¡La paz no es un jueguito de melifluas y etéreas libertades!

Efectivamente, la paz no es un jueguito de melifluas libertades o de concesiones civiles, como creen los libertarios adormilados complacientes, democrateros ilusos, e intelectualillos vociferantes, que lo quieren todo, hasta perderlo todo, y quienes posando de tolerantes y libre pensadores, no dimensionan la envergadura de la cruzada comunista internacional que se cierne sobre nuestra Patria. Seguramente.

Serán los primeros en derramar lágrimas, cuando se silencien sus opiniones y se pisoteen sus derechos.

Están muy equivocados, quienes creen que estamos hablando de paz, con una cofradía religiosa, con una hermandad altruista o filantrópica, con una organización ambientalista ¡No! estamos hablando de paz, con una organización político-terrorista, de las mas sanguinarias del mundo, formada en la ideología totalitaria Marxista-Leninista, con un accionar vesánico y criminal, donde no importa el ataque contra las poblaciones civiles, el secuestro, la extorsión, el reclutamiento de niños, las masacres, el asesinato vil e infame, y cuyo único objetivo es la toma del poder y el cambio de la estructura política del Estado, cualquiera que sea el medio, esa forma de lucha se trasladará de manera hipócrita, solapada y camuflada a las urbes y las ciudades.

Subestiman estúpidamente a la guerrilla de las Farc, quienes creen que entraran de manera civilizada y pacifica en el juego de la democracia, infiltrarán lenta e imperceptiblemente la sociedad civil, sindicatos, gremios, asociaciones populares, colegios, universidades, el paro, la protesta, el disturbio, la anarquía y la revuelta, sumado a su discurso dialéctico sobre la “igualdad y justicia social”, serán mas peligrosos que los tatucos, cilindros bomba, granada y metralla, ¡ojalá no nos veamos muy rápido en el paredón, en una fosa oculta, o en la prisión, por amar la Patria y la libertad!

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