Con ese título, “Lexicón”, publicó un libro, en el año 2004, el Cardenal Alfonso López Trujillo. Le agregó un subtítulo que explica el nombre puesto al libro: “Términos ambiguos y discutidos sobre familia, vida y cuestiones éticas”.

Dice unos renglones después: “Algunos términos o expresiones ambiguas o equívocas, que resultan de difícil comprensión”. Continúa el Cardenal con las explicaciones: “No son raros los casos en los que se acuñan términos que no logran ocultar del todo una intención concreta: evitar lo sorprendente, para endulzar la expresión, con la finalidad de evitar un rechazo casi instintivo”.

El título del libro, los comentarios en la presentación y el desarrollo del mismo, me hacen pensar que fue escrito para la trágica época que vivimos en Colombia. Cambian los términos para endulzar la opinión de los colombianos. Al fin y al cabo, con la mermelada también se ha endulzado a los áulicos de Juanpa (nuestro inepto presidente).

En lugar de entrega de las armas hablan de dejación de ellas. ¿Dejarlas en dónde? Por supuesto que no serán alejadas de los criminales que hoy las tienen. No podemos dejarnos engañar, tienen que entregar las armas para que haya una verdadera paz.

Llaman ahora guerra lo que ha sido siempre y será terrorismo. ¿O será distinto a terrorismo dinamitar los oleoductos para contaminar las aguas, las tierras productivas y empobrecer al país? No creo que sea guerra reclutar niños para engrosar sus filas con inocentes criaturas. Guerra sería igualar a nuestras gloriosas fuerzas Militares y de Policía con ese grupo con el que ahora se buscan términos confusos para engañar al pueblo colombiano.

Se inventó ahora un término nuevo para engañar incautos y endulzar la entrega del país y sus instituciones a los terroristas, narcotraficantes, apátridas. Se habla de “desescalamiento del conflicto”. “Tú no pones bombas en los oleoductos y yo no te persigo con las armas constitucionales. Tú no reclutas más niños y yo me quedo quieto, te dejo transitar tranquilo por las tierras llenas de coca. Tú no atacas la población civil con cilindros bombas y yo le ordeno a las Fuerzas Militares y de Policía que no te busquen. Tú no secuestras y yo me sigo haciendo el bobo para que sigas exportando cocaína para no acabar con tus finanzas. Tú sigues conversando en La Habana y yo sigo cumpliendo no bombardeando tus campamentos como hasta ahora lo he cumplido, en fin, hagámonos pasito que yo necesito un gran premio para mejorar mi imagen”. Estas serían las supuestas palabras de Juanpa (el entreguista presidente) que sin decirlo está dando esos pasos. Ese es el significado real del desescalamiento.

Otro término que haría parte del texto de Lexicón es la “justicia transicional”. Término usado para esconder lo que en español se llama impunidad. En lugar de llevarlos a la cárcel por los crímenes atroces, de lesa humanidad, crímenes de guerra y tantos otros delitos, los pondrán a cuidar los campos, preferiblemente los cultivos de coca. Los pondrán a cuidar a los niños que ellos reclutan, a labores cívicas con el gran ejemplo que pueden dar en esas labores. Y muchas cosas más para las que se han capacitado durante tantos años en el monte asesinando inocentes y acabando con el país.

¡Pobre Colombia. En las manos de quién hemos caído!.