La Patria

Se roban la plata de los niños wayú, y hay unos 37.000 desnutridos. Crisis humanitaria, hambruna ¿Genocidio?

De Manaure hacia adentro empieza un laberinto de caminos ariscos que conducen a la patria. El auto abandona las rutas de cemento y se arriesga por el polvo y el trupillo. Es el silencio y es el desierto. Salta un chivo, ruge una moto, y uno encuentra que entre esos caminos hay pequeñas comunidades que no se llaman pueblos, sino rancherías. No hay casas sino ranchos, y no hay agua, poca comida, chivos flacos, niños con el pelo de varios colores porque están en desnutrición avanzada, y no hay médicos, ni curas, ni prevención, ni escuelas. La única construcción de cemento que hay en la ranchería de los Pushaina es la escuela. Hay que tener optimismo para llamarla así. En la escuela no hay libros, no hay agua, no hay nada. Arrumados los pupitres en el fondo del aula. Aula es lo que hay en la Universidad del Rosario, lo de Pushaina es un cuartico que en sus paredes guarda el sello de lo que alguna vez fue azul. Y los niños prefieren jugar al fútbol en la cancha a sol abierto que domina el paisaje.

Vi dos o tres que pateaban la precaria pelota sin zapatos, y tenían las caras alegres y los ojos llenos de sueños, como todos los niños. 38 ºC: pregunta el forastero por el agua y lo llevan a un pozo medio salobre donde también abrevan los famélicos chivos. El pozo está casi seco. Y es allí donde hablan de la patria, que prometieron abrir muchos más para que tengan agua, que ya vienen los computadores para educar, y los médicos sin fronteras para curar el hambre. ¿Curar el hambre? Se pregunta el intruso en sus adentros y busca la respuesta en el Congreso de la nación donde hace unos días lo invitaron y lo que vio fue otra triste manera de la patria. Que se refocila en el lustroso recinto de ademanes caducos y corbatas baratas.

No cabe en esta columna lo que sale en Google si uno pone ‘Manaure noticias’. Háganme el favor de mirar para que sepan mejor lo que es la patria. Se roban la plata de los niños wayú, y hay 37.000 desnutridos, que supongo mal contados, porque allá no hay estadísticas confiables y los datos oficiales no es que se acerquen mucho a la realidad que yo vi. Crisis humanitaria, hambruna ¿Genocidio?

Busco el remate de esta nota y abro al azar el libro de Caparrós (El hambre). Me sale la página 538 y leo: ¿Cómo carajo? ¿Cómo carajo conseguimos vivir sabiendo que pasan estas cosas?

¡Feliz día de la Patria!

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