La inseguridad se extiende por Colombia

Me preguntaba un amigo Colombiano residente en Venezuela,  ¿Qué razón tenía un ciudadano para mantener en su casa como guardián a un enorme y hermoso perro, con pedigrí, operado del rabo y de las orejas y con una pinta de campeón?, pero que cuando ve a otro perro de esos callejeros, entonces sale corriendo con el rabo entre las piernas y le permite entrar en su casa, marcar territorio, comerse  el pan de los dueños de la casa y salir con tranquilidad sin ningún rasguño, pero cuando llega el amo, el perro de raza empieza a ladrar para impresionar, porque la verdad es que este animal es pura figura, puro cuento y puro gasto.

Así pasa con el presidente de Colombia le respondí, puro maquillaje, pura mentira, puro engaño y puro gasto, su palabra resultó fraudulenta, se aprovechó de la confianza brindada por el presidente Álvaro Uribe, y se comprometió a continuar con su obra en materia de seguridad Democrática, entendida como un derecho humano, como un bien público, como un requisito fundamental para el ejercicio pleno de los derechos, y como un medio para lograr crecimiento económico y bienestar para todos los ciudadanos, cuestión que no cumplió.

Santos se volvió puro cuento, con él se ha incrementado el delito, llámese hurto, atraco, homicidio o secuestro, los Colombianos son asaltados en calles y avenidas, las víctimas en su mayoría son mujeres, también los niños al salir de sus centros educativos, las amas de casa cuando compran el mercado, a las puertas de bodegas y droguerías, y como si fuera poco las armas están para todos los gustos, pero en manos de la delincuencia, porque el estado no es capaz de garantizar el desarme y la seguridad de las personas y sus bienes.

En Colombia el gobierno perdona y premia al delincuente, pero castiga a los pobres, mientras las autoridades dialogan y entregan tierras y espacios políticos a guerrilleros y terroristas, el desempleo crece, la inflación aumenta, y los planes de acción social no se ven por ningún lado. Se requiere de unidad en la convivencia entre los ciudadanos y las autoridades, mayor atención al problema carcelario, inversión para ampliar los cuerpos policiales rurales y urbanos, formación para la prevención del delito en el hogar y en la escuela, y justicia porque sin ella el delito se multiplica, comparto plenamente la preocupación del Senador José Obdulio Gaviria, la seguridad en Colombia pasó a un segundo plano, por eso la inseguridad se extiende por toda la Nación.

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