¿Izquierda o Siniestra?

La historia de un poco más de 50 años de los siniestros personajes que hoy hacen política desde La Habana, nos muestra claramente que ellos son en verdad los generadores de noticias aciagas, funestas, amargas, deplorables, fatídicas, lúgubres, tétricas, trágicas, perversas, espeluznantes, aviesas, indignas, para no usar sino unos pocos sinónimos de esa “siniestra” forma de manejar las cosas, que estos delincuentes quieren imponer como forma de gobierno en nuestro país.

La escasez de argumentos de esos narcoterroristas deriva en un ataque permanente a las personas que, de una u otra forma, no compartimos esos idilios enfermizos entre el Presidente y sus amiguitos, de tiempo atrás y no desde hace cuatro añitos, que se mantienen apoltronados en La Habana repartiendo mandobles a la diestra porque a la “siniestra” no les conviene, ya que se darían en la cara y golpearían innecesariamente a quienes se dedican a pregonar las bondades y el paraíso que tendremos, cuando lleguen al poder con la aquiescencia de ilusos parlamentarios, cuyo panorama llega hasta el monto del dinero proveniente de los recursos públicos que se embolsillarán.

Esa oleada de corrupción galopante proveniente del Gobierno Central ha permeado la conciencia de muchos personajes que ven en estos ríos de dinero sucio, la oportunidad de conseguir lo suficiente para impulsar la instauración de un régimen totalitario que incremente la pobreza del pueblo, para después con migajas acabarlo de embrutecer, cercenando la iniciativa privada y controlando la producción de manera que la escasez sea una forma de vida.

La buena simiente si no tiene arraigo ancestral, no es perenne y desaparece cuando quienes la portan pierden sus principios y se dedican a devengar las mieles del dinero fácil que llega a borbotones de la corrupción; por eso vemos a los descendientes de un prohombre, asesinado por las mafias, abogando para legalizar la droga y declarar delincuentes políticos a los pares de los asesinos de su antecesor.

En Colombia tenemos unos pocos que se dicen de izquierda, para reforzar esa imagen defienden un proceso que se amorcilla cada día y para revivirlo se inventan o propician secuestros de generales y además, a través de los medios vendidos al dueño de la mermelada, intentan mantenerlo vigente y en la cabeza de los colombianos.

Para muchos colombianos, en las anteriores elecciones el 50 % de los votantes, es diabólica esa decisión de mostrarle al mundo su talante, cuando se propicia la llegada del elefante a Unasur, un organismo internacional de pipiripao, en donde la “siniestra” campea por sus fueros y se convierte en una sociedad autoprotectora: yo te nombro y olvido tu pasado, tú me defiendes y me ayudas a decir menos burradas maduras y patibularias.

Postre: Muchas palabras en este comentario son acordes con la “siniestra” intención de llevarnos al matadero.

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