Entrevista concedida a un diario extranjero.

¿Cómo  se interpreta la elevada intención de voto en blanco en las encuestas?

Es ante todo una señal de indecisión e inconformismo. Pero al asociar esta cifra al elevado pesimismo y al rechazo al proceso de negociación con las Farc es apenas natural que la intención de voto en blanco se vea como una actitud contraria a la reelección presidencial.

¿El ascenso de Marta Lucía Ramírez pone en riesgo la reelección de Santos?

Por supuesto, ya que ella ha sacado a flote quiénes son y quienes no son genuinos conservadores pues hay una desconfianza social muy marcada hacia los privilegios que se les están concediendo a las Farc. Es por eso que el Presidente está haciendo muchos esfuerzos por diversificar el debate, pero no lo logra, y va hacia el naufragio, víctima de su propio invento. En cualquier caso, lo que debe tenerse en cuenta es que, siendo la candidata del Conservatismo, Marta Lucía Ramírez es tan cercana al expresidente Uribe como Zuluaga, el propio candidato del Uribismo.

¿Es posible que Zuluaga y Ramírez sumen fuerzas antes o después de la primera vuelta?

Podría darse un entendimiento previo a la primera vuelta, pero la ventaja de uno sobre el otro tendría que ser muy evidente, o ambos tendrían que sentirse muy amenazados por un tercero emergente. Lo cierto es que, tarde o temprano, esa unidad está absolutamente garantizada; y es lo que sus electores anhelan.

¿Qué riesgo supone Álvaro Uribe para la reelección de Santos?

Santos y las Farc pensaron que Uribe sería un expresidente más, pero nunca imaginaron que se convertiría en un factor electoral de tanta trascendencia, fundando un nuevo partido, liderando la auténtica oposición, siendo elegido al Senado con altas posibilidades de controlar la agenda congresional y, sobre todo, triplicándolo en popularidad, a tal punto que si las elecciones fueran mañana y Uribe pudiese volver a candidatizarse, lo derrotaría abrumadoramente. En resumen, el gran problema de Santos es que no reconoce cuál es el cálculo estratégico que las Farc están haciendo y la trampa que le están tendiendo, con lo cual, es lógico que buena parte de los electores lo perciban como excesivamente indulgente y complaciente con los terroristas.

Es por eso que, siendo el candidato de tres poderosos partidos, su intención de voto sea tan dramáticamente baja. Y supongo que le será difícil conciliar el sueño.