Jaime Restrepo Restrepo: un jurista con carácter y convicciones

Leo en El Espectador una estupenda entrevista que concedió Jaime Restrepo Restrepo, defensor de derechos humanos, presidente de la asociación de víctimas civiles de las Farc y quien actúa como apoderado en numerosos casos de persecución político-judicial contra el uribismo.

Entre muchas, encontré estas afirmaciones que comparto con los visitantes de pensamientocolombia.org:

Llevo años como representante legal de la ONG Asociación de Víctimas Civiles de la Guerrilla Colombiana (AVCGC) (…)  he tenido acercamiento, no sólo con Olivo Saldaña, sino también con otros comandantes de alto nivel que han venido contando la verdad, como alias Samir y alias Manicortico.

En una conversación que tuvimos (con Olivo Saldaña) noté que estaba preocupado porque, aunque había denunciado en Justicia y Paz una cantidad de delitos muy graves, la administración de justicia había brillado por su ausencia. No se habían compulsado copias y los crímenes denunciados seguían en la impunidad.

Siempre dijo (Olivo) que la desmovilización había sido legal y que él mismo la había promovido. De hecho, me dio un argumento que para mí es muy válido: él se desmovilizó estando privado de la libertad, con la compañía Norma Patricia Galeano. Cuando pasó lo del frente Cacica La Gaitana él ya tenía los beneficios, la posibilidad de ser postulado y gozar por cinco u ocho años de los beneficios de la Ley de Justicia y Paz.

Si bien (Olivo) aseguraba que la desmovilización había sido legal, nosotros percibimos que hubo irregularidades con unos “colados” que fueron llevados por unos señores de apellido Pacheco Ramos. Fue entonces cuando él me manifestó de qué manera habían abusado de la buena fe, tanto del alto comisionado para la Paz, como de algunos militares que participaron en la parte logística y operativa para la desmovilización.

Hace dos o tres semanas a este señor (Saldaña) lo abordaron en la cárcel de Chiquinquirá. Lo presionaron y lo amenazaron. Los detalles estarán en la denuncia que instauró.

Él hizo la denuncia en términos muy generales. Luego de eso (supe) que iba a participar en el caso del Cacica La Gaitana como testigo de la Fiscalía. A mí se me hacía imposible y pensé que me llamaría, pues yo tenía comunicación con él por vía celular. (Olivo) me contó que ese lunes había estado en La Picota la señora Liduine Zumpolle. Me dijo que ella lo estuvo visitando, llevándole una razón de la Fiscalía, y diciéndole que se sometiera al principio de oportunidad y que colaborara con la justicia. Lo que no me dijo fue en qué consistía el negocio o qué le llevó la señora Zumpolle. Sé que ella no es abogada, entonces me imagino que la razón fue muy escueta y muy general.

Extrañamente, cuando solicité el ingreso a La Picota, dijeron que yo no estaba autorizado para entrar (…) que adentro había otro abogado hablando con él. Cuando le pregunté, Olivo me dijo que se llamaba Remberto, y que era un abogado que le había colaborado mucho desde que militaba con las Farc.

Estaban de visita Álvaro Agudelo, hermano de Olivo; la doctora Lorena, que es la apoderada suplente; un señor que ha sido como cercano a ellos, alias Boris, y yo. Le dije a Olivo: “Usted, mirándome a los ojos, dígame en qué posición está. Si no se asustó con el tigre, cómo se va asustar con el cuero. ¿O es que usted no me ha hablado claro? Entonces dígame qué es lo que está pasando, porque el que está poniendo el cuero en la calle soy yo y yo tengo familia y me pueden matar”. Entonces él se paró y me llevó a un lado, donde no escuchara nadie. Me dijo: “Es que la situación está muy delicada. Yo tengo mucho temor. A mí me llamó un paramilitar que es amigo mío hace mucho tiempo y que está privado de la libertad, pero no es un desmovilizado”. Él le dijo a Olivo que había un tema importante que hablar y que si aceptaba que un abogado fuera a hablar con él. Luego de eso fue una abogada, pero no tengo claro si entró a La Picota o entró a Chiquinquirá.

La señora le propuso a Olivo darle $1.000 millones para que declarara contra el doctor Luis Carlos Restrepo. Le entregarían primero en efectivo $400 millones y el resto se lo darían cuando él materializara la declaración en juicio contra el doctor Luis Carlos. Yo le exigí a Olivo el nombre de la abogada y me lo dijo, y también conozco el alias del paramilitar, un tipo muy polémico y del que han hablado los medios de comunicación muchísimo.

Yo no tomé la decisión de renunciar hace tres semanas porque en ese entonces la voluntad de Olivo Saldaña era permanecer firme en el proceso del Cacica La Gaitana, con la teoría de defensa que nosotros teníamos. Pero, cuando el jueves en la noche él llamó a la apoderada suplente y cambió su voluntad, yo decidí que no podía convertirme en cómplice de una infamia contra el doctor Luis Carlos y contra los militares que participaron en esa desmovilización. Por eso renuncié.

Hay un sector de paramilitares enviados a EE.UU. que se sienten traicionados con las extradiciones que realizó el gobierno de Álvaro Uribe y se quieren vengar del doctor Luis Carlos Restrepo. No es una apreciación mía. Olivo me dijo que detrás de eso hay extraditados que están interesados.

El viernes pasado, porque en la audiencia de imputación se presentaron delegados de tres ministerios para constituirse como víctimas, además del Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo.

No sólo soy representante de la Asociación de Víctimas Civiles de la Guerrilla Colombiana, también milito en ONG, soy vicepresidente del Comité de DD. HH. de la Federación Interamericana de Derechos Humanos, con sede en Washington, y representante de la Fundación Héroes Visibles, que pretende la salvaguarda política y jurídica de los policías y militares. Si bien en la Fundación no hacemos defensa de casos puntuales de falsos positivos ni de casos jurídicos de militares, sí tratamos de elevar propuestas al Legislativo para la salvaguarda de los militares y los policías.

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