La mala memoria del general Flórez

No hay duda de que la mayor humillación que ha recibido el Ejército colombiano en toda su larga historia fue haber obligado a varios de sus hombres a reunirse en Cuba con los bandidos de las Farc en el marco del supuesto proceso de negociación.

La delegación que viajó a La Habana fue encabezada por el general Javier Flórez Aristizábal, un oficial del que, hasta ahora, todo el mundo hablaba bien. Ya no tanto, porque se quedó corto de carácter cuando dijo sí a semejante encargo. A nadie se le puede obligar a hacer cosas con las que no esté de acuerdo o que vayan en contra de sus creencias religiosas o, en este caso, ideológicas y laborales. (Cuentan, por ejemplo, que dos generales fueron o van a ser defenestrados por criticar algunos aspectos del proceso de paz y por no estar de acuerdo con todo lo que en Cuba se negocia).

El pecho del general Flórez está lleno de condecoraciones y reconocimientos por parte del Ejército. El país lo ha considerado uno de sus mejores hombres. Fue Flórez el militar que en 2000 encabezó el operativo que trajo a la libertad al político y empresario de medios de comunicación Guillermo "La Chiva" Cortés, quien durante varios meses permaneció en poder de los angelitos de las Farc. (En alguna oportunidad, los guerrilleros obligaron a Cortés a quitarse la camisa, le echaron encima toda la sangre de una gallina y enviaron sus familiares, para meterles presión, fotos en las que aparecía como si estuviese gravemente herido y torturado).

Fue Flórez uno de los uniformados que, en septiembre de 2010, hizo parte del operativo en el que se dio de baja al terror de Colombia, Víctor Julio Suárez, alias "Jorge Briceño" o "el Mono Jojoy", otrora jefe militar de las Farc y autor de los más demenciales crímenes de lesa humanidad en la Colombia reciente.

Fue Flórez el general que el 1 de enero de 2010, como comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta "Omega", despertó al país con la noticia de una operación militar en la que resultaron muertos 22 guerrilleros de las Farc.

Pero todas esas hazañas militares del valiente general quedaron valiendo poco o nada luego de su viaje a la capital cubana a “deliberar” con el enemigo, a compartir opiniones, no a recibir sus armas y conformar su desmovilización y reinserción, que es lo único que era de esperarse de un general de la república.

Bien pudo Flórez haber pasado su carta de renuncia antes que tener que estrecharles la mano a sujetos de tan mala laya como Iván Márquez o de Pablo Catatumbo o de Santrich. ¿Será que le tocó al buenazo de Flórez saludar de beso en la mejilla a Tanja, la holandesa de las Farc; o a Sandra Ramírez, la mujer de "Tirofijo", o a Shirley Méndez, la querida de "Jojoy", o “Yira Castro”, quien utiliza ese seudónimo en homenaje a la mamà del hoy senador Iván Cepeda?

Al general Flórez parece que se le olvidó todo el daño que les han hecho las Farc no sólo al país sino a sus compañeros y amigos del Ejército y la Policía.

Seguramente ya no recuerda que en agosto de 1996 terroristas de las Farc atacaron la base militar de Las Delicias y, tras asesinar a una treintena de uniformados, se llevaron consigo a unos 60 más. Tampoco tuvo en cuenta el general que después de Las Delicias las Farc secuestraron y asesinaron a centenares de soldados y policías.

Por ejemplo, Flórez tuvo que haber olvidado que en noviembre de 2011 las Farc asesinaron al coronel de la policía Édgar Duarte, al mayor de la policía Elkin Hernández, al intendente de la policía Álvaro Moreno y al sargento del ejército José Libio Martínez, quien seguramente hasta el último instante de su vida soñaba con conocer a su hijo Johann Steven. Los cuatro uniformados llevaban más de 10 años en poder de las Farc y fueron asesinados por la espalda.

Mucho me temo, igualmente, que, antes de viajar a la isla de los Castro, el general Flórez no tuvo en cuenta que los "señores" con los que debió sentarse son los responsables de miles de asesinatos de inocentes civiles.

¿Recordaría Flórez que en febrero de 2003 las Farc hicieron explotar un carro-bomba en el Club El Nogal de Bogotá con saldo de 36 muertos y casi 200 heridos? ¿Acaso olvidó que en ese atentado la entonces niña María Camila García Mugno no sólo perdió a sus padres y a su hermanita de cuatro años sino que también sufrió la amputación de su pierna izquierda?

Todo eso parece que lo olvidó Flórez. Como seguramente tampoco  tuvo en cuenta que las Farc son el mayor cartel del narcotráfico del mundo. Aunque los guerrilleros lo niegan y dicen que lo poco que tienen es para repartirlo entre los más pobres, todo el mundo sabe que estos "caballeros" son multimillonarios por cuenta de dos actividades un poco complicadas y difíciles de digerir: el secuestro y el narcotráfico.

Alguna vez, hace ya casi 20 años, un general del Ejército, Ricardo Emilio Cifuentes, prefirió dejar su camuflado y pasar al Everfit con un argumento bien válido y sobre todo respetable: "Lo que me dicta mi conciencia, mis principios, convicciones, simplemente consiste en que el Presidente de la República no merece mi respaldo".

General Flórez: el general Cifuentes estaba hablando de un presidente colombiano, Ernesto Samper, que probadamente fue elegido con dineros del narcotráfico y que por eso le era imposible obedecerle y rendirle honores.

Eso, general Flórez, se llama carácter.

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