Fiscales de bolsillo para economías de saqueo

No más fiscales de bolsillo al servicio de saqueadores de la economía, como los representados por eruditos que no tienen respeto por lo público ni por la dignidad que inspira el noble oficio de administrar justicia.

Eduardo Montealegre ha dicho que deja una Fiscalía preparada para abordar las tareas de la Jurisdicción Especial de Paz (JEP) derivada de los acuerdos con las FARC y seguramente más adelante con el ELN. Mentira. La JEP tiene su rol claramente definido en su propia creación, que no fue de la Fiscalía sino de la mesa de La Habana. Los procesos que llegaran a la misma existen por el trabajo acumulado histórico del sistema judicial como un todo y no por el desarrollo del período de Montealegre. Ha dicho que sin la estructura de análisis y los “muy especiales” resultados de la contratación con Natalia Springer no sería posible desarrollar acusaciones contra las FARC y ELN por delitos internacionales. Mentira. Desde la tragedia del 18 de octubre de 1998, ocurrida en Machuca, Segovia, Antioquia, concurrieron los abogados de OCENSA y el Ministerio de Defensa, apoyados por la Gobernación de Antioquia de la época para demandar por violaciones al DIH a esta organización que produjo una sentencia de 40 años de prisión a los dirigentes del ELN. (Ver: http://goo.gl/s0vQug)

Mentir, elaborar medias verdades se ha convertido en la estrategia de funcionarios que desean mostrar ejecutorias bien por veleidad personal o por ambiciones politiqueras. Por ello los ruidos de Montealegre, dejan un sabor a irrespeto muy fuertes hacia la ciudadanía y al propio sistema judicial.  Montealegre es un erudito del derecho, cuya ambición por el dinero y la figuración le impidieron hacer de la justicia la herramienta de su gestión, dejándonos la parcialidad y la mentira como herencia. 

En sus vanidades ha denostado de los anteriores fiscales pretendiendo que la institución nació con él. Ha tapado sus faltas con procesos contra cercanos al uribismo, que tienen asidero en la verdad pero al ser manoseados por Montealegre pierden credibilidad en la opinión, con lo que la injusticia se consolida. Esto mientras que casos como el de Saludcoop o el de los falsos positivos se quedaron sin resolver. La indignación que produce ver la gestión amañada de Montealegre es mayor al ver que sale premiado. Será nuestro representante ante Alemania y desde ahora es el ex Fiscal,  lo que le allana aún más el camino para contrataciones y negocios.

Luego de este periodo oscuro para la Justicia, bien cabría poner al frente de la Fiscalía una persona rigurosa, sin lazos con las economía de saqueo, de la que son emblemáticos Montelagre, defensor de Carlos Palacino saqueador de la salud, y el ex superministro Néstor Humberto Martínez, defensor de Luis Carlos Sarmiento, exprimidor del sistema financiero.

No más fiscales de bolsillo al servicio de saqueadores de la economía, representados por eruditos, que no tienen respeto por lo público y mucho menos por la dignidad que inspira el noble oficio de administrar justicia. Ya basta de joyitas, de tinterillos de ricos.

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