Hernán Darío Velásquez Saldarriaga, alias ‘El Paisa’

Hernán Darío Velásquez, mejor conocido como ‘El Paisa’, es uno de los líderes guerrilleros de la antigua guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del cual, actualmente, se desconoce su paradero exacto después de que declarara sus inconformidades frente a la implementación del Acuerdo de Paz junto con algunos de sus compañeros de partido.

A mediados de julio de 2018, en compañía de Iván Márquez, abandonó el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) de Miravalle, en San Vicente del Caguán, Caquetá, donde se concentraba junto con otros 100 excombatientes. Se presume que ‘El Paisa’ se ha alejado de Caquetá y que, actualmente, se encuentra custodiado por un fuerte esquema de seguridad en Venezuela, alrededor de la cuenca del Río Orinoco.

En medio de esta situación, la Justicia Especial para la Paz (JEP) ha ordenado su captura, reactivando 18 órdenes de captura en su contra y una recompensa de hasta 3.000 millones de pesos por su paradero.
Historia

Aunque se desconoce su fecha de nacimiento, Velásquez es oriundo de Remedios, Antioquia, pero se crio en Medellín. Allí se hizo hombre de confianza del mismo Pablo Escobar, en el Cartel de Medellín, lo que le permitió adquirir conocimientos de tráfico de armas y drogas, así como el movimiento criminal en un área urbana.

Fue capturado en 1989 en medio de la famosa ‘Operación Jamaica’ con 1000 fusiles y 250 morteros, cuando intentaba hacer efectiva la entrada de un cargamento de armas pagado con cocaína.[1] Es desconocido también cómo obtuvo su libertad, pues existen rumores de que se fugó de la cárcel, lo cierto es que en 1993 emprendió el camino a la selva del sur del país, donde operaba el Bloque Oriental de las FARC, para comandar la recién creada columna móvil Teófilo Forero, un cuerpo de élite conformado para proteger al Secretariado de esa guerrilla.

Apadrinado por ‘Mono Jojoy’, el entonces comandante del Bloque Oriental, El Paisa se abrió camino en la guerrilla fácilmente.

Las FARC, que para comienzos de 1990 no habían consolidado su presencia en el área urbana (todavía no se hacía presente el poder de los Comandos Armados del Pueblo, las FARC y el ELN en ciudades como Medellín), aprovechó la red de contactos de Velásquez para asentarse en estos territorios.

Velásquez que había servido como sicario en el Cartel de Medellín, había hecho su prontuario como un mando urbano, situación por la que también era cercano al narcotráfico y a redes delincuenciales. Las habilidades adquiridas durante esta época le permitieron abrirse camino dentro de la guerrilla.

La violencia de El Paisa también fue determinante a la hora de comandar la nueva estructura guerrillera Teófilo Forero, pues, según dicen, no le temía a nada.

Con el inicio de los diálogos entre el gobierno de Andrés Pastrana y la guerrilla, la columna centró su esfera de influencia y acción en el departamento del Huila, en el municipio de Algeciras, pasando por San Vicente del Caguán (donde estaba ubicada la zona de distención), El Doncello y Puerto Rico. Después de eso, la estructura permaneció allí, asentándose en la cordillera oriental.

La importancia de “El Paisa”, entonces, tiene lugar en un momento de fortalecimiento militar de las FARC. Este fortalecimiento militar está a cargo del Bloque Oriental y en segundo lugar del Bloque Sur. El primero a cargo de su padrino de guerra: el “Mono Jojoy”. El segundo era su principal sombrilla, es decir, su retaguardia, de la que seleccionaba sus principales hombres élite para su estructura.

La lista de acciones comandadas por El Paisa están entre las más cruentas de este capítulo del conflicto colombiano, empezando por el asesinato de Diego Turbay Cote y su familia en el año 2000. A esto le siguió la famosa toma del edificio de Miraflores, el atentado al Club El Nogal en Bogotá en 2003 y el secuestro de los 12 diputados del Valle del Cauca.

Tras la muerte de El Mono Jojoy y ‘Alfonso Cano’, en 2010 y 2011 respectivamente, el Plan Renacer de las FARC busca todo el oxígeno posible para resistir a estas bajas militares. Así, la Columna Teófilo Forero cobra una importancia dentro de las FARC como unidad guerrillera de alto valor estratégico y militar.

Como consecuencia, en 2013 fue creada la Fuerza de Tarea Júpiter exclusivamente para combatir a Velásquez y su estructura, que tenía a los guerreros más fuertes de los frentes 13, 14, 15 y algunos del 49, al tiempo que las fuerzas especiales de Policía y Ejército estaban tras su pista y la de su estructura.

Debido a su importancia, El Paisa pasó integrar el Estado Mayor Central de las FARC, al tiempo que el inicio de la negociación con el Gobierno se hacía más tangible. Así, los rumores sobre las reservas que tenía frente a este proceso aumentaban, sembrando zozobra entre los miembros del Secretariado. Sin embargo, en abril de 2016 pasó a integrar la delegación de paz de las FARC en La Habana, desmintiendo su oposición al Proceso de Paz.

