Inflación se acelera

La inflación en lo corrido del año alcanza niveles altos y los precios de los alimentos están al alza. Esto complica el manejo monetario y obliga al Gobierno a adoptar medidas eficaces.

Según el Dane, durante febrero la variación del IPC fue de 1,15 por ciento, guarismo que resulta muy superior al registrado un año atrás (0,63 por ciento). De esta forma, en los dos primeros meses de 2015 la inflación total es de 1,80 por ciento y para el período marzo de 2014-febrero de 2015 es de 4,36 por ciento.

Estos resultados indican que en lo corrido del año la inflación supera en más de un 50 por ciento los niveles alcanzados en igual período de 2014. Adicionalmente, esta se ubica por encima del límite superior (4,0 por ciento) del rango establecido por el Banco de la República.

La mayor presión sobre el nivel de precios proviene del grupo de alimentos. Así, durante el período marzo de 2014-febrero de 2015 la variación de este grupo fue de 6,77 por ciento y su contribución a la inflación total fue de 1,90 por ciento.

Aunque algunos productos importados (como el arroz y otros cereales) presentan incrementos importantes, los alimentos no transables (como los tubérculos, los plátanos y las hortalizas) no se quedan atrás.

No obstante que en los mercados internacionales los bienes agrícolas presentan tendencia a la baja, la fuerte devaluación registrada (la divisa se mantiene con cotizaciones por encima de los 2.600 pesos) ha impactado los precios al consumidor.

Igualmente, el ciclo de producción de los bienes no transables (como la papa) y la situación del clima (como en el caso de las hortalizas) han generado presiones adicionales sobre los precios.

Aunque los datos de inflación de febrero se ubican muy por encima de los esperados, diversos analistas se muestran confiados en que el fenómeno actual responda a la estacionalidad propia de los primeros meses del año y que, por tanto, para el segundo semestre el nivel de precios retorne a valores cercanos al 3,5 por ciento.

Sin embargo, los actuales niveles de inflación hacen pensar que la situación económica del país se puede estar complicando más de lo esperado y que hay fenómenos subyacentes (como la caída en los términos de intercambio y el creciente déficit en la balanza comercial) que están haciendo que las cosas resulten más difíciles de lo previsto.

En este sentido algunos especialistas señalan cómo la inflación sin alimentos y la de transables presenta una aceleración importante.

En particular, en las minutas de la Junta Directiva del Emisor se dice que, dada la depreciación acumulada a febrero de 2015, se presenta el riesgo de que la variación del grupo de bienes transables sin alimentos ni regulados sea mayor a la esperada.

Si estos riesgos se concretan, existe la posibilidad de que las expectativas de inflación sean impactadas, lo cual traería efectos más persistentes sobre el nivel de precios. En este escenario la Junta del Banco de la República se verá forzada a definirse sobre la oportunidad, la dirección y la magnitud de un eventual ajuste en las tasas de interés.

Esto se da en medio de la recuperación económica de Estados Unidos y de las especulaciones alrededor del momento en que la Reserva Federal dé inicio al alza en la tasa de referencia.

Mientras se adoptan medidas en el campo monetario, el Gobierno debe actuar para evitar mayores presiones inflacionarias, para lo cual no solo debe revisar la política agrícola sino tomar acciones efectivas para aumentar las exportaciones diferentes a las mineroenergéticas.

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