Libre albedrío, astrología, destino y Proceso de Paz

La astrología representa la suma de todos los conocimientos psicológicos de la antigüedad.

Carl Jung

El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos.

William Shakespeare

En días recientes hemos presenciado esfuerzos de personas importantes para que Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos dialoguen y la predicción ha sido que ese acercamiento es casi imposible, pero no dicen por qué. Entendemos esa prevención a partir del escenario político difícil que los dos han protagonizado alrededor de un grupo que no es del afecto de los colombianos, las Farc; además de querer ‘subir’ a Uribe al Bus de la Paz para llevarlo a respaldar una decisión con bemoles, existiendo razones personales muy serias, de parte de Uribe, para evitar a Santos, según revela Semana.

Por otra parte, a lo largo de mi vida he observado que existe una especie de ‘destino’ alrededor de situaciones que, obviamente, se prestan a muchas interpretaciones de carácter especulativo, ‘destino’ que obviamente se combina con el libre albedrío de los seres humanos. Y me he preguntado: ¿Son nuestras decisiones el resultado de lo que somos como un conjunto de nuestro ADN, circunstancias sociales, educación, psicología, decisiones personales SOLAMENTE? Parece que no. Hay unos imponderables o misterios a los que generalmente no les damos importancia, pero que están ahí, desafiando nuestro paradigma de la realidad de una manera incontrovertible, creamos o no en ellos. La ciencia se ocupa muy tangencialmente del asunto. Este es el caso que les presento hoy. ¿Qué entiendo por libre albedrío? La capacidad de escoger libremente y la responsabilidad de asumir las consecuencias de lo que escojo, a pesar de circunstancias que no he podido determinar y que influyen en mi ‘libre albedrío.’

Una de las dificultades del acercamiento Santos – Uribe se debe a sus personalidades opuestas que, desde la política maliciosa, cada quien se ocupa de aprovechar a favor o en contra de su contrincante. Pero… ¿han llegado esas personalidades a una posición de poder y enfrentamiento por alguna razón que no conocemos? El mecanismo democrático es un medio inicial en el acontecer político en medio de un universo que tiene su propio orden de fines que las cosas tienden a realizar, no necesariamente mediante un ordenamiento de causas y efectos que pueda determinarse a simple vista. ¿Habría un parámetro ‘objetivo’ que nos hiciera reflexionar un poco en el sentido de que no somos los amos de lo que creemos manejar o saber en política? Me abrió los ojos a esa posibilidad un titular de El Tiempo (23.10.14) sobre la interpretación que un analista político hizo sobre la carta que Timochenko le envió a Santos: “Timochenko pide a Santos no dudar.” Me intrigó si, la percepción de Timochenko ola del analista, sobre la personalidad de Santos, encerraban la verdad del elemento dubitativo de Hamlet tan catastrófico en política. Cuando las circunstancias sobrepasan mi capacidad de entendimiento acudo a un amigo perspicaz, alejado del mundanal ruido, afecto a las artes espirituales que se han vulgarizado y que muy pocos saben utilizar con sabiduría.

Con mi amigo hemos venido hablando sobre el drama político para el que tiene explicaciones que no comparto y me propuso un experimento de comprensión, que trasmito a los lectores, para enseñarme una lección de humildad. Su planteamiento es: Santos, Uribe, Fidel Castro, Chávez en su momento, y ahora Maduro,  hacen parte de un drama, al igual que las Farc, cuyo desenlace, bueno o malo, depende de qué tan conscientes somos de nuestras limitaciones. Las hay de carácter, circunstancias, pensamiento, estructuras de valores y paradigmas de la realidad. Al desconocer los líderes, buenos y malos, sus propias limitaciones y fortalezas, arrastran a otros en lo que creen son decisiones libres, que pueden influir en el destino de un país, pero éstas vienen dictadas por un carácter que controlan a medias y que, de manera providencial, encaja en una situación social, para darle impulso evolutivo o hacerla involucionar. Me habló entonces mi amigo de un enfoque ‘objetivo’ sobre el tema y me sorprendió proponiéndome la astrología, ante la que soy escéptico, sabiéndolo él, para que sacara mis propias conclusiones. Su intención era la de evitar juicios personales valorativos, sin negar circunstancias muy discutibles sobre las personas, para salir de la ‘trampa política’ como elemento de percepción y decisión.

