Isagén: se les fueron las luces

Los delicados procesos judiciales, disciplinarios y fiscales ponen a tambalear la venta.

Arrogancia, terquedad, desdén por la opinión ciudadana y los órganos de control, confianza en que la ‘mermelada’ es capaz de torcer cualquier mayoría parlamentaria y unas finanzas públicas destrozadas son ingredientes de una mezcla fatal que condujo a que se concretara la “subasta de uno” para vender las acciones de Isagén. Tampoco valieron argumentos como los de Manuel Rodríguez sobre nuestra soberanía energética y ambiental.

La adjudicación, lejos de apaciguar las aguas, incrementó la tempestad y activó muchos y complejos frentes de controversia. Las preguntas sobre Brookfield se multiplican cada día, al punto de que la senadora Viviane Morales dejó constancias para evitar que, si mañana la operación se anula o se cae, Brookfield pueda demandar a Colombia.

Las entrevistas que la fiscalía de São Paulo concedió a cadenas radiales colombianas contradicen lo que afirmaron los señores Shah y Goldgut, de Brookfield, al director de ‘Portafolio’, en las que dijeron que las investigaciones sobre sobornos en Brasil ocurrieron hace siete años y que no tenían fundamento. El fiscal Antonio Marques, muy por el contrario, indicó que hay expedientes abiertos por sobornos y corrupción. ¿Quién miente?

Pero hay más. El propio fiscal Marques refiere que la Policía de Canadá inició una investigación, y el senador Jorge Robledo ha publicado que Brookfield ha sido investigado en Estados Unidos y en sus enlaces, derivados de la revista ‘Semana’, se advierte que las investigaciones han corrido por cuenta de la SEC, el Departamento de Estado y el de Justicia… por presuntas violaciones de la ley contra prácticas corruptas en el extranjero.

Aunque dicha pesquisa fue cerrada en el 2015 –sigue el documento citado por Robledo–, (…) la SEC confirmó que a partir de septiembre pasado algunos procedimientos estaban en curso (…) por lo que al parecer Brookfield tiene una averiguación separada y sin resolver. Dada la divergencia de versiones, resulta indispensable que Brookfield le diga la verdad a Colombia, entre otras razones porque, dependiendo de esas investigaciones, se podría comprometer la habilitación que consiguió para participar en la puja, que no fue puja.

Siguen las preguntas. ¿Esta operación se hará también desde Barbados? ¿Qué participación tuvo Tony Blair, o miembros de su equipo, en este proceso? ¿Qué relaciones o diálogos pudieron presentarse directa o indirectamente entre Brookfield y Colbún, la otra interesada? ¿Cuál es la verdad sobre las circunstancias de tiempo y modo en los diálogos entre Colbún y el Gobierno?

Recogen firmas para una moción de censura contra Cárdenas, después de que más de 70 senadores le habían pedido que desistiera de esta operación; el representante Edward Rodríguez advierte sobre nuevas demandas, y Antonio Navarro interpondrá hoy una acción popular que se sumará a las demandas sin resolver ante el Consejo de Estado interpuestas por Justicia Tributaria y un grupo de parlamentarios de distintos partidos, entre quienes, además de los ya mencionados, se encuentran Iván Duque y Sofía Gaviria.

Las competencias de Procurador y Contralor se han activado, y tendrán que iniciar sendas investigaciones en lo disciplinario y lo fiscal. El asunto del detrimento patrimonial requerirá estudio profundo, pues a los argumentos sobre la valoración que ampliamente ha presentado el Gobierno se contraponen los presentados por Álvaro Uribe: el kilovatio en proyectos nuevos cuesta hoy más de 2.000 dólares, y los vendieron por alrededor de 1.000; la vertiginosa devaluación en proporción significativa se la ganó Brookfield, y la referencia al ebitda antes de que Hidrosogamoso y Amoyá entraran en plena operación resultaba errada.

Ya veremos qué sucede en todos estos frentes. Lo único cierto es que el segundo tiempo de este partido apenas está comenzando. Pronóstico reservado.

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