La difícil promesa que Santos les hizo a 1,5 millones de pobres

En Colombia, 28 de cada 100 personas viven en condición de pobreza, según cifras publicadas por el Dane en marzo de este año. El mismo informe dice que 13 millones de colombianos son pobres y que ocho millones viven en pobreza extrema. Una de las metas del presidente Juan Manuel Santos, consignada en el Plan Nacional de Desarrollo, es erradicar la pobreza extrema, reducir la pobreza moderada y consolidar la clase media. Esto deberá suceder, a más tardar, en 2018.

El lunes pasado, cuando visitó el municipio de Ovejas (Sucre), Santos firmó una especie de cheque gigante que rezaba lo siguiente: “Me comprometo a reducir 1,5 millones de personas en pobreza en todas sus dimensiones”. El Presidente hizo el anuncio durante la rendición de cuentas del Departamento para la Prosperidad Social (DPS), entidad que coordina y ejecuta los proyectos para la superación de la pobreza y la inclusión social.

Según el DPS, desde 2010 cerca de 4,4 millones de colombianos han superado la pobreza y 2,5 millones la pobreza extrema. En pobreza multidimensional la entidad señala que 3,4 millones de personas la superaron.

La meta de Santos es sacar a 1,5 millones de personas de la pobreza multidimensional, es decir, asegurar no solo que gane más de un salario determinado, sino que tenga oportunidades de empleo, educación, entre otros. Explicó que el índice que utiliza el Gobierno “no mide la pobreza por ingresos sino por las facilidades que tienen las familias: si los hijos van al colegio, si la familia tiene acceso a la salud, si la casa está en buenas condiciones. Eso se llama pobreza multidimensional, que es mucho más exigente que simplemente cuánto suman los ingresos de la familia y con eso salió de la pobreza”.

El evento en Sucre fue el momento preciso para hacer otra promesa: “El Gobierno mejorará viviendas para 50.000 familias en todo el país entre 2015 y 2016”, dijo el DPS.

Con 256.000 millones de pesos el DPS espera mejorar 50.000 viviendas en 250 municipios vulnerables. “Se beneficiarán principalmente hogares vinculados a la Red Unidos, Madres Comunitarias y familias desplazadas que han retornado”, dijo la entidad. Así esperan contribuir a la reducción de la pobreza multidimensional.

En los últimos cinco años, dijo Tatyana Orozco, directora del DPS, “el sector de la inclusión social ha invertido más de 26 billones de pesos”. De este presupuesto, 7,6 billones de pesos han sido utilizado en el programa Más Familias en Acción, que ha impactado a 2,7 millones de familias. También se han invertido recursos para el programa Jóvenes en Acción, que reúne, hasta ahora, a 200.000 jóvenes de escasos recursos que no tenían oportunidades de estudio. En las zonas rurales, indicó, Familias en Acción aumentó la cobertura de 26,4% hasta 70%.

Paradójicamente, el mismo Gobierno, en el Plan Nacional de Desarrollo reconoce que “en 2003 la tasa de pobreza rural era 1,9 veces superior a la de pobreza urbana, mientras que en 2013 esa relación aumentó a 2,5”.

¿Cómo cumplir la promesa?

Mientras el presidente Santos firmaba la promesa de sacar a 1,5 millones de personas de la pobreza, el Ministerio de Hacienda anunciaba una reducción del 11 por ciento en los gastos de inversión del presupuesto de 2016. Por la política de austeridad, los gastos disminuirán de 4,58 billones de pesos, a 40,6 billones. El presupuesto para 2016 será de 167,2 billones de pesos.

Para el senador Jorge Enrique Robledo, del Polo Democrático, la promesa del Presidente “no es creíble. No es posible que la economía colombiana esté cayendo, el empleo también, y la pobreza disminuyendo. Es lógico: si cae la economía cae el empleo y por ende se aumenta la pobreza. También hay que advertir que hay un recorte en el presupuesto del Ministerio de Agricultura, esto afectará el empleo y seguramente se incrementará el índice de pobreza”.

Con esta opinión coincide Óscar Rodríguez, analista del Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CID): “En este instante estamos ad portas de una recesión económica por la caída de los precios del petróleo. El Banco Mundial y el Banco de la República han bajado las expectativas de crecimiento. El país atraviesa una situación fiscal preocupante. Si no hay crecimiento económico no hay empleo y no disminuye la pobreza”.

Pese a que el Dane señaló que 784.000 personas salieron de la pobreza en el 2014, Rodríguez considera que el país debe revaluar estos indicadores: “Una de las recomendaciones que le hizo la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) a Grecia es que debe haber independencia entre el instituto de estadística con el Gobierno para que los datos sean confiables. Me parece que esos datos que produce el Dane deberían tener, por lo menos, veeduría ciudadana”.

Colombia ha mejorado los índices de pobreza en la última década, pero lo ha hecho a una velocidad muy lenta. Así lo explica Fernando Herrera, coordinador del área de Pobreza y Desarrollo Sostenible del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud): “Colombia va en la dirección correcta, pues han salido 7 millones de personas de la pobreza en los últimos 10 años. Sin embargo, la velocidad no es la correcta. Al ser un país de ingreso medio-alto la pobreza no debería ser del 28,5%. Argentina, Chile y Uruguay, por ejemplo, tienen entre 5% y 7% de pobreza. Perú registra 18% de pobreza. En Colombia, además, hay grandes desigualdades. En Bogotá, una de cada 10 personas es pobre. En los municipios rurales, una de cada dos. Por estas razones le pedimos al Gobierno que acelere”.

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