable con el medioambiente. Se tendrá especial cuidado de bajar de los buses a los pasajeros, mientras que la mercancía de los tractocamiones será incautada para el debido control aduanero.

Supongo que, en su testarudez, los guerrilleros en La Habana piensan que todo lo arriba expuesto es apenas justo dentro de la guerra que ellos llevan. Creerán, en sus mentes fantasiosas, que el desprestigio del proceso de paz no es culpa de ellos, sino de unos encuestadores manipulados o, peor aún, del Gobierno. No, no y no. Lo de arriba son delitos que han cometido en los últimos meses, en medio de los diálogos, y por esa testarudez y ceguera cada día son menos los que apuestan a un proceso de paz con unos sordos incapaces de aceptar sus errores y cambiar de actitud.

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