Después de la firma y la puesta en marcha del Acuerdo, El Paisa se concentró en el ETCR de Miravalle, en Caquetá. Hoy, su paradero es inexacto y sigue sin comparecer ante los organismos judiciales en concordancia con lo pactado en La Habana, poniendo en riesgo su permanencia dentro del proceso, situación que ya es tangible, pues la JEP ordenó su captura.

Actividad Criminal

Por su ubicación, las actividades criminales relacionadas con El Paisa estuvieron intrínsecamente ligadas a ciertas fases del narcotráfico, particularmente el gramaje, la custodia de cultivos ilícitos y la seguridad de cargamentos de cocaína.[2] Sin embargo, la constante persecución y enfrentamientos con la Fuerza Pública dificultaron cada vez más el control de la Columna Teófilo Forero sobre esta economía criminal.

Siendo así, esta estructura guerrillera obtenía importantes recursos provenientes de la extorsión y el secuestro, que se convirtió en su principal economía criminal. En su zona de control, mantenía un sistema de tributación organizado por individuos o gremios según la disposición de estos en el territorio.[3]

‘El Paisa’ logró en su momento tener recaudos de hasta 2.000 millones de pesos, sin embargo, para 2016, esta suma no superaba los 200 millones de pesos.[4]

Geografía

Durante su etapa en la guerrilla, logró acomodarse en el territorio que va desde Caquetá hasta el Huila, a lo largo de la Cordillera Oriental. Los municipios de San Vicente del Caguán, Puerto Rico, Algeciras, Campoalegre, Neiva, La Uribe, Baraya, Colombia, Mesetas y San Juan de Arama fueron su fortín hasta su traslado a La Habana en 2016.[5]

Con la concentración en Miravalle en San Vicente del Caguán, ‘El Paisa’ permanecía en territorio familiar. Sin embargo, tras la captura de Zeuxis Pausias Hernández Solarte o ‘Jesús Santrich’, Velásquez abandonó el ETCR y se internó en la selva sin dejar rastro alguno, argumentando que no había garantías para él o sus copartidarios dentro del proceso de paz. Hoy en día se presume que está entre Venezuela y Arauca, respaldado por un fuerte esquema de seguridad mientras la tensión por su desaparición aumenta.

Aliados y enemigos

Durante su etapa en la guerrilla, Velásquez entabló una relación muy cercana con El Mono Jojoy, comandante del Bloque Oriental que premió el coraje de El Paisa en el combate. Incluso llegó a ser muy cercano a Manuel Marulanda, alias ‘Tiro Fijo’, fungiendo como jefe de seguridad del máximo comandante guerrillero.

Hoy día, su relación más cercana es con Luciano Marín, más conocido como ‘Iván Márquez’, quién también se encontraba en el ETCR de Miravalle y con quién se presume está reunido desde que dejaron dicho espacio de concentración. Ninguno de los dos ha acudido a las instancias judiciales pactadas en el Acuerdo, por lo que se dibujan como aliados durante este proceso de evasión.

Ante esta situación, el gobierno de Iván Duque ha presentado las respectivas alertas ante un regreso de ‘El Paisa’ a la vida criminal, sin embargo, hasta el momento no se ha obtenido ninguna información de que pudiera estar cooperando con estructuras disidentes.

Perspectiva

La desaparición de El Paisa, en compañía de Iván Márquez y ‘Romaña’, entre otros excombatientes, es uno de los mayores obstáculos para la implementación del Acuerdo. La importancia de Velásquez para el aporte a la verdad es fundamental para revestir de legitimidad a la JEP, instancia a la cual no ha acudido hasta el día de hoy, pero que urge de mostrar avances en las investigaciones que adelanta.

Sus diferencias con la administración Duque solo han reforzado la discordia entre los excombatientes y el gobierno. Las amenazas del ejecutivo ante información que pueda vincularlo nuevamente con actividades criminales no han tenido el efecto esperado y El Paisa continúa en la clandestinidad. No habiéndose presentado ante la JEP para responder por el Caso 001 sobre secuestro, la posible asistencia el 2 de may, 2019 de Iván Márquez podría dar luces sobre las intenciones de El Paisa y el resto de los excombatientes.

Por otra parte, la reciente orden de captura en su contra termina por agravar la situación de su ausencia en la JEP, el organismo quien ha emitido el dictamen. En este contexto, pocas alternativas quedan para el El Paisa, quien vuelve a estar en situación de irregularidad.

[1] Fiscalía General de la Nación. Documento protegido.

[2] InSight Crime. Documento protegido.

[3] Ibíd.

[4] Fiscalía General de la Nación. Documento protegido.

[5] InSight Crime. Documento protegido.

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