La alcancía de Julito

No es Julito Sánchez-Cristo, el Julito invitado a esta columna. Voy al gobernador liberal de Sucre don Julito Guerra porque tiene el puesto en peligro. ¿Motivo? que pagó miles de libros que iban para los colegios públicos de Sincelejo. Libros que costaban siete mil pesos en el comercio sincelejano y autorizó pagarlos a setenta y cinco mil pesos cada uno. Ese ‘rebusque’ con el dinero público, la Contraloría lo fijó en 886 millones de pesos. Extra: tumbó el Procurador a Petro y de pronto tumban a Julito Guerra el gran feudal de Sucre. Punto.

Muy veloz Julito Guerra. El folclor en su más bella expresión. Para burlarse del lío, Julito pagó de su bolsillo y en efectivo los 886 millones. Un periodista le preguntó a ‘La mincha’ Berrocal, su principal asesora, ¿de dónde salieron los 886 millones en efectivo?, aleluya, ella respondió: “El gobernador Julito Guerra pagó en efectivo porque él desde chiquito tiene cinco alcancías, cinco marranitos gordos a los que todos los días, desde hace 75 años, les mete sus billetes y moneditas”. Gran patriota, pagó, reventó los cinco marranitos y salió a bailar champeta. ¿Calumnia de enemigos políticos? Opinen ustedes que son maliciosos e inteligentes y pagan impuestos.

Otra trampa a nombre de la cultura. En el Magdalena y Boyacá por compra tramposa de enciclopedias tumbaron a sus gobernadores. Vainas de una ‘tareíta cultural’ tramposa. Con el pretexto de surtir con libros y enciclopedias los colegios públicos, robaron millonadas. Con el noble cuento de hacer cultura, cine, han pasado cosas feas.

Quien los denuncia pasa a ser “Enemigo de la cultura”. Este columnista de parlamentario denunció, con serias pruebas, antipáticos derroches en el cine colombiano y los gastos culturales en el exterior. Se enfureció la ‘intelectualité’ capitalina. Hasta lanzaron un comunicado firmado por 99 ‘intelectuales’ llamándome “reaccionario enemigo público de la cultura”. Películas que recibieron millones de anticipo y nunca las filmaron. Caravanas culturales en turismo ‘Chic’ por Europa.

Los nombres de los recogedores de las 99 firmas, no los repito, son tiempos pasados e hicieron un ‘oso peludo’, hasta suplicaron a Alejandro Obregón, Fernando Botero, García Márquez y Álvaro Mutis que firmaran la protesta y no les aceptaron la cómica petición. Y como es verdad, lo cuento: Juan Manuel Santos como subdirector de El Tiempo me apoyó mucho en ese debate, hasta escribió un editorial irónico en su periódico sobre “los falsos Antonionis y Fellinis por cuenta del contribuyente”. Lo conservo. Y de final digo que el guerrillero ‘Conrado’ está bien en Cuba para que se cure y aprenda a cantar boleros al estilo Pablo Milanés o el inolvidable Boladenieve.

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