«¡Hasta la tumba!»

El presidente Santos ya no capitanea este proceso atiborrado de bandazos.

El presidente Juan Manuel Santos hace poco terminó una de sus tantas giras europeas, mas no me cabe ninguna duda de que, por las “magnas” frases utilizadas en tierras del Nobel de la Paz, pronuncio demagógicos discursos llenos de denegaciones tan inocultables como el propio sol, con mitómanas líneas de calambures políticos de un proceso de “paz” cuyas maravillas solo ven el Gobierno y las Farc, unos discursos llenos de la autóctona muestra del “tamal” proselitista traído a Europa para equipararse con su progenitor adagio de “pan y circo”. Es decir, para ahorrar adjetivos –bajo la responsabilidad de una opinión absolutamente personal–, el presidente Juan Manuel Santos solo fue a Europa para hacer lobby por su desvelo personal, exactamente en la época en que el Comité Noruego comienza a barajar los candidatos y Santos, más que nadie, quería estar ahí presente porque, como dice el refrán, “el milagro lo hace la presencia del santo”.

Sin embargo, ¡¿qué ‘santo’ puede llegar a ostentar una vanidad tan desmedida y abruptamente ciega para ser capaz de afirmar que se juega su “capital político” (votos de Uribe) y que –además– con su proceso de “paz” irá “hasta la tumba”, cuando las pacíficas muestras de los ‘ambientalistas’ de las Farc van por el camino de un terrorismo muy antagónico al discurso de Santos, proclamado en Europa y el Vaticano?!

Uno ya no sabe cómo o por qué se sostiene un proceso cuyos sondeos de opinión (última encuesta Gallup) muestran cada vez un mayor escepticismo y rechazo frente a los actos terroristas de las Farc, sin olvidar sus cínicas declaraciones; ni qué decir cuando se les pregunta por el petróleo derramado de forma intencional y abandonan el micrófono como cualquier Belcebú frente a la cruz, pero no se sonrojan al poner en Internet videos celebrando el daño ecológico. Eso sí, ¡celebran encíclicas ambientalistas! y –según ellos– como los daños del glifosato, no hay nada que se compare, ni los derrames de crudo en los ríos. No obstante, para el Gobierno, los pacifistas de nómina y los delfines de turno, “el país va bien, la equivocada es la opinión pública” y el proceso de “paz” –sin duda– seguirá siendo un “paraíso”, un nuevo ‘Edén’ con su publicitario ‘posconflicto’. Entonces, ¡¿quién carajos mordió la manzana esta vez, para que nos obliguen a soportar tantos cinismos de parte y parte, la barbarie de las Farc que ya conocíamos y, lo peor, tanto egocentrismo de gira por Europa que nos quiere llevar a su propia tumba?! Señor Presidente, déjeme recordarle muy respetuosamente que a cualquier muerto, quien quiera que sea, solo se le acompaña hasta el hueco, y allí yacerán para siempre todas sus intenciones o sueños incumplidos que nadie está obligado a continuar.

El presidente Santos –a mi modo de ver– ya no capitanea este proceso atiborrado de bandazos, plazos incumplidos que se han estirado de forma descarada y con un elevado costo financiero que pagan todos los contribuyentes. Su exaltado deseo ya es prácticamente un discurso lleno de conjuros, sentencias (“hasta la tumba”) mientras quiere hacernos creer que él aún capitanea y tiene absoluto control de todo con sus cartitas, sus sonrientes discursos para el Viejo Mundo; con los que nos quiere hacer creer también –desde el comienzo del espectáculo de la “paz”– que los verdaderos terroristas son unos idealistas incomprendidos y que, todos aquellos que jamás nos hemos alzado en armas, somos los “enemigos de la paz”, mientras el país completo, según las encuestas, va camino al patíbulo. Sin embargo, creo que así continuará toda esta pantomima gubernamental, hasta que en octubre sepamos quién es el nuevo Premio Nobel de la Paz; galardón que, como ya lo he escrito repetidas veces en este espacio, siempre será el más polémico de todos los premios y tiene tan grotescos ejemplos como el de Rigoberta Menchú, cuya historia de “víctima” era un sartal de mentiras que todo el mundo creyó al comienzo.

En esta millonésima gira de Santos por Europa, no podía faltar la publicitaria bendición papal para la cruzada de la “paz”, antes de tomar rumbo a las tierras de Alfred Nobel. El papa Francisco le dijo al presidente Santos “Usted es la persona por la que más he rezado”, y las buenas intenciones de un Papa tan carismático no las pongo en duda; mas, vale recrear también alegóricamente las palabras de un milenario peludo cuando dijo: “Yo no he venido al mundo por los justos, ¡he venido por los pecadores!”. Eso, sin duda, es también lo que hace el papa Francisco.

P.S.: En 1933, Gaetano Salvemini enseñaba historia en la Universidad de Harvard y advirtió repetidas veces el peligro que corría Europa con las nacientes filas del nazismo; luego, 14 años después, la propia Universidad le pagó todas aquellas conferencias que durante años él ofreció gratuitamente para disculparse con él.

Share on facebook
Facebook
Share on google
Google+
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn

Buscar

Facebook

Ingresar