La dignidad me cobijó bajo su manto

Si queremos opinar sobre la forma como han administrado a Florencia y al Caquetá, hay que ir al grano, a la realidad, es hacer una reflexión crítica, ética y moral de lo que ha pasado a la población, porque varios de los que ahora critican y se las dan de pulcros en los micrófonos, han estado untados de las mieles de la deshonestidad al lado de los sátrapas; para ellos lo único válido es el billete; así arreglan todo, producto de la contaminación política, acomodo del aposento para provecho personal, por eso no se puede dar cátedra de pulcritud utilizando el periodismo cuando sus hechos los delatan, revisemos nuestra conducta y miremos al espejo para ver la realidad que nos descubre, así es nuestra vida cuando nos encontramos en la oscuridad.

Debemos ser conscientes que los cambios en este mundo moderno tienen que venirse, y en la juventud está la esperanza con el apoyo de la experiencia; es imperativo que abierta y francamente demos paso a ese desarrollo con nuestra inteligencia, pensando en este pedazo de tierra colombiana, que reclama justicia y paz, respaldando con nuestro voto este 25 de octubre a los más capaces y no a los más rapaces, demostrando que nuestra lucha es por la libertad y la democracia, no dejemos la esperanza en el camino que nos falta por caminar simplemente por falta de decisión y voluntad, no le demos paso al pesimismo y al fracaso.

Ahora, cuando nos hablan de paz, esa paz que todos anhelamos, pero que se quedará en un documento muerto acompañado de retórica y mermelada para difundirla, porque fácilmente llegarán los que a través del miedo querrán paralizar la indignación del pueblo, por la necesidad de cambio.

Ofrezcamos nuestro voto a conciencia, un gobernador, buenos alcaldes para todos nuestros municipios y amén de buenos concejos y asamblea, buena forma de recuperar la voz para que el pueblo pueda reclamar sin temer por las consecuencias; por eso cuando lleguen a tu barrio o a tu casa los que estuvieron a favor de la alcaldesa y en contra de la revocatoria a pedir tu voto, pueden parodiarles algo así: “me senté a esperar por ti, pero llegaron por mí”, sí, la dignidad me cobijó bajo su manto y ahora no hay cupo para ti.

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