‘Hay que aumentar pie de fuerza para mejorar seguridad’: Carlos Holmes

El candidato uribista a la Vicepresidencia dice que lo suyo es una paz sin impunidad.

Carlos Holmes Trujillo García, compañero de fórmula del candidato presidencial Óscar Iván Zuluaga, es un hombre con una amplia experiencia en la vida pública: ha sido congresista, embajador, alcalde, constituyente, ministro y consejero de paz.

Compitió por la candidatura presidencial del Centro Democrático con Óscar Iván Zuluaga y será el hombre que maneje la comunicación con las regiones, con mucha participación también en la política exterior, si fuera elegido vicepresidente.

Desde que era precandidato presidencial se empeñó en criticar el proceso de paz liderado por el presidente Juan Manuel Santos y dejó constancia de esa posición, con argumentación jurídica, en el libro Paz y justicia, justicia para que haya paz.

¿Siente usted que la tendencia de primera vuelta se impondrá en la segunda?

Sentimos que la campaña va muy bien. La receptividad que se siente en todo el país de las propuestas que está haciendo Óscar Iván Zuluaga es evidente. Ello indica que hay un crecimiento día a día de las adhesiones y de la intención de voto en favor de Óscar Iván Zuluaga, pero naturalmente el resultado de la primera vuelta lo tomamos con alegría, pero con mucha humildad y con bastante serenidad, porque lo que hay que hacer es trabajar hasta el último segundo a fin de lograr la elección de Óscar Iván Zuluaga.

¿Ve más fuerza para segunda vuelta?

Yo veo más la segunda. Se siente en el país el ánimo de la gente, el entusiasmo de quienes están respaldando la candidatura de Óscar Iván Zuluaga, deseo, espíritu. Hay gran emoción que se percibe en todo el país, y eso es sinónimo de triunfo.

¿Es Uribe el protagonista definitivo en el éxito de Zuluaga?

No hay duda de que Álvaro Uribe es una de las más importantes figuras políticas que ha tenido nuestro país en los últimos años. Aquí, los colombianos lo que estamos buscando es que vuelvan a tener vigencia las políticas del Centro Democrático que lidera el presidente Uribe ahora en las manos de Óscar Iván Zuluaga como candidato a la Presidencia de la República por el Centro Democrático. La gente quiere que se recupere la seguridad que se deterioró. En todo el país, el clamor es ese. No hay región de Colombia que se visite donde no se diga que la seguridad se ha vuelto a deteriorar. El país quiere que haya seguridad para que podamos vivir y trabajar tranquilos; quiere más inversión para que haya más empresas, más empleo; que se manejen transparentemente los recursos del Estado, que Colombia sea un país de regiones, que se vuelva a los consejos comunitarios de gobierno, a la práctica del diálogo social y de la consulta social constante. De manera que todo eso es augurio de un gran resultado en favor de Óscar Iván Zuluaga.

¿Siente que el nivel de controversia de las ideas no estuvo a la altura en esta campaña?

Ese debate es y seguirá siendo muy intenso a nivel de la comunidad. Usted no se imagina lo que es la riqueza del diálogo con la comunidad sobre los temas centrales.

Algunos sectores hablan del miedo a Uribe. ¿Qué tanta mella ha hecho eso en la campaña?

Una de las fortalezas de la campaña que lidera Óscar Iván Zuluaga, como candidato a la presidencia del Centro Democrático, es la presencia del presidente Uribe. Y es una de las fortalezas porque lo mejor para cualquier organización política, pública o privada, es tener un líder reconocido y respetado y un objetivo claro. Eso es lo que tiene el Centro Democrático, un dirigente acatado, respetado y un objetivo claro; objetivo que está expresado en el programa del Centro Democrático, que implica la continuidad de la política de seguridad democrática. El problema es para los otros, para aquellos que no tienen líder acatado, ni objetivo conocido.

En la campaña de Óscar Iván hay dos excomisionados de paz, Carlos Holmes Trujillo y Camilo Gómez. ¿Es contradictorio que se hable de la campaña de la guerra con personas que en su momento hablaron de la paz?

Eso de la campaña de la guerra es una falacia que no corresponde a la realidad. Nosotros somos amigos de la paz y hemos dicho que queremos conversaciones, pero sin que simultáneamente las Farc, mientras hablan de paz en Cuba, maten, secuestren, extorsionen a colombianos y vuelen la infraestructura civil. Nosotros somos amigos del diálogo con condiciones, y eso ya lo ha entendido el país. Seguir manejando la falacia de la guerra y de la paz es simplemente tratar de engañar a los colombianos, y los colombianos no se dejan engañar.

