Ingenuidad en Colombia frente al voto electrónico

Después de pasar varias horas conversando con compatriotas venezolanos expertos sobre el sistema electoral electrónico, particularmente sobre las elecciones en Colombia de 2014, y muy especialmente sobre la llamada biometría, que en Venezuela llamamos la capta huellas, y a raíz de muchas inquietudes y temores que me surgieron cuando asistí al evento llamado Proceso Electoral.

Allí escuché con mucha atención a diferentes personalidades que tiene que ver con las elecciones colombianas como Carlos Ariel Sánchez Torres (Registrador Nacional de la Registraduría Nacional del Estado Civil), Pablo Gil de la Hoz (Presidente del Consejo Nacional Electoral) y Alfonso Portela (Registrador delegado en lo Electoral), entre otros. He llegado a la conclusión que el gran fraude electoral en Colombia "ya se inició" y tendrá sus primeros resultados fraudulentos en las elecciones al Congreso de la República (Marzo) pudiendo tener como consecuencia una adulteración de los resultados electorales para beneficios de quienes gozan de la simpatía del castro-comunismo cuyos títeres manejar una muy buena parte de las elecciones de 2014 ya muy fuerte en esta tierra, particularmente en el poder judicial y en la misma Registraduría (con tinte samperistas).

Pero lo que más me sorprende es la tremenda ignorancia y, por qué no decirlo, la indiferencia de líderes demócratas que deberían haber estudiado a fondo el tema electoral electrónico y no lo han hecho debidamente.

Como una gran revelación tres importantes personalidades políticas con visible alegría me revelaron que tenían la "seguridad" que no habría en mayo en las elecciones presidenciales el llamado voto electrónico y después de las conversaciones con mis paisanos sobre este proceso electoral aunque hipotéticamente no utilicen el voto electrónico que de paso le escuche al Registrador Delegado "el voto electrónico viene para quedarse" no hace falta debido que con la inocente y bien vendida biometría bastaría para tumbarle a los demócratas algunos senadores y representantes el Congreso en marzo y ganar la reelección del candidato de la Habana en mayo.

En cierta medida me siento impotente, como arando en el mar, ya que la ignorancia, la ingenuidad, la indiferencia de muchos tendrá lamentables consecuencia y un alto precio para el mundo demócrata latinoamericano y del mundo y ese precio se llama Colombia.

25 de febrero de 2014

Por: Antonio Nicolás Briceño Braun

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