La Corte Suprema y el Terrorismo

En Colombia no somos cobardes, pero si sentimos recelo, y es razonable ante la evidencia de lo ocurrido a Luis Alfredo Ramos, y hace poco a Andrés Felipe Arias, a Bernardo Moreno, a Luis Carlos Restrepo y otros. Lo razonable es preguntar:   ¿Se vive con tranquilidad  en la Colombia de Juan Manuel Santos? ¿Es prudente no tener miedo en un país donde las altas Cortes, el Congreso, la empresa privada, las marchas  campesinas etc., están infiltradas por los narcoterroristas de las Farc y ELN?. Posiblemente. ¿Es natural no tener desconfianza en un país donde el Presidente Santos actúa con negligencia dándose cuenta como masacran los soldados y se hace el de la oreja mocha,  bajándose por las ramas, haciendo ofrecimientos que no podrá cumplir, ante los grandes problemas del país? ¿Se puede vivir sin temor ante unos Magistrados que utilizan su poder para saciar su odio y perseguir a los uribistas simplemente porque no doblamos la rodilla ante la mermelada, a pesar de nuestras limitaciones económicas? Sin ninguna duda, en un país como el nuestro tenemos que estar expectantes cuidando nuestra integridad y reconocer que sentir desconcierto es un acto de normalidad.

Lamentablemente el problema de algunos miembros de las altas cortes,  es su obsesión por las apariencias, y ante la avalancha del neopopulismo del poder, miro con asombro como la Corte Suprema de Justicia en sus despuntes negligentes asoma su odio en contra de los uribistas. Veo como en el filosofar callejero, urbano y académico siempre utilizan su música nauseabunda para saciar su mediocridad con cortina de humo al fondo. Me da tristeza,  ver a algunos magistrados  en forma sutil haciéndole el jueguito al Foro de Sao Paulo, que dio la vuelta por Argentina, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Venezuela, y en Colombia si no fuera por el uribismo, ya estaríamos dominados por Fidel y sus satélites.

Colombia anhela nuevamente un gobierno de Seguridad Democrática, el cual consideramos indispensable como la libertad sobre la ansiedad. Una libertad auténtica que nos invite a recuperar nuestros espacios como sociedad, pero no persiguiendo a personas de bien como Luis Alfredo Ramos y siendo permisivos con la farcpolitica, los que sí verdaderamente  delinquen sin ser  afectados y aún más, con el disfrute de ambientes como el de La Habana, donde delinquir es cómodo con la anuencia del Presidente Santos y sus laudatorios,  elevando pensamientos al ritmo de su fatídica mente y colocando  música  en medio de su literatura barata, de la mano con palabras obscenas de su filosofar existencialista.

¡Qué oscura está la noche! amanecerá muy pronto cuando pongamos en marcha el CENTRO DEMOCRATICO, porque la rebeldía del pueblo  es un derecho, cuando te quitan el tuyo para el goce de los malvados; todos queremos la paz, eso nadie lo discute. Las que necesitan referendo son las FARC, para legitimarse y mostrarse al mundo como un movimiento de angelitos de aceptación popular, al amaño, tamaño y forma de ellos. ¡Queremos la paz con justicia!.

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