¿En caso de que las Farc hipotéticamente no accedan a esas condiciones, el proceso se acabaría?

Lo primero es lo primero, y lo primero es hacer esa evaluación. Lo primero es informarles a los colombianos esa evaluación, y lo primero es, en el primer mes de gobierno del presidente Óscar Iván Zuluaga, plantear esas exigencias, que siempre se han hecho como condición inamovible para negociar.

Ah, ¿podría continuar?

Claro que sí, por supuesto que habría la posibilidad de hacerlo, siempre y cuando se cumplan las condiciones que son absolutamente indispensables para continuar con el diálogo.

¿Cuál es la diferencia entre ustedes y Santos sobre paz?

Los colombianos van a decidir si apoyan las conversaciones en medio de las balas y de las bombas; las conversaciones en las que se habla de paz en Cuba mientras simultáneamente las Farc hacen terrorismo contra los colombianos en nuestra patria, como lo propone Santos, o las conversaciones sin terrorismo simultáneo en Colombia, de Zuluaga. Los colombianos van a decidir entre las conversaciones con elementos de impunidad, como se desprende del Marco Jurídico para la Paz de Santos, o la paz con justicia y cárcel para los miembros de las Farc, culpables de delitos de lesa humanidad, genocidio y crímenes de guerra, que hará Zuluaga. Los colombianos van a decidir entre la paz con participación política de las Farc, de Santos, o la paz sin participación política de los miembros de las Farc, culpables de los delitos de lesa humanidad, genocidio y crímenes de guerra. Esa es la diferencia.

¿En síntesis, cuál es la propuesta de seguridad?

Esa es una de las principales preocupaciones de los colombianos en las grandes ciudades, medianas, pequeñas y en las zonas rurales. Y para hacerle frente a ese fenómeno que ha crecido en el gobierno de Santos, lo que haríamos sería recuperar el liderazgo presidencial en esas materias, mejorar el pie de fuerza en la Policía y el Ejército.

También hay que trabajar mucho en el acercamiento de la ciudadanía con las autoridades, que es un elemento central para mejorar la seguridad y acudir a los medios tecnológicos. Hay que inundar de cámaras y de sensores de sonido las ciudades; esto contribuye mucho al mejoramiento de la seguridad.

Hay que poner en marcha planes ambiciosos de desarme, trabajar para que las unidades de planeación de las ciudades, en el momento de expedir licencias, tengan en cuenta elementos relacionados con la seguridad y mejorar la capacidad técnica y tecnológica de respuesta de las autoridades para hacerles frente a esos fenómenos. Y hay que trabajar, incluso, en el sector educativo, en la generación de elementos de convivencia, de valores, porque ello facilita la buena relación entre los asociados de distintas comunidades.

Y, obviamente, trabajar muy fuerte en los factores aceleradores de violencia, como el consumo de drogas y el excesivo consumo de alcohol.

Usted viene de negociar el Tratado con Europa. ¿Es partidario de impulsar los TLC con Japón, Corea y China? ¿Hay que frenarlos?

El doctor Óscar Iván Zuluaga ha dicho con toda claridad que durante su gobierno no se van a negociar nuevos TLC. Todo el esfuerzo se va a dirigir a tomar las medidas que corresponda para efecto de aprovechar las ventajas en muchos campos, que se desprenden de los acuerdos de libre comercio que ya se han negociado.

El rol del presidente Santos frente a Venezuela ha sido aproximarse, comprender su situación y ser su aliado. ¿La estrategia del uribismo es lo contrario?

Todos los países del mundo consideran prioritaria la relación con sus vecinos. Esa es la tradición y práctica de la política exterior. En el Gobierno de Óscar Iván Zuluaga se tratará como prioritaria la relación con los vecinos; eso implica además toma de medidas en favor de las zonas fronterizas colombianas para efecto de facilitar sus mejores condiciones. Y con respecto a Venezuela, la posición es la siguiente: vamos a seguir teniendo muy buenas relaciones con el pueblo venezolano y queremos buenas relaciones con el gobierno venezolano; pero, para que esas buenas relaciones sean posibles, ese gobierno debe dejar de servir de refugio al terrorismo.

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