Al principio buscó en internet las cartas natales de Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos; después las de Chávez, Fidel Castro y Maduro. Me explicó que, según la tradición astrológica, las personas vienen determinadas por el signo solar, o de nacimiento, y el ascendente o signo de la personalidad  que pocos conocen. El signo solar de Uribe es Cáncer (el ascendente o personalidad de Fidel Castro también lo es) y su ascendente Escorpio; el signo solar de Chávez es Leo (como Santos y Fidel Castro) y su ascendente Géminis. El signo solar de Santos es Leo y su ascendente Libra. Lo anterior demostraba ‘coincidencias significativas’ de los personajes, determinadas por algo diferente a la política: Fidel Castro, Santos y Chávez, Maduro, signos natales de fuego, aliados, vs Uribe, signo de agua. (El agua apaga al fuego, o el fuego en grandes cantidades la evapora.)

Entonces bajó mi amigo del sitio www.lugardeconocimiento.com/ascendentes/ la interpretación que hacen los astrólogos de los signos Libra y Escorpio cuando ocupan el ascendente, es decir, la personalidad. Propósito: demostrar, mediante un perfil genérico, que los personajes en cuestión eran, en cierta manera, predeterminados. ¿Por qué hizo ese experimento? Una ‘lectura’ de una carta astral de personajes conocidos tiene el problema de la interpretación de los datos objetivos de la carta que pueden ser influidos por el conocimiento público de la persona. De esa manera no se podría deslindar la subjetividad del astrólogo de la realidad interpretativa del sistema astrológico. Por ese motivo ‘la coincidencia significativa’ de un perfil genérico con las características de la persona real debe ponernos alerta sobre cuándo es que el libre albedrío entra en juego en las decisiones políticas, o éstas vienen signadas por un determinismo astral que difícilmente se conoce y controla, lo que nos mueve el piso sobre nuestro paradigma occidental, materialista, del control de la realidad con el que creemos  saber todas las causas de lo que acontece políticamente para garantizar…qué? ¡Posibilidades!

Para quienes no conocen cómo se levanta una carta astral, estos son los elementos y procedimientos. Con los actuales programas automáticos se hace un despliegue de la posición de los 11 componentes del sistema solar en relación con fecha de nacimiento, lugar (longitud y latitud), hora y una distribución de esas influencias en 12 ‘sectores de vida’, llamados casas. En el pasado, se requería de tablas de elementos sicológicos descriptivos, cálculos matemáticos y trigonométricos, etc. Combinando esos elementos, la ‘carta astral’ refleja  entonces la ‘combinación energética’ de influencias cósmicas al nacer, produciendo una impronta en el carácter de la persona. La interpretación se deja a la intuición, arte y sabiduría del astrólogo quien,  supongo, ayudado por una conexión psíquica con el consultante y tablas de significados de las miles de combinaciones multivalentes de los ‘planetas’, puede seleccionar intuitivamente la posibilidad correcta, navegar en la vida pasada y presente del consultante y, de acuerdo con ello, desplegar hechos privados sorprendentes, proyectar futuros posibles en los que juega, desde luego, el libre albedrío y hacer recomendaciones. Leí entonces el perfil genérico, es decir, aplicable a muchas personas, de los ascendentes o personalidades de Santos y Uribe. Me quedé con la boca abierta. He subrayado las ‘coincidencias significativas.’

Ascendente Libra de Juan Manuel Santos

“El signo Libra ascendió en el momento de tu nacimiento, lo cual te otorga un fuerte sentido de unidad y justicia, especialmente en el campo de las relaciones humanas. Tu palabra clave es «busco la armonía» revelando tu sensibilidad a la belleza y lo estético.

Por otro lado, eres la típica persona de sociedad, tan diplomática y educada que la gente a veces se pregunta si posees tu propio punto de vista. Tienes una habilidad natural para llegar a los demás. Tu trato es, sin duda, refinado; sin embargo, a pesar de tu aparente calma, prefieres compañeros quesean de cualquier forma, excepto fríos. Admiras a la gente impulsiva y orientada a la acción, cuanto más atrevida mejor. (¿Militares, guerrilleros o revolucionarios?).

