Las guerras activas del frente de alias ‘Guacho’

En el departamento de Nariño no hay ningún rincón sin la presencia de grupos ilegales.

Tras el asesinato de los tres ecuatorianos, el frente Óliver Sinisterra se debate entre la persecución militar y la necesidad de expandirse territorialmente.

Los delincuentes al mando de ‘Guacho’, organizados en este frente, siguen acatando las órdenes del cabecilla disidente pese a que no han vuelto a recibir salarios; a cambio, ‘Guacho’ les permite hacer “vueltas” personales para que tengan algo de efectivo, con la respectiva comisión.

“Aquí en Tumaco es mejor que nadie sepa uno para quién trabaja. El pago está muy lento. Nos toca cumplir órdenes, pero también buscarnos el sueldo: con coca, cobrándole colaboraciones a la gente que tiene y haciendo trabajos especiales”, reveló uno de los pandilleros de la zona que recorre de arriba a abajo el barrio El Paraíso.

Aunque cada día que pasa al frente Óliver Sinisterra le cuesta mantener sus tentáculos operativos, esta forma de pagar los servicios de los milicianos está aumentando las cifras de delitos de alto impacto en varias zonas del departamento, especialmente en Tumaco.

Las organizaciones ilegales dividieron el departamento en tres grandes bloques: en el sur, en frontera con Ecuador, sigue alias ‘Guacho’; más al norte, las Guerrillas Unidas del Pacífico y al oriente la compañía José Luis Cabrales Ruales del frente Comuneros del Sur del ELN, que “están enfrentados entre sí, peleando territorio y huyendo de la presión militar», dijo a BLU Radio el general Jorge Isaac Hoyos, comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta Hércules.

BLU Radio también conoció en exclusiva la actualización de inteligencia militar sobre el Óliver Sinisterra, que se mantiene con 70 hombres de mando directo distribuidos en ocho comisiones definidas geográficamente por el trazo de los ríos Mataje, Nulpe, Guiza, Telembí, Patía, Chimbuza y dos en el Mira, y al mando, por supuesto, ‘Guacho’.

‘Guacho’ está en Colombia, incluso ha intentado expandir su control más al norte, pero se encontró con la resistencia del llamado “triángulo de Telembí”, conformado por los municipios de Maguí Payán, Roberto Payán y Barbacoas, donde se cruzan las disidencias de las Farc, el ELN y las Guerrillas del Pacífico, que se confirma con el aumento de homicidios, desplazamientos y ataques a la población civil en esa zona del país.

Un habitante de Barbacoas así lo entiende: “nosotros somos el punto de encuentro. Es un hecho, aquí se están matando. Ya nos acostumbramos a que todos pasan, todos se declaran dueños y dan órdenes. A nosotros nos toca cumplirles a todos un poquito”.

Como era de suponerse, el objetivo más visible es ‘Guacho’. Por los controles militares en Colombia y Ecuador, ‘Guacho’ no volvió a cruzar la frontera, pareciera que sufre problemas de efectivo y que está endeudado con los capos mexicanos.

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