La espiral del calentamiento

En 2015 se superaron varias marcas relacionadas con el clima. Este año podría ser peor. Sube la temperatura del planeta y las emisiones que la provocan. Urge refrendar el Acuerdo de París.

En una espiral ascendente se mueve el termómetro del planeta cada mes, cada año que pasa, revelando la gravedad del calentamiento global.

Si 2014 había sido el año más caliente desde que se llevan registros (1880), un informe entregado esta semana, elaborado por 456 científicos de todo el mundo, mostró que en 2015 se superaron todas las marcas, al tiempo que otro reporte de la Organización Meteorológica Mundial sugiere que el actual será peor.

Las cifras son elocuentes. Aunque el año pasado estuvo bajo el influjo de El Niño que aportó al aumento de la temperatura, los expertos sostienen que la esencia del alza se debe a la creciente concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera.

El año pasado cerró con una concentración de 399 partes por millón de dióxido de carbono, mayor a la de 2014, y ya este pasa de las 404, un indicador no visto en al menos un millón de años.

En 2015 la temperatura global estuvo 0,42° Celsius sobre la del año precedente.

No es el único indicador preocupante. El informe reveló que el nivel del mar es ahora 70 milímetros más alto que el que había en 1993, situación que incide en la erosión costera y la inundación de algunas zonas bajas.

En este indicativo probablemente incidió la situación del Ártico. Allí el termómetro estuvo 1,2° Celsius sobre el registro histórico. Esto derivó en que el máximo de la superficie cubierta por hielo fuera el menor en los 37 años de mediciones satelitales.

Este sobrecalentamiento no solo incide en la vida cotidiana de las personas, en su salud y productividad, y en los recursos bióticos, sino que como lo ha expuesto el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, organismo científico impulsado por la ONU, desbarajusta el clima haciendo que se presenten de manera frecuente fenómenos climáticos extremos.

En 2015 se desarrollaron 101 ciclones en los mares del planeta, muchos más que los 82 del promedio de 1981 a 2010. Hubo además 20 episodios extremos, desde olas de calor sin precedentes, hasta inundaciones inusuales.
Para acabar de ajustar, los seis primeros meses de este año han representado el semestre más caliente desde 1880, sugiriendo que volverán a superarse las marcas.

“Otro mes, otro récord. Y otro. Décadas de tendencia a largo plazo del cambio climático están alcanzando nuevos clímax”, resumió Petteri Taalas, secretario de la OMM.

La situación demanda mayor compromiso de los gobiernos para acoger el Acuerdo de París que busca reducir las emisiones y estabilizar la temperatura del planeta máximo en 2° Celsius más sobre la era preindustrial.

Por eso, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, ha invitado a los líderes mundiales a reunirse el 21 de septiembre para que depositen los instrumentos de ratificación de lo acordado en París, un acuerdo que debe entrar en vigencia un mes después de que al menos 55 países que causan 55 % de las emisiones de aquellos gases, lo ratifiquen.

Hasta hoy solo 19 lo han hecho y de ahí la urgencia del llamado. Todas las cifras, todos los informes dicen que el calentamiento no se detiene y las causas que lo provocan se mantienen y empeoran. Es el momento de comprometerse por el futuro de la Tierra. Lo que se vivió en 2015 no es nada bueno y cada año será peor si no se actúa ya.

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