La lucha campesina es nuestra lucha

Estamos en Florencia Caquetá, vemos las cosas igual que en todo el país, nos nutrimos de lo que dicen las noticias que van y vienen, de los micrófonos facilitadores del populismo de los periodistas comprometidos con la mermelada, quienes ocultan lo grave de la situación en los medios nacionales. Estamos preocupados, sufrimos al ver como magnífica su gobierno Juan Manuel Santos.

Señor Presidente: ya lo he dicho, y se lo repito una y otra vez, usted puede ser jugador de póker, amigo de Maduro, respaldar el Foro de Sao Paulo, y cuantas decisiones se tomen en La Habana en contra de  los intereses del pueblo colombiano, pero cuando usted, Presidente Santos se planta ante un micrófono, y ante unas cámaras de televisión dice: “EL TAL PARO AGRARIO NO EXISTE”, que el país va bien, que todo está sobre ruedas, que el gobierno está cumpliendo su programa, perdóneme, pero usted es un ilusionista, demagogo, mal político, mal presidente, un ser dañado por la arrogancia y la soberbia.

Todos los que somos uribistas por convicción y formación, principio y militancia, nos sentimos satisfechos e identificados con el CENTRO DEMOCRÁTICO, partido que llena las aspiraciones de todos los que en un momento dado nos sentimos huérfanos  al arrebatarnos el partido de la U, que el Presidente Juan Manuel Santos a lo largo y ancho de la geografía nacional entierra con desfachatez, queriendo convertirlo en Partido Liberal, sin tener en cuenta que no fue para eso que lo elegimos 9 millones de colombianos.

Es cierto que ningún proyecto político se corona solo, sino, que es el resultado activo solidario de una suma de voluntades partidarias, de sectores políticos incluidos, actores de la llamada sociedad civil, alianzas y liderazgo que era lo que no tenía Juan Manuel Santos y por eso recurrió ante el Presidente Uribe Vélez quien, con un gran esfuerzo fraguó a base de constancia, trabajo, respeto y voluntad férrea, un compromiso incansable a favor del proyecto que se comprometió a cumplir. En otras palabras, nadie se fajó, si de individualidades hablamos, más que Álvaro Uribe Vélez, para sacar adelante la candidatura de este ingrato colombiano.

El miedo y el hambre que los campesinos han soportado del cual se han aprovechado los narcoguerrilleros de las Farc, por el robo de sus tierras, política que los ha empobrecido, reclutándolos a la brava por la fuerzas ilegales, esos son los que ponen la tierra y los muertos, esos son también los que siembran la comida que nos comemos, esos son los verdaderos dueños de la tierra.

Entonces, los grupos alzados en armas, no representan a los colombianos y mucho menos a los campesinos, a los que han maltratado y utilizado de escudo contra el ejército; los narcoterroristas son unos cobardes que solo luchan por sus intereses, razón tenemos los colombianos que estamos con los ellos que por décadas nos han alimentado y han entregado su vida. Por eso la lucha de los campesinos es nuestra lucha.

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