Una de tus mayores preocupaciones es solucionar los conflictos que puedan aparecer en tu vida: tu ideal es que reine la paz y el buen entendimiento. Esta pasión por la tranquilidad, te hace muy agradable en tus relaciones con los demás, pero la tendencia, a veces un poco excesiva, a la indolencia ya quedar bien con todo el mundo puede degenerar en una debilidad de carácter contra la cual tendrás que luchar. Tu mayor deseo sería que las relaciones humanas se desarrollaran sin roces gracias a reglas morales y leyes estrictas a las cuales todos se someterían voluntaria y alegremente. Tu naturaleza te inclina a la búsqueda de un entorno armónico y selecto en el cual tengas la impresión de ser admirado y apreciado. (¿Premio Nobel?)

Por otra parte, tu atracción por el cambio, tu inconstancia y tu tendencia a quedar bien con todo el mundo, pueden volverte indeciso y vago. Por ello, te sueles escabullir cuando llega el momento de concluir algo. De aquí proviene tu tendencia a la huida que hace que seas  criticado por la gente de acción, que piensan que no sabes lo que quieres. Pero compensas este defecto por tu gran afabilidad de carácter, por un deseo constante de gustar y de no contrariar a nadie. El mayor peligro de esta actitud es que las personas más fuertes y voluntariosas que te rodeen abusen de tu tendencia a dejarte llevar y exploten descaradamente tu condescendencia, tu deseo de paz a cualquier precio y tu costumbre de aceptarlo todo.

Aunque presentas una apariencia de persona bastante superficial sueles ser más profundo de lo que pareces. Tu vida está centrada en «tu relación primordial» (o en la carencia de esa relación), y sueles tener una visión de dicha relación bastante romántica. El matrimonio y las asociaciones juegan un papel importante en tu vida.”

Ascendente Escorpio de Álvaro Uribe

“Con Escorpio ascendiendo, te preocupan las cuestiones esenciales de la existencia, en particular las referentes a la vida, la muerte, la sexualidad, y tratas de penetrar profundamente en su misterio. Vives la vida con intensidad, lo cual se transmite a tu entorno, y la mayoría de la gente que llega a conocerte se siente atraída a estar en tu presencia. Tus ojos dan testimonio de tu magnetismo, tanto al nivel psíquico como físico.

Tiendes a establecer relaciones estables y duraderas, y tus compañeros a menudo tienen dinero, propiedades y tienden a ser posesivos respecto de tu atención. Tus emociones operan en profundidad y puedes esconder unos desagrados feroces y, a menudo, indebidos. Ocultas tu yo en las relaciones. Muy pocos saben cuán vulnerable eres en realidad. No es fácil desviarte del camino que te has trazado. Tus afectos y aversiones son espontáneos, intensos e irreductibles. Sabes amar con pasión, pero tu aversión puede ser igualmente intensa.

Tu espíritu realista tiende más a los hechos que a las teorías, y siempre te expresas sin rodeos y con cierta ironía. Existe en ti una doble tendencia: por una parte, un impulso a alcanzar cimas elevadas, a la investigación científica y a la «gloria», y por otra parte, instintos básicos que te pueden hacer celoso y vengativo, con un espíritu combativo y revolucionario utilizando medios extremistas.

Posees una capacidad de trabajo excepcional, y no te frena ninguna dificultad, ningún esfuerzo. Intentas siempre controlar tus impulsos y mantener un dominio sobre ti mismo; estás en perpetua lucha con el aspecto inferior de tu naturaleza. Tienes miedo a soltarte y perder el control. Tu voluntad es tan potente que casi siempre consigues realizar tus deseos y llegar a la meta marcada.”

