La unidad está quebrada…

Todo nos imaginábamos menos que al curtido Juan Fernando Cristo le quedaría grande mantener la unidad nacional. Senador por varios periodos, mediático como ninguno, en la entraña del poder en momentos críticos como el proceso 8.000, Cristo pintaba como el ministro perfecto en este duro inicio del segundo mandato de Santos. Serio, responsable, trabajador, eso nadie se lo quita, pero la crisis que se vive dentro de los dos partidos más importantes de la unidad nacional puede dañarle el caminado a este gobierno y se convierte en mal presagio para las elecciones regionales del próximo año.

Tal vez la culpa no sea enteramente de Cristo. Al fin y al cabo los congresistas ya no quieren hablar con los ministros sino que prefieren entenderse con tipos como Néstor Humberto Martínez o Germán Vargas, los ‘chachos’ de esta administración. Quizás la culpa sea más bien entonces del presidente Santos que por andar tan desentendido del tejemaneje de la política, ha dejado a la deriva decisiones cruciales como la de escoger presidente para su partido de la U.

Que al mismo tiempo 14 congresistas de la U confiesen abiertamente que su colectividad está dividida, que la bancada costeña se ponga ‘fina’ en sus pretensiones y que los liberales amenacen con no votar la reforma tributaria o los protocolos para implementar el TLC con Corea, debería ser un campanazo de alerta para el Ejecutivo. La unidad está quebrada, la nómina oficial no alcanza para satisfacer los apetitos burocráticos de todos los que ayudaron a Santos a reelegirse y el hueco fiscal hace que las dosis de mermelada se vayan limitando. El problema no es de poca monta. El gobierno necesita que el Congreso le siga marchando como un relojito y como el pegante de la unidad nacional no es ideológico sino burocrático, el panorama en términos de gobernabilidad pinta feo.

El presidente Santos tendrá que intervenir directamente porque lo cierto es que entre tanto superministro, ministro y viceministro, los cortos circuitos son recurrentes y ese modelo de liderazgo disperso no resulta satisfactorio. Entretanto, uribistas, conservadores, el ex PIN y un sector del Polo van encontrando afinidades para hacerle la vida imposible al gobierno que no termina de ponerse las pilas. En esas estamos…

Share on facebook
Facebook
Share on google
Google+
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn

Buscar

Facebook

Ingresar