La creación de riqueza

Los negocios suelen ser considerados como crueles e inhumanos. La caridad es considerada, con relativa frecuencia, como bondadosa y altruista por las religiones, las izquierdas a ultranza y sus gobiernos. La caridad la miran estos como éticamente superior a los negocios.

Esta visión no es equilibrada. Mientras la caridad sí ayuda a las gentes, los negocios suelen darles empleos dignos en las sociedades avanzadas, lo cual se considera hoy como la mayor contribución al bienestar de la humanidad. Casi todos los incrementos en el estándar de vida de las sociedades están relacionados con los negocios, la producción de bienes y servicios y el comercio de los bienes que las gentes valoran.

La creación previa de riqueza es indispensable para que la caridad tenga luego algo que distribuir. Los políticos y algunos religiosos tienden a olvidar que la existencia humana está siempre amenazada por la pobreza. La riqueza no ha sido hasta ahora el estado prevalente en la naturaleza. La riqueza la deben crear los negocios y las empresas. Son ellos la fuerza que nos impulsa a superar este designio cruel de la naturaleza.

Estamos prestos a aplaudir los subsidios cuando les ayuda a los verdaderamente necesitados; pero poco apreciamos el trabajo y la cooperación necesaria para elaborar, por ejemplo, un par de zapatos. Los ganaderos, los carniceros, los conductores de los vehículos, los empresarios, los ingenieros… todos estos realizan para fabricarlos, labores dignas de encomio.

Algún autor propuso como ejemplo de la creación de riqueza la humilde lavadora de ropa. Sí, en efecto, al disminuir las labores manuales requeridas para lavar las ropas se incrementó el tiempo que las madres pueden dedicarles a sus hijos, a su familia, a su trabajo. Quién inventó la lavadora de ropas, quienes la han rediseñado y mejorado, quienes han colaborado para construirla con mejores y más baratos materiales, todos ellos han contribuido a elevar el estándar de vida de la población.

Sin embargo, casi todos los inventos de los negocios tienen efectos tanto positivos como negativos. Los beneficios de los combustibles fósiles son innumerables. Pero la polución que causan en el medio ambiente no puede soslayarse. Magnífico se estima que se apoye combatir el deterioro causado por el hombre en el medio ambiente. Pero las enseñanzas también deberían evolucionar para racionalizar la explosión demográfica que contribuye a deteriorar el medio ambiente y a crear las grandes desigualdades que tanto censuran los propios culpables.

Conclusión. La creación de riqueza es un fenómeno exponencial que cambia el curso de la historia. Un empresario, una empresa multinacional pueden ser ambiciosos o egoístas; pero sus invenciones y las mejoras en sus productos, aun ocupando menos mano de obra, pueden terminar beneficiando la sociedad en formas extraordinarias. Ni los gobiernos, ni las religiones sobresalen por generar “utilidades hoy, olvidando que serán estas los empleos de mañana”.

Share on facebook
Facebook
Share on google
Google+
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn

Buscar

Facebook

Ingresar