Después de la sorpresa le pedí explicaciones al amigo. Me dijo que la ciencia ha venido comprobando, estadísticamente, la correlación entre ciertos aspectos planetarios con las profesiones, enfermedades, características de la personalidad y acontecimientos que dan pie para pensar que las aseveraciones de la tradición astrológica tienen fundamento, aunque su explicación desde la ciencia conocida no sea tan evidente. Los fenómenos más relevantes de la interrelación cosmos – acontecimientos humanos se da en los estudios sobre el comportamiento de la bolsa de valores y las manchas solares; también se han estudiado las fases lunares y su influencia en enfermos mentales; al igual que los tiempos propicios para siembra y cosecha. Me explicó también el uso que los servicios secretos británicos hicieron de la astrología para contrarrestar a Hitler; Karl Ernst Krafft, astrologo de Hitler, al estudiar los horóscopos de Montgomery y Rommel en la guerra del desierto, predijo: "Bueno, me parece que la carta de este hombre, Montgomery, es más fuerte que la de Rommel." Los acontecimientos probaron su aserto. Algunas empresas utilizan la carta astral para el reclutamiento de empleados.

En este caso, el hecho concreto es que la descripción de las personalidades de Santos y Uribe ‘coincidían significativamente’ de manera sorprendente en características con una descripción genérica objetiva y que esto fuera el resultado del azar era bastante improbable. Una de las constataciones llevada a cabo por la ciencia es la preeminencia del planeta Marte en las cartas astrales de militares, por ejemplo. (En la carta astral de Colombia diseñada al momento de la Declaración de Independencia, Marte, el planeta de la guerra, ocupa lugar preeminente en el ascendente o casa de la personalidad del país, en conjunción con Mercurio, cuyo  simbolismo psicológico se relaciona con la mente, las capacidades lógicas, de razonamiento y las formas de comunicación. Saquen conclusiones: nuestras peleas se originan en discusiones.) Uribe tiene a Marte en el ascendente o personalidad, de ahí su afinidad electiva con los militares.

Por otra parte, la oposición Neptuno – Júpiter, en el ascendente o personalidad de Santos, se perfila como engaño que se ejerce o del que se es víctima, al igual que Fidel Castro, por lo que, entre ellos, viven valorando la posibilidad de ser tramados por las Farc o el otro, a pesar de la aparente confianza mutua, por lo que no sería extraño que intervinieran los servicios secretos cubanos y… ¿por qué no? los colombianos y sus hackers. Ese ‘ambiente astral’ de posible engaño se ha presentido y ahora ‘las estrellas’ lo confirman en las cartas natales de los implicados, en un escenario astral propicio para la guerra como lo es el colombiano. Me dijo mi amigo que él no podía explicar  cómo  los elementos energéticos inteligentes que se reflejan en una carta astral confluyen, con las circunstancias, en la formación de una persona, o un país, generando un destino particular congruente con una misión de vida; tampoco podía explicar el por qué, pero que eso podía cambiarse.

Por otra parte, si estudiáramos las cartas natales de los miembros del secretariado, seguramente encontraríamos los rasgos patológicos que dan origen a una organización criminal. Y si vemos las características de otra persona signada por el destino, por ejemplo, Hugo Chávez, nos sorprenderíamos. Le pedí entonces que me mostrara algo. Bajó de internet la interpretación genérica de la oposición Marte – Urano de Chávez, que dice:

“Tiene usted un genio para provocar a los otros a desafiarlo. Disfruta de la competencia y le encanta tener el dominio sobre otros. El punto aquí es que es arrogante, dominante y autoritario en su trato, lo que tiende a desarmar a sus adversarios, pero también a la gente. Tiende a llevar las cosas hasta las discusiones y peleas, así no esté siendo serio, solo por el placer de la excitación continua. Su comportamiento tiene poco que ver con su competencia, aunque tal vez convenza a algunos de que realmente sabe lo que está haciendo, sobre todo con  su facilidad de expresión. En cualquier profesión, oficio o hobbies que elija, debe insistir en todas las medidas de seguridad que deben ser tomadas por usted, porque es un imán para los accidentes, pues sencillamente bota la precaución por la ventana, especialmente si alguien más está observando. Su deseo de aprobación lo podría llevar a sufrir accidentes. No tolera las restricciones en la libertad de movimiento y de estar constantemente en movimiento. La mayoría de las cuales solo surgen cuando teme que descubran que tan inseguro realmente es. Tal vez su estilo de vida es solo una defensa para no admitir que es básicamente una persona física. No es fácil llevarse bien con usted, su carácter explosivo puede sacar de casillas a cualquiera. Un revolucionario de corazón. Está en contra de todo lo que limite la expresión del hombre, de las tradiciones y todas sus limitaciones a su individualidad. Es muy crítico con cualquiera que se adueñe del poder, y al mismo tiempo es usted un dictador en sí mismo, que se molesta cuando le niegan las cosas. Su naturaleza impredecible la puede hacer perder seres queridos que no toleraran su arrogancia.”

Lo anterior me llevó a la siguiente reflexión. Los ascendentes o los aspectos planetarios genéricos aplicados a personas concretas prueban que una ‘mecánica astral’ determinista nos lleva a ser como somos, en lo bueno y lo malo, de tal forma que podemos ejercer una moral mecánica, personal o colectiva, de bondad y maldad, no una moral libre que surja del esfuerzo de superar las tendencias negativas a nivel grupal y personal que es donde se debe ejercer el libre albedrío para sobreponernos a un destino mecánico. La carta de Uribe dice: “estás en perpetua lucha con el aspecto inferior de tu naturaleza.” El país también debería afrontar colectivamente esa lucha. Eso explica que Uribe buscara la paz como   una superación de su “espíritu combativo” que, por otra parte, también se necesita para enfrentarla subversión. Los ‘analistas’ como Daniel Coronell y otros, a falta del conocimiento sabio para entender los destinos de un país, quieren presentar esa ‘contradicción’ como una falencia. Pero se olvidan que el necesario actuar punitivo, que establece límites, debe ser coherente con las circunstancias, para que sea el de un estadista; y no la actuación mecánica incontrolable que es la característica de lo criminal; o una paz mecánica determinada por un deseo adictivo hacia la fama y el aprecio, signado por las características de la personalidad, no por la sabiduría con la que se deben regir las conveniencias de un estado. En el caso de Uribe el logro superior de evitar el castigo y la violencia de la guerra dependía no solamente de su deseo, sino del enemigo que no quiso negociar.

A su vez Santos debe superar la tendencia al engaño, Júpiter – Neptuno, (compartida con Fidel Castro, pero expresada de otras maneras) puesta de manifiesto en su talante de jugador de póquer llevado a la política; además de su vacilación, que caracteriza a Libra en el ascendente, detectada por Timochenko. Por otra parte, las Farc tendrían que superar su tendencia y actuación criminal mecánica o consciente, mediante una radicalidad honesta que erradique todas las formas de lucha para alcanzar el poder, lo cual implica superar la tendencia al engaño. Dentro de este drama cósmico la personalidad de Chávez quedaba de manifiesto. Su tendencia a la magia y santería se producían, según mi amigo, por la conjunción de Júpiter y Urano.

Resumiendo el escenario y sus personajes: En el póquer de La Habana, las Farc, son las que se aprovechan del juego ‘cañador’de Santos y Fidel (aspecto negativo del jugador: Neptuno– Júpiter) de querer la paz frente a la comunidad internacional, mientras le pelean a Santos las ventajas que quieren y que la comunidad internacional no evalúa. Uribe puede ser un guerrero que sabe controlarse, lo que no significa ignorar, ni callar. En el 2001 el país pidió alguien de mano fuerte lo obtuvo y dio resultados; en el 2010 Santos interpretó que el país quería la paz y estamos peleando por interpretaciones (Conjunción Marte y Mercurio en la personalidad del país).

Asimilé difícilmente las pruebas presentadas por mi amigo que me rompió los esquemas, y entre los dos ocurrió, palabras más, palabras menos, el siguiente diálogo:

-Entonces Uribe, Santos, Fidel, Chávez y Maduro, como todos nosotros, estamos determinados por las fuerzas astrales?

-No. Llamémoslas tendencias y tu reacción es lo que cae bajo el libre albedrío para actuar en pro o en contra de algo, si tienes el conocimiento correcto.

-¿Y cómo puedo trascender esas tendencias?

– Sólo cuando por esfuerzo propio puedas elevarte al mundo espiritual para conocer la Voluntad Suprema de Dios que no está sujeta ni a la fenomenalidad de la vida o las tendencias astrológicas. Entiendo que Uribe hace Yoga Nidra, es decir, trata de superarse.

-¿Y cómo se cumple con la Voluntad de Dios? ¿Cuál es ella?

-La Voluntad de Dios no es el deseo tuyo de la paz; es la guía invisible que se manifiesta en la vida cuando tú le otorgas a Dios ese poder de actuar, y cualquiera sea el desenlace de los acontecimientos, siempre sabrás que será el mejor para ti o para el país. Dios puede utilizar el Proceso de Paz o cualquier otro medio cuando el pueblo de manera radical y sincera lo invoca, no cuando el presidente quiere. Te cuento lo siguiente. El 7 de octubre de 1573 el Papa León XIII oró intensamente toda una noche porque se avecinaba lo que se conoce como la Batalla de Lepanto en la que Occidente se enfrentó a la victoriosa escuadra turca. Antes de la batalla todos los soldados rezaron el rosario. Al día siguiente de la vigilia papal, éste anunció a sus feligreses. “Hemos tenido victoria.” En esa época no había internet. ¿Quién se lo dijo? Roma estaba a diez días de camino del lugar de los hechos. Hoy la iglesia no convoca a la oración nacional por la paz, no cree en su poder; no creo que ninguna denominación o religión se opondría. En Colombia se ha abandonado la fe por lo que la paz se ha convertido en un asunto entre las Farc y Santos; Dios no está en el selfy y el pueblo menos.” Además, me amplió mi amigo el ejemplo de la fuerza del espíritu sobre el ciego destino, desde una perspectiva no católica. Me dijo: “Maharishi Maheshi Yogui, el gurú de Los Beatles, llevó a cabo en Washington un experimento con la Meditación Trascendental. Durante unos días convocó a un número de meditadores para enviar pensamientos de paz y concordia. Durante esos días el índice de criminalidad bajó.”

Después he averiguado que experimentos de oración a distancia por pacientes enfermos se han llevado a cabo con resultados sorprendentes; y las lecturas variadas del fundamento científico de la astrología me han indicado que estamos en el inicio de comprender lo que los antiguos ya manejaban. ¿Restos de un conocimiento superior de una civilización desaparecida?

Tenemos entonces que en nuestro ordenamiento de valores civiles la política, la constitución, los intereses personales, están antes que Dios o las fuerzas positivas del espíritu humano. La astrología nos muestra que existen leyes que no conocemos y que influyen en los acontecimientos humanos a través de las personas, líderes, acontecimientos. En el caso Santos se ha querido ver que su actuación es la de un estadista cuando en realidad obedece a rasgos de personalidad predeterminados por leyes desconocidas; lo mismo ocurre con Uribe, Chávez, Castro y todos los gobernantes. Al trasmitirse esos rasgos personales a los gobiernos viene la confusión con las supuestas características sicológicas de las ideologías. Si a esa falta de discernimiento sumamos la influencia del azar, la indefinición, los pendientes, los asuntos difíciles, la firma de la paz no es garantía de la clase de paz que obtendremos por lo que se cumple la aseveración de Shakespeare citada al comienzo.

Por otra parte, si en la política incluimos un paradigma de determinismo que le hace decir a las Farc que la oposición quiere condenarnos al destino de una guerra sin fin, también hay que preguntarse si ciertos políticos son elegidos por una mecánica supuestamente democrática o por una necesidad superior de enseñarnos algo. Por lo que hay que cuestionarse también si un líder dubitativo responde simbólicamente a la ambivalencia de un pueblo que, aunque desea la paz, tolera y no sanciona las incongruencias de honestidad en la política. Si da lo mismo comprar o no comprar votos; mentir o decir la verdad; un malvado condenado con casa por cárcel o un inocente a la espera de un juicio; da igual elegir o abstenerse, tolerar a las Farc o no hacerlo, etc., el mensaje que le enviamos a un cosmos moral es que la justicia inminente que ordena los entuertos humanos en realidad nos tiene sin cuidado. Por ese motivo, seamos sabios en lo que deseamos o decimos, pues en Cuba no hay tiros y viven en su paz, sin libertad.

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