Así como las bandas bolcheviques, proclamaron en Rusia en 1917, “todo el poder para los soviets” en Colombia el grupo narcoterrorista de las Farc, está exigiendo desde La Habana, la entrega de parte del Estado, sin haber ganado la guerra en el campo de batalla, sino únicamente, usando el chantaje, amenazando con mas actos terroristas, sin olvidar que la propuesta de la Asamblea Nacional Constituyente, la tienen en salmuera, para sacarla de nuevo cuando las condiciones le sean propicias, pero no es que hayan renunciado a esa pretensión.
De manera cínica las Farc exigen, la asignación directa de curules en el congreso, en las Asambleas Departamentales y en los Concejos municipales, o sea un nuevo poder sin haber ganado ninguna elección y burlándose de la voluntad popular, pues el pragmatismo de las Farc, como Maquiavelo contemporáneo, no se para en pelos para obtener, como sea y con quien sea, sus fines políticos, pero también van más lejos y piden cupo en el Consejo Nacional Electoral, y buscan financiación para que el movimiento que piensan crear, tenga sus propios medios de comunicación y que el Estado les otorgue un diario impreso(no les sirve el internet y de pronto este periódico será de distribución gratuita) una revista, una emisora y un canal de televisión con cobertura nacional, lo que significa que serán un nuevo poder mediático y estarán con grandes ventajas, frente a los otros movimientos y partidos políticos.
Hay que subrayar que el Articulo 13 de la Constitución Política del Estado, reconoce el derecho a la igualdad como fundamental, entonces si se crean criterios selectivos para darle privilegios a las Farc, en caso de que llegue a hacer política, se estaría realizando una gran injusticia con las otras organizaciones políticas, que no han cometidos asesinatos, secuestros, extorciones o crímenes de guerra ni delitos de lesa de humanidad, ni han colocado minas antipersona, con lo cual se premiaría la violencia y se demostraría que el delito si paga, entonces no solo se les va a brindar impunidad a los cabecillas de la banda armada, sino que de ñapa manejaran importantes medios de comunicación, por cuenta del bolsillo de los contribuyentes.
Todas esas exigencias de los terroristas, las hacen a sabiendas, de que el tiempo apremia para el gobierno de Santos, que anunciará en el mes de noviembre si va a la reelección o no, lo que significa que el gobierno en aras de un segundo mandato, puede terminar claudicando ante las ambiciones de las Farc y por eso la sociedad colombiana se debe declarar en estado de alerta, para que no se cometa semejante desaguisado.
El terrorismo fariano no será mucho, lo que ayude con la reelección de Santos, cediendo en sus ambiciones, porque lo que le interesa es convertir el escenario de La Habana, en una tramoya sempiterna, para seguir en la guerra, infiltrando la protesta social, y arrinconando al Gobierno, sacándole una mejor tajada a la situación, por eso todas esas pretensiones de las Farc se enmarcan dentro de una estrategia dilatoria, que buscar conmocionar al país, usando el PC3 y a los idiotas útiles.
Para que el país no se vaya por el despeñadero, las reservas democráticas deben emplearse a fondo, fortaleciendo un gran movimiento nacional, que le salga al paso a las intenciones claudicantes que le hacen el juego al totalitarismo, por eso ahí está el Presidente Uribe, que con su talante de estadista, no permitiría el fraccionamiento de la Republica, contando para ello con el Centro Democrático y unos Precandidatos Presidenciales que son claros exponentes del ideario Uribista, con todo ese bagaje de conocimientos, la nación se salvara.
Presidente de la federación sindical UTRECOL(unión de trabajadores Colombianos del espectáculo y la comunicación) y miembro del comité ejecutivo nacional de la CGT