NO OLVIDEMOS EL EJEMPLO DEL CORONEL ALFONSO PLAZAS VEGA

Sólo en la fortuna adversa se hallan las grandes lecciones del heroísmo.

Séneca (2 AC-65) Filósofo latino.

Los militares brillan de manera heroica y excelente en la paz cuando, como muchos héroes de la patria, van a la cárcel por defender las instituciones. Es un brillo que duele por la corona moral y gallarda que se impone por encima de la injusticia.

El 6 de noviembre de 1985 los terroristas del M19, financiados por el narcotráfico, se tomaron a sangre y fuego el Palacio de Justicia. En la retoma del Palacio los colombianos recordamos con dolor las imágenes de la tanqueta entrando al Palacio; pero nos hemos dejado lavar el cerebro contra los militares cuando ejercen la fuerza necesaria, olvidando, desafortunadamente, la respuesta del Coronel Alfonso Plazas Vega interrogado por los medios: “Aquí, defendiendo la democracia, maestