Nadie duda que una gran mayoría de los maestros que todos los días se enfrentan a una clase son buenos mexicanos; responsables, preocupados por la calidad de la educación de sus alumnos y por ser mejores cada día.
Y, sin duda, nadie escatimaría un reconocimiento a esos maestros.
Pero en el universo de más de un millón de maestros contratados por la SEP, también abundan los aviadores, holgazanes, pillos, mafiosos y los que son verdaderos “maestros del robo”, como los 70 “maestros” que detectó el Instituto Mexicano para la Competitividad, IMCO, quienes —sin contar prestaciones, bonos y/o aguinaldo—, ganan cada uno más de 193 mil pesos al mes. De los 70 “maestros”, sólo 25 trabajan en una escuela y 21 de esas escuelas están evaluados con una calificación reprobatoria. Entre los “maestros millonarios” destaca el caso de A. Ramirez Z. —de Oaxaca—, quien percibe 603 mil pesos al mes. El resto de “maestros” millonarios están 26 en Veracruz; 9, en Baja California; 9, en el Estado de México; 6, en Guanajuato; 6, en Guerrero; 5, en Oaxaca; 2, en Michoacán; 2, en Zacatecas, y 1 en Aguascalientes, Chihuahua, Jalisco y Puebla, respectivamente. Todos ellos ganan más que los gobernadores de sus estados. Además, y de acuerdo con sus ingresos, otros 91 mil 129 “maestros” podrían entrar en el 10% de los hogares más ricos de México.
En el estado de Hidalgo existen mil 442 “maestros” registrados con fecha de nacimiento 12 de diciembre de 1912. En un trimestre, todos los “Lupitos” cobran 31 millones 807 mil 948.79 pesos. Tan solo 127 de los “Lupitos” —que en un trimestre recibieron 2 millones 985 mil 705.96 pesos—, dicen trabajar en un programa de ambientación sustentable que realiza conferencias y talleres de composta. Finalmente, siempre según el IMCO, la escuela más cara sería el Centro Escolar Bandera Nacional, ubicado en Iguala, Guerrero. Según la nómina oficial en esta escuela trabajan seis personas —el Censo sólo encontró a dos—; cuenta con un alumno y la nómina mensual es de 85 mil pesos. Además, según el Ojo Ciudadano —un grupo de organizaciones de la sociedad civil—, cada año se desvía un total de 35 mil millones de pesos, que van a parar a 300 mil maestros que no existen, están muertos, son aviadores o comisionados.
Otros “maestros” viven del secuestro de personas y están vinculados con el EPR.
Todo lo anterior confirma que buena parte de los maestros contratados por la SEP no son maestros de escuela, sino “maestros del robo”. Y muchos de esos son los que durante meses y amparados en la mafiosa CNTE o el SNTE, se opusieron a la reforma educativa. ¿Y por qué se opusieron? Por todo lo anterior, porque no dan clases, porque se dedican a robar el dinero público, el dinero de todos los mexicanos que trabajan y pagan a Hacienda. Y, como todos saben, esos “maestros del robo” son solapados por el PRD, por el GDF, por AMLO, por René Bejarano, por Dolores Padierna y por gobernadores como Gabino Cué, que todos los días viola la Constitución sin que nadie lo sancione por ello. Y claro, ese robo no le importa a ningún cineasta ganador del Oscar y menos a sus titiriteros, que también solapan a la mafia magisterial y que están en contra de la reforma educativa. Al tiempo.
EN EL CAMINO
Y a las señoras que dicen defender a las mujeres explotadas y vejadas tampoco les importan casos como el de Sandra Luz Hernández, asesinada el pasado lunes de 15 balazos, cuando acudió a una cita donde supuestamente la darían información de su hijo desaparecido desde hace dos años. El caso de Sandra Luz Hernández se suma al asesinato de Norma Corona—ocurrido el 21 de mayo de 1999, en Culiacán—, al de Marisela Escobedo —registrado el 16 de diciembre de 2010, en Chihuahua—, y al de muchas otras madres que han sido vejadas, olvidadas y abandonadas por la autoridad, a pesar de que por años han luchado por encontrar a sus hijos desaparecidos. Y como Sandra Luz Hernández no es podóloga y no tuvo “la suerte” de estar en un escándalo vinculado con Las Chivas, su tragedia no mereció ni una línea en la mal llamada prensa nacional.
Sandra Luz Hernández fue asesinada luego que fue contactada por un hombre en el supermercado, quien le dijo que la llevaría a una casa donde le darían información de su hijo desaparecido hace dos años. Al llegar a la casa la mataron de 15 balazos. Hace semanas, y de manera forzada, el titular de la PGR, Jesús Murillo Karam, escuchó a Sandra Luz Hernández y a otras madres, hermanas y esposas de desaparecidos en Sinaloa. Las escuchó, pero no les hizo caso. Hoy, Sandra Luz Hernández está muerta.
