Los riesgos que generan los atentados contra los oleoductos en Colombia

Mientras en México el problema de robo de hidrocarburos o huachicoleo, como se conoce popularmente esta práctica, está en la mira de las autoridades luego de que se registrara una de las peores tragedias recientes que le cobró la vida al menos 126 personas con la explosión en HIdalgo, Colombia también tiene problemas con sus hidrocarburos por cuenta de atentados contra su infraestructura.

Este domingo, Ecopetrol, la compañía de petróleos de Colombia, informó sobre un atentado con explosivos contra el oleoducto Caño Limón-Coveñas, el sector de La Colorada, en el municipio de Arauquita, en el departamento de Arauca, en el oriente colombiano.

La compañía activó un plan de contingencia con el que instaló un punto de control alternativo sobre el caño a 300 metros del punto del ataque y dijo, en un comunicado, que “estas acciones ilícitas ponen en riesgo la integridad de las personas” y “afectan el medio ambiente“.

Un representante de Ecopetrol dijo que son las autoridades las que determinarán los responsables de los hechos, pero detalló que esta es una zona donde hace presencia la guerrilla del ELN. CNN en Español se intentó comunicar con las autoridades de Arauca, sin recibir una respuesta hasta el momento.

Ecopetrol señaló que no hubo personas afectadas y que en el momento del ataque el oleoducto no estaba operando y se logró controlar el derrame.

El oleoducto Caño Limón-Coveñas tiene una longitud de 770 kilómetros y transporta crudos producidos en el Caño Limón, en el departamento de Arauca, en el oriente de Colombia, fronterizo con Venezuela.

En lo que va corrido de 2019 se han registrado seis atentados al oleoducto en los departamentos de Arauca y Norte de Santander, según la compañía.

El pasado 9 de enero la compañía petrolera registró otros dos atentados contra su infraestructura también en el municipio de Arauquita. Fueron dos atentados en los sectores de La Pesquera y Las Bancas, según reportó la compañía, sin establecer los responsables del atentado.

En uno de estos ataques hubo un derrame de petróleo que “quedó contenido en el propio cráter de la explosión”, dijo la compañía en un comunicado, en el que agregó que en el otro no hubo derrame.

También reportó otro atentado el 5 de enero contra ese oleoducto, esta vez en el departamento de Norte de Santander, en el nororiente del país.

Colombia redujo las cifras de robo de hidrocarburos

Pero a diferencia de México, donde se registran tomas clandestinas en las que la gente va a recolectar gasolina, y hasta hay registros de ductos donde se ve el trabajo de ingenieros especializados que pueden conectar válvulas que permiten abrir y cerrar la toma clandestina, lo de Colombia responde a ataques dirigidos, en su mayoría, por la guerrilla del ELN, de acuerdo con las autoridades.

Según el procurador general de Colombia, Fernando Carrillo, en 2017 la guerrilla del ELN perpetró 62 ataques contra el Oleoducto Caño Limón-Coveñas, que ocasionaron el derrame de 20.000 barriles de Petróleo ya afectaron al 60% de las fuentes hídricas.

Carrillo dijo en marzo de 2018 que en los últimos 17 años los “atentados terroristas” contra la infraestructura han causado el derrame de 66 millones de galones de petróleo y en 35 años se han registrado 2.575 ataques contra la infraestructura petrolera del país.

Y cifras de Ecopetrol, en 2018 se registraron 89 atentados contra el oleoducto Caño Limón Coveñas en los departamentos de Arauca, Boyacá y Norte de Santander.

Pero a pesar de que los atentados terroristas siguen afectando la infraestructura del país, las autoridades también registraron casi el 99% de reducción en los robos de combustible en los últimos 17 años, según la Policía de Colombia.

El robo de combustible era frecuente en Colombia a principios de la década de los 2000, en los lugares por donde pasaba el oleoducto Caño Limón Coveñas y donde los ladrones perforaban las tuberías para robar hidrocarburos.

Acciones a principios de esa década como una ofensiva militar y de inteligencia contra las bandas criminales en su mayoría al servicio del narcotráfico y el aumento de penas de hasta 15 años por robo de hidrocarburos, fueron algunas de las acciones para controlar este delito, según le dijo a CNN en Español el coronel Diego Rosero, director de la Policía de Carabineros de Colombia.

En esa época, Ecopetrol registraba pérdidas por más de 110 millones de dólares al año, según le dijo a CNN el director de la Policía de Carabineros.

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