“Ministro Cristo, quítese las botas de las FARC y póngase los zapatos de las víctimas”

Me sorprendió conocer a Rubén Blandón, la víctima de las FARC de quien Cecilia Orozco Tascón se burló con especial desidia y extrema crueldad. Al verlo sin la famosa prótesis que, dicen los medios, se quitó para atacar al ministro Juan Fernando Cristo, el del proceso 8.000, le pregunté sin más:

-¿Qué pasó con la prótesis? ¿La perdió en el escándalo del pasado 27 de octubre?

Rubén soltó una risotada y, soltándose de las muletas para sostenerse sobre su única pierna, las levantó en el aire –No tengo prótesis. Difícilmente pude comprar este par de sencillas muletas.

Su jovialidad matizaba con la tragedia evidente. Era un hombre joven y lleno de vitalidad pero le faltaba una pierna. Obviamente Rubén Blandón estaba venciendo esa horrenda realidad frente a la cual muchos se hubieran derrumbado.

Ricardo Puentes Melo: Rubén, era obvio que el supuesto evento de las víctimas del 27 de octubre no era más que una parodia con fines políticos. Todos lo sabíamos. ¿Por qué asistió a sabiendas de esto?

Rubén Blandón: A mí me dijeron que el evento no iba a ser político y por eso fui. Mi organización y otras organizaciones preguntamos eso antes de ir, y la doctora Sofía Gaviria nos ratificó que eso no era político. Sin embargo, cuando yo llegué al evento, me doy cuenta de que allí está el Dr. Juan Fernando Cristo. Y lo primero que escucho es que él está defendiendo todas las tesis que este gobierno y las FARC están planteando en la Habana.

RPM: Un segundo… ¿Entonces usted fue engañado al evento?

RB: Así es. Y a menos que la Dra. Sofía Gaviria haya sido asaltada en su buena fe, ella se prestó para hacerle un favor a lo que planean el gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC.

RPM: Bien. Usted entra, escucha a Cristo y entonces decide lanzarle un zapato al ministro…

RB: Eso no es cierto. Eso es una mentira de los medios, de Cecilia Orozco. Lo que sucedió es que mientras el ministro Cristo alababa las conversaciones en La Habana, yo empecé a recordar al prelado ese que se quitó sus zapatos y se puso las botas de las FARC. Entonces yo caminé hacia el podio, donde estaba el ministro, y me quité mi zapato, el único que tengo porque perdí mi pierna derecha, No tengo prótesis… Ando en muletas. Me quité mi zapato del pie izquierdo, y le dije al ministro: “Ministro, por la dignidad de las víctimas de las FARC, quítese las botas de esos terroristas y póngase los zapatos de las víctimas.”

RPM: ¿Usted empezó el abucheo?

RB: No, señor. Cuando yo hago esto, el abucheo estaba ya muy fuerte… Luego de eso, el ministro sale protegido por su gigantesco cuerpo de escoltas. Entonces los medios me abordan y yo explico esto que le digo a usted. Pero esos medios sacaron la mentira de que yo iba a agredir al ministro. Una mentira enorme.

RPM: ¿Qué sucede luego?

RB: Empezamos las mesas de trabajo. Pero eso estaba amañado. Las FARC no quieren reconocer que son terroristas y dicen que todos tenemos que pedirles perdón. En la mesa nos pasan unos documentos y yo leo que hay un punto que dice que debe haber verdad, pero las FARC miente porque dicen que no son victimarios mientras siguen masacrando policías, soldados, civiles, atacando la infraestructura. Las FARC mienten y siempre mentirán, siguen sembrando minas anti personas, siguen reclutando niños. Entonces, ¿para qué hacemos esas mesas de trabajo si ellos no quieren aceptar que mienten?

Le pedimos a la mesa principal que las conclusiones salieran de las víctimas de las FARC, no de los organizadores… Pero fuimos re-victimizados por el gobierno de Santos.

En la relatoría expuse los puntos de la mesa de trabajo y apoyé lo que dijo el Procurador, que las FARC no pueden salir del terrorismo directo para el Congreso. Que ellos deben pagar cárcel.

RPM: ¿Cómo ven ustedes al Procurador Ordóñez?

RB: El sí entiende y representa las víctimas de las FARC. Y es un hombre que sabe que sin justicia no puede haber paz. No tiene sesgo político, sólo sigue la ley

RPM: Usted dice que representa una organización. ¿Cuál es esa, a qué se dedica?

RB: Soy representante de la “Fundación internacional humanitaria contra minas anti persona y hambre”. La organización surge como necesidad de encontrar representación de las víctimas del terrorismo, no solo de las FARC sino de los otros grupos ilegales. La paz es un derecho y no un negocio como el que se lleva en La Habana. Por eso nosotros vimos la necesidad de acudir a estos escenarios para ser escuchados.

RPM: Los grandes medios dicen que su organización no es conocida y que usted es una especie de demente religioso.

RB: Eso dice Cecilia Orozco y los medios al servicio de Santos y las FARC. A ellos no les conviene aceptar que somos conocidos y que venimos trabajando hace muchos años. Nuestra posición frente al tema de La Habana es que le apostamos a la paz pero sin impunidad. Y eso no le gusta al gobierno, las FARC ni a la prensa arrodillada. Nosotros estamos trabajando desde 2007.

Mire, Ricardo… ¿Cómo es posible que Juan Manuel Santos dice sorprenderse de la “alharaca” que armó Colombia por los paseos de Timochenko a La Habana…? No debería sorprenderse…! Es ilegal lo que hizo.

El señor Santos dice que debemos tragarnos ese sapo de 50 mil toneladas. Pero le digo, Ricardo, que el que debe tragarse el sapo son las FARC y el mismo Juan Manuel Santos… No nosotros, las víctimas. Pero como Santos no sabe lo que es tener secuestrado un hijo, ni él ni su familia ha caído en minas anti persona, no le han asesinados a sus familiares, ni a su madre ni a sus hijos… ni ha sufrido nada como sí lo hemos sufrido nosotros…!

Yo le digo al señor Juan Manuel Santos: Nosotros los colombianos nos hemos tragado ya el sapo del terrorismo de esos victimarios, ahora usted y las FARC deben tragarse el sapo de la justicia.

RPM: ¿Cuantos son en su organización?

RB: Somos más de 750 personas y hay otro tanto en lista para ser aceptados. Como le dije, nace en 2007 y la iniciativa surge porque perdí mi pierna en el 2003, en la cuenca hídrica del Jiguamiandó, territorio chocoano.

RPM: ¿Quiere contarnos cómo sucedió eso…?

RB: Yo nací en Nueva Colonia, del Urabá antioqueño y chocoano, territorio que hace 40 años era chocoano. Yo no nací ni soy de Cartagena, como dicen por ahí. Y toda la familia Blandón es de esa región. Nuestros ancestros son de Tutunendo, Riosucio, pero luego nos abrimos a  Quibdó, La Larga, Domingodó, Cacarica, Belen de Bajirá, Curvaradó… todo esto por el acoso del terrorismo que atacó nuestra región.

La familia Blandón se riega por todo el territorio pero sin perder la esencia…. En ese año, en el 2003, con dineros del Plan Colombia, se estaba dando orden de retorno de las comunidades a los territorios. Mi familia había sido desplazada de Remacho, Jiguamiandó, Jurada y Curvaradó, Pueblo Nuevo, Chocó. Nosotros fuimos desplazados por la guerrilla porque no quisimos ser escudo humano de la guerrilla. Los que se quedaron, aceptaron. Allá se enquistaron organizaciones que apoyan a las FARC, como Justicia y Paz, la Comisión Intereclesial del cura Javier Giraldo, que apoya abiertamente el terrorismo narcotraficante en la región.

Entonces en ese 2003 yo acompaño a los campesinos en ese proceso de retorno. No había acompañamiento de ninguna autoridad. Dormimos en el caserío Andalucía, de Jiguamiandó. Al otro día reiniciamos la marcha en fila india. Yo iba de tercer lugar cuando pasábamos por el cerro las Menas, El primero pasó hacia la izquierda, el segundo hacia la derecha. Yo pisé donde ellos no habían pisado y es ahí donde me explota la mina.

Todos salieron corriendo y me dejaron solo. Yo traté de correr pero perdí mi tobillo de una vez y caí. Era una mina artesanal, fabricada con dos mil pesos, de las minas que las FARC ponen a los niños a fabricar porque saben que si se les explota y los niños mueren, no pasa nada porque éstos son desechables para la guerrilla

Entonces, eso pasó a las 9 15 am. A la 1 30 de la tarde los campesinos regresan a buscarme con una hamaca rudimentaria. Mi transporte fue muy difícil porque los ríos estaban desbordados. Me trasladan en chalupa, en tractor, a pie… En ferry logro cruzar y encontramos un carro del ejército que me colabora y me traslada. Aquí quiero aclarar que yo jamás estuve en el ejército como los medios también dicen. Siempre he sido civil.

Me llevan a Belén de Bajirá, pero allí no había nada instalaciones ni tecnología para operarme. Ya eran las 6 de la tarde. A las 6 45 llega la ambulancia y me trasladan a Mutatá donde llegó a las 7 54 pm. Allí casi me muero. Estaban en paro y no había médicos que me atendieran, así que me mandan a Medellín por vía terrestre. Allá llego a las 5:45 de la mañana del siguiente día. Ya estaba gangrenado. Me decían que si me hacían transfusión de sangre, me moría. Yo acepté ese riesgo y me pusieron transfusión. Me amputaron la pierna pero las esquirlas que me quedaron me extendieron la gangrena y tuvieron que volver a operarme. Estoy vivo de milagro.

Así que salgo, me recupero y empiezo a investigar sobre las minas anti persona. Encuentro que en Antioquia, de los 125 municipios, 97 están sembrados en minas y en ese año había en Antioquia 1.514 víctimas por las minas.

Rocío Pineda me enseña sobre DIH y de su mano empiezo a relacionarme con víctimas de minas anti persona. Viajo a Bogotá en 2005 y luego, en el 2007, tomo la decisión de constituir la fundación que hoy presido. En el 2010 fui candidato por circunscripción especial de negritudes a la Cámara de representantes. Sin dinero, en 25 días de titánico esfuerzo, saqué 1416 votos.

Así que los que dicen que Rubén Blandón es un aparecido que nada tiene que ver con el Chocó y Antioquia, y que soy de otros Blandón, dicen mentiras o desconocen mi trayectoria. La persona del zapato no es guerrerista ni delincuente, ni desadaptado, ni loco, como dicen los del Partido Liberal.

Los Blandón  sabemos que la sangre no es agua, que no podemos negar nuestro parentesco. Darío Blandón es mi primo hermano, y primo mío fue Graciano Blandón, igual que Manuel Moya es pariente mío. También era mi pariente Adán Quinto por lo Lemos y lo Blandón. Todos asesinados por las FARC a pesar de que ellos habían comunicado su peligro. Adán Quinto escribió muchas cartas a Andrés Villamizar, de la Unidad Nacional de protección, pero no le hicieron caso. Escribió hasta al Papa… La UNP le recortó el esquema a Adán Quinto.

Es doloroso porque el señor Villamizar le reduce el esquema de seguridad a Adán Quinto. Ese día se lo redujo, tuvo que salir solo y lo ultiman a tiros. Y ahora me quieren matar a mí porque le dije la verdad al ministro Cristo.

Yo no tengo protección. Ya veremos que dice el gobierno nacional.

RPM: Lo acusan de ser uribista… ¿qué contesta?

RB: Lo que pasa es que como hay una pelea entre el gobiernismo y el Centro Democrático que es oposición, toda cosa que no esté de acuerdo con lo que dicen en La Habana lo tildan de uribista, por el lado político. Eso no puede ser… en vez de mirar las cosas por el lado político, deberían mirarlo por el lado que es, que es el de las víctimas que no estamos de acuerdo con lo que transan en La Habana.

RPM: ¿Pero usted es uribista?

RB: No puedo negar que mi afinidad por el presidente Uribe es enorme. Me gustan las tesis de la seguridad democrática. Pero eso no quiere decir que el presidente Uribe me sienta para adoctrinarme en lo que debo hacer y decir en el tema de defensa de los Derechos Humanos. Que eso quede claro. Lo que hacemos, lo hacemos con autonomía, dignidad y decisión.

Juan Manuel Santos no puede salir a decir que Uribe tiene amarradas a las víctimas. Exigimos respeto, no somos títeres.

Es cierto que Uribe es un gran cerebro, ideó el tema de seguridad democrática. Pero las víctimas no nacimos desde Uribe… estamos desde antes luchando por nuestros derechos. Luego aparece Uribe y abandera nuestro tema… Por eso lo seguimos.

Pero en ese evento del 27 de octubre, el Centro Democrático no tuvo nada que ver. Como le dije, los que estaban allí iban a sabiendas de que estaban haciéndole un favor a Santos y a las FARC. Y nosotros fuimos engañados por esos panelistas… Por eso protestamos y rechiflamos al ministro.

Al presidente Santos hay que recordarle que Colombia no es comunista ni es un país totalitario… Y que tenemos derecho a reclamar nuestros derechos… y eso pasó en el foro ese. Protestamos porque los que llevan a la Habana no nos representan sino que fueron a abrazarse con los terroristas de las FARC.

Si Santos y Cristo fueran de verdad víctimas de las FARC, como dice el ministro Cristo, ellos llamarían victimarios a la guerrilla pero no lo hacen.

Pablo Atrato decía en el Urabá que había que sembrar coca y marihuana, y que había que matarnos a nosotros. Y hoy en La Habana él dice que es la paloma de la paz y que nunca ha cometido ningún delito… Y el gobierno lo apoya en esa gran mentira.

Yo le pido al señor Santos que no desprecie a las víctimas del terrorismo para apoyar a los terroristas. Así nunca se va a ganar el premio nobel de paz que tanto sueña.

RPM: Rubén, ¿qué sigue de acá en adelante?

RB: Mire, Ricardo… yo sigo en la lucha por la defensa de los Derechos Humanos… Y en esa vía coherente, estoy iniciando la creación de un movimiento político que recoja a todas las víctimas del terrorismo, las verdaderas víctimas que no queremos ir a arrodillarnos ante los victimarios, las víctimas que no nos vamos a tragar el sapo que las FARC y Santos quieren que nos traguemos.

RPM: ¿No siente temor de que lo asesinen…?

RB: Es el mismo temor que debe sentir usted, Ricardo… Pero usted bien sabe que nuestra convicción por la justicia y la verdad puede más que el miedo.

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