Mañana

Amable lector. Abraham Lincoln (1809 – 1865). En una pobre cabaña en medio del bosque, con la ayuda de la comadrona, una mañana de invierno nació Lincoln. Su madre murió cuando tenía 8 años y él ayudó a su padre a construir una caja de madera para enterrarla. Desde niño entendió que más que derribar árboles a golpes de hacha debía aprender a leer, a escuchar y a conversar con la gente.

Hombre de corazón pacífico, bueno por naturaleza. Sin embargo, siendo presidente de los Estados Unidos debió afrontar la guerra para preservar la unión del pueblo americano. Poco después se ocupó del manejo militar, pues de lo contrario se perdería todo. Fue criticado duramente por la prensa y por los pensadores de entonces. Luego de ser asesinado, comprendieron su grandeza.

Simón Bolívar (1783 – 1830). Inició la lucha por la Independencia al lado de Francisco de Miranda, más tarde se distanció de él. Tuvo que combatir no solo con los españoles, sino contra los suyos. Cruzó altas montañas, atravesó llanuras, ríos y mares. Caracas, Bogotá, Quito, Lima y la Paz fueron testigos de su colosal empeño para construir una gran nación.

Cometió abusos, fue ingenuo con Páez y muchos otros. Murió casi solo. Sus críticos fueron numerosos y vehementes. Alcanzó la gloria muchos años después de su muerte. La historia le perdonó sus errores y le concedió el nombre de Padre de la Patria.

Winston Churchill. (1874 – 1965) De noble cuna. Al principio de su carrera tuvo un gran fracaso al tomar una decisión militar que costó muchas vidas. Al iniciar la Segunda Guerra Mundial fue nombrado primer ministro de Inglaterra. Le hablaba a su pueblo y le infundía confianza. Es célebre su frase: “Con sangre, trabajo, sudor y lágrimas”. Descartó la posibilidad de negociar con las fuerzas del mal, pues a su juicio habría sido funesto para el país. Permitió, con el pretexto de destruir bases militares, bombardear poblaciones alemanas. Luchó hasta conseguir la paz y conservar la dignidad de su pueblo. Sus aciertos superan por mucho sus equivocaciones.

Álvaro Uribe V. (1952 Salgar, Antioquia). Cuando inició su gobierno en 2002, la gente de Colombia estaba secuestrada, se sentía desprotegida y con miedo. Poco a poco se recuperó la confianza. Por las carreteras transitaron de nuevo los vehículos. Se respetó la propiedad privada, se estimuló la inversión y con ello el trabajo. Nadie ha conversado y escuchado tanto a su pueblo, como él.

Hubo excesos innecesarios en las Fuerzas Armadas y errores en otros campos del gobierno. Los pequeños negocios al borde de los caminos que se habían marchitado renacieron, también las achiras y las dalias. Sus dueños volvieron a sonreír llevando el pan a sus hijos. Los jóvenes de hoy no conocieron las atrocidades y las crueldades de los grupos narcoguerrilleros; eran los amos del país.Los críticos de Álvaro Uribe, sin valorar los hechos, guiados por el fanatismo, lo seguirán injuriando, sin importarles que nos sacó de un infierno. El voto en blanco fortalecerá la carrera política de Petro.

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