Humor dentro de la guerra

Hace algunas semanas el Gobierno Nacional quiso romper el hielo entre las relaciones cortadas con la Procuraduría. Las preguntas del procurador Alejandro Ordóñez al proceso de paz que se discute en La Habana entre el Gobierno de Santos y los jefes terroristas y narcotraficantes farianos, fueron respondidas por Juan Manuel Santos con desplantes de “No se meta que yo soy el que está negociando, yo soy el jefe del Gobierno”. Y algo así como “las sotanas no deben interferir”. Haciendo chistes con el confesionalismo religioso del procurador.

El procurador le respondió: “Serénese, señor presidente que me voy a seguir metiendo en los diálogos, porque es la Constitución la que me ordena intervenir y yo soy el representante del Ministerio Público. Ni usted ni los diálogos son soberanos, ni están por encima de la ley ni de la Carta Magna”.

Pero el Gobierno representado por el superministro Néstor Humberto Martínez, quiso hacer un acercamiento al recio y firme procurador y en un acto público, con una intervención amable y llena de gracejos del hijo del inolvidable maestro “Salustiano Tapias”, el doctor Martínez Salcedo, humorista de la televisión colombiana; el ministro, decíamos, le puso en su solapa al doctor Ordóñez la paloma de la paz, un pájaro regordete, dibujado por el maestro Botero.

El procurador aceptó el “homenaje” con cultura y amabilidad, pero cuando se descuidaron los asistentes, se quitó la paloma y se la guardó en un bolsillo. Un periodista que se dio cuenta se le acercó y le preguntó.

– Señor Procurador, ¿por qué se quitó la “paloma de la paz”? ¿No le gustan los diálogos?

– Amigo periodista, las palomas de la paz no se hicieron para posar en las solapas de los funcionarios y menos en la solapa del procurador. Dígales a sus lectores que la eché a volar en busca de la paz. O si prefiere, cuénteles que me la guardé en un bolsillo de la sotana.

Hasta para la guerra hay que tener elegancia y sentido del buen humor. Cuenta Rafael Mojica que una vez estaba Jorge Luis Borges discutiendo con un escritor joven y este le advirtió:

– Claro maestro que en política nunca nos vamos a poner de acuerdo, porque le cuento que yo soy peronista:

– Cómo que no amigo, ya ve usted qué fácil nos ponemos de acuerdo. Fíjese usted que yo también soy ciego.

En nuestra patria necesitamos que haya un equilibrio entre los poderes institucionales, y si tenemos un presidente que ciegamente quiere entregarles el poder que le dimos los colombianos con el voto a los terroristas comunistas, es bueno que tengamos por gracia de Dios, un procurador con mil ojos, como Argos, para hacerle ver las cosas.

ÑAPA. Un grupo de historiadores y yo defendemos la fundación del pueblo San Lorenzo de Aburrá, del Poblado, en marzo de 1616, por Francisco Herrera Campuzano, enviado por la Real Audiencia de España. Otros dicen que Medellín solo se fundó cuando la Reina de España le concedió el título de Villa de la Candelaria de Medellín en 1675. ¿No se podrán celebrar ambas fechas? Los cuatrocientos años son en marzo del año entrante. Los trescientos cuarenta son este año en noviembre.

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