Iván Duque: «Estoy orgulloso de ser uribista»

El candidato del Centro Democrático, que lidera el expresidente Álvaro Uribe, aseguró que es «fiel» a su mentor y que no le dará la espalda si llega el poder, de lo que se acusa al presidente Juan Manuel Santos.

El actual presidente de Colombia Juan Manuel Santos llegó al cargo impulsado por el expresidente Álvaro Uribe Vélez, pero una vez instalado en el poder decidió romper relaciones con su mentor. Hoy el escenario político nos muestra a Iván Duque, un joven que milita en el partido Centro Democrático, liderado por Uribe, quien afirma que se siente “orgulloso de ser uribista” y que si los electores le permiten ser presidente trabajará en “equipo” con el promotor de su candidatura.

Duque habló con DIARIO LAS AMÉRICAS desde Bogotá. Su punto de vista sobre la posición asumida por Santos cuando se le abrieron las puertas de la Casa de Nariño, sede del Gobierno colombiano, ofrece un respiro a quienes apoyan su aspiración. “Yo no tengo actitudes vergonzantes en la forma en como hago política. Estoy orgulloso de ser uribista, estoy orgulloso de pertenecer al partido Centro Democrático, y lo que buscamos con el expresidente Uribe es trabajar en equipo”, dijo.

Pero, además, Duque enfatizó que una de sus tareas como eventual mandatario de los colombianos durante el periodo 2018-2022 es que Uribe “encabece la bancada de Gobierno en el Congreso, para que trabajemos en conjunto, y que él lidere las reformas que Colombia necesita”. Este es otro “aliento” para aquellos que ven en Uribe, y su partido político, un “freno” a la posibilidad de que el llamado “socialismo del siglo XXI” incursione en ese país encarnado en el izquierdista Gustavo Petro, segundo en las encuestas.

Las elecciones en Colombia están programadas para el próximo 27 de mayo, y al menos cuatro encuestas de firmas reconocidas a nivel internacional dan como ganador a Duque, cuyo nombre fue escogido en diciembre pasado a través de una consulta interna para representar a su movimiento político en un proceso electoral que evidencia una fuerte pugna entre izquierdistas y derechistas.

Pese a las dudas que aún persisten en un pequeño sector de la derecha, Duque sostuvo que es “fiel” a su orientador. Cabe señalar que el candidato hizo parte del Gobierno de Uribe como miembro de su equipo económico. Asimismo, fue asesor y asistente del expresidente en la Organización de Naciones Unidas (ONU).

“No seré títere de Uribe”

Pese a la “lealtad” que Duque dice profesar por Uribe, quien luego de ser presidente durante dos mandatos se convirtió en el senador con mayor votación en la historia de Colombia, el aspirante a suceder a Santos afirmó en palabras tajantes que no será “un títere de Uribe”.

Y agregó: “Aquí voy a citar unas palabras del expresidente Uribe, refiriéndose a mí: ‘Es un hombre muy inteligente, con una gran personalidad y muy bien preparado. No será un títere de Uribe, mucho menos de las FARC y tampoco del castrochavismo. Iván Duque es un hombre coherente con sus convicciones democráticas y gobernará de acuerdo con el programa que les presentó a los colombianos’”.

Además de hablar en defensa de Duque, el expresidente Uribe ha criticado a sus opositores por esa insinuación que –según manifestó– le parece “una forma baja de hacer política”. Petro, al iniciar en firme su campaña en marzo pasado, habló de “un títere” y “el titiritero mayor”, en clara alusión a su rival Iván Duque y al senador Álvaro Uribe.

“Las FARC engañaron al país”

Por el lado del acuerdo de paz con las FARC y los hallazgos posteriores al pacto firmado por el presidente Juan Manuel Santos, el candidato uribista aseguró que los cabecillas del grupo guerrillero deben perder “todos los beneficios penales sobre la base de haber engañado al país”.

Desde la óptica de Duque, hay “armas y dineros escondidos” que no fueron entregados al Estado colombiano para su destrucción o la reparación de las víctimas del conflicto armado, además de que algunos de sus líderes, entre los que citó a alias Jesús Santrich, habrían seguido vinculados al negocio del narcotráfico.

“Si el país conociera hoy cómo funcionaba el cartel de las FARC, cuáles eran sus rutas, con qué socios, cuál era la relación con el cartel de Sinaloa, el caso del señor Santrich, que fue solicitado en extradición por una corte de los Estados Unidos, no hubiera sucedido”, aseveró.

Y añadió: “En todo caso, tiene que haber una valoración, pero ante la evidencia concluyente, quienes hayan delinquido, deben ser procesados. Yo le he pedido al señor fiscal general de la nación que le informe al país si hay otros cabecillas que están participando en ese tipo de acciones”.

Duque acotó que durante sus primeros días de gobierno, si llegase a ganar las elecciones, “exigiré a las FARC que entreguen toda la información de sus vínculos con el narcotráfico, y extraditaré [a EEUU] a quien siga en el narcotráfico”.

Duque se mostró de acuerdo en someter a una “revisión profunda” el acuerdo de paz suscrito con el que hoy es el grupo político Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), que decidió mantener la sigla con la que mantuvo en vilo a los colombianos por casi seis décadas.

Cuba, Venezuela y Nicaragua

En cuanto a la relación que tendría con países como Cuba, Venezuela y Nicaragua, Duque señaló que “no seremos indiferentes a denunciar abusos al derecho internacional por parte de gobiernos que pretenden oprimir a sus pueblos”.

Dijo también que se propone defender “el sistema interamericano y la integración comercial”, pero –subrayó– no seremos cómplices de la indiferencia de UNASUR con lo que acontece en Venezuela, país que atraviesa por la mayor crisis en toda su historia.

Colombia es el mayor receptor de venezolanos que huyen de la pobreza y la violación de los derechos humanos en su país. “Debemos atender a nuestros hermanos venezolanos, pero no podemos absorber solos la crisis migratoria. Proponemos la creación de un fondo humanitario de asistencia, con participación de países de la región, que permita la atención en salud y asentamiento”.

Respecto a Nicaragua, en donde la población ha salido a las calles para exigir la renuncia del gobernante Daniel Ortega, el candidato presidencial se mostró preocupado por un nuevo intento de ese país en aras de ampliar su plataforma continental “poniendo en riesgo más territorio colombiano”.

Si bien un fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya reconoció la soberanía de Colombia sobre los cayos de Albuquerque, Este Sudeste, Roncador, Serrana, Quitasueño, Serranilla y Bajonuevo, el tribunal también anunció que corresponden a Nicaragua extensas zonas de las aguas que rodean a los cayos de Quitasueño y Serrana.

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