“Manteniendo la democracia ¡maestro!”

El coronel (r), Luis Alfonso Plazas Vega es recio, de palabra contundente y de principios inquebrantables. Más de siete años le fueron arrebatados de su vida y como un león estuvo detenido por cuenta del proceso que se le abrió por los supuestos desaparecidos en la retoma del Palacio de Justicia, en noviembre de 1985.

Fueron siete años lejos de su familia. A paso lento, pero con enfoque marcial, el coronel Plazas leía, se preparaba. Su mirada se perdía en el horizonte de los cerros nororientales de Bogotá esperando que esas rejas se abrieran para volver a gozar de lo arrebatado: la libertad.

Nunca calló. Siempre defendió sus principios y su inocencia. Entre juzgados y el Cantón Norte transcurrieron más de siete años de su vida, incluso un episodio lo llevó a una cama del Hospital Militar. Entre dientes, muchos decían que el Coronel había “perdido el juicio”, pero contrario a esos pronósticos absurdos la realidad era otra: estaba muy cuerdo, pero desesperado, nadie escuchaba sus gritos de inocencia.

El tortuoso camino de la detención y su condena fueron más duros que sus días de combate, esos que enfrentó con sus hombres para mantener la institucionalidad del país. Nunca desfalleció y tampoco dudó en momentos que tuvo que actuar en una guerra urbana que había planteado el M-19 cuando ese 6 de noviembre de 1985 atacó el Palacio de Justicia.

Ese día, los periodistas le preguntaron sobre qué estaba haciendo y sin dudarlo un instante respondió: “Manteniendo la democracia ¡maestro!”.

Precisamente esa frase es el título del libro que once meses después que la Corte Suprema de Justicia lo absolviera y le devolviera a la libertad presentó el coronel Plazas.

Más de 700 personas lo escucharon en el auditorio de la Universidad Sergio Arboleda en Bogotá, donde el oficial habló de su escrito y comentó lo que en cada una de sus páginas retrataba con detalle lo que significó el proceso judicial que se adelantó en su contra.

Esta vez no estaba solo. Su esposa, la senadora Thania Vega, hijos y amigos lo acompañaron y lo escucharon. Entre los invitados estuvieron el exministro Fernando Londoño; el director del Centro Democrático, Óscar Iván Zuluaga, el exembajador Carlos Holmes Trujillo; el presidente de Fedegan, José Félix Lafaurie; los senadores Alfredo Rangel y José Obdulio Gaviria, y la representante Tatiana Cabello, entre otros, quienes escucharon la historia del Coronel que no tiene quién le escriba, porque él mismo lo hace.

El coronel Plazas recordó los momentos de esos más de siete años de cautiverio, plasmados –todos- en cada una de las palabras impresas en su libro.

El expresidente y senador Álvaro Uribe Vélez no pudo asistir al lanzamiento de la obra pero un delegado suyo leyó el siguiente mensaje:

“Los acompaño de corazón en la presentación de esta obra que constituye el testimonio de un patriota de todas las horas, el coronel Alfonso Plazas Vega. 

Esas páginas son reflejo de la inteligencia agudeza y consistencia que han caracterizado todos sus actos. Usted, coronel Plazas, ha sido un hombre de convicciones un servidor intachable de nuestra Fuerza Pública y un extraordinario miembro de familia.

La abnegación y entereza con la que usted enfrentó durante ocho años la infamia de estar usted privado de la libertad son un aliciente para aquellos miembros de nuestras Fuerzas Armadas que hoy batallan desde la cárcel contra esa arremetida de la justicia politizada.

Debo reiterar que su absolución por parte de la Corte Suprema de Justicia ha sido motivo de esperanza que confiamos se traduzca en un camino de rectificación de injusticias en la justicia que hay contra tantos integrantes de nuestras Fuerzas Armadas.

Nosotros seguiremos insistiendo para que los acuerdos de La Habana se reformen y que ello implique, para los miembros de nuestras Fuerzas Armadas que estén condenados o con procesos de investigación dos posibilidades: obtener la libertad lo más pronto posible y una instancia de justicia que les permita luchar por su honra.

Celebramos que hoy, desde la libertad, usted presente este libro que llena de orgullo a doña Thania, a sus hijos y a quienes vemos en usted a un demócrata en todo el sentido de la palabra”.

Así, el coronel Plazas Vega cumplió otro sueño, que todos los colombianos sepan que su labor fue mantener la democracia y no los absurdos jurídicos que le querían endilgar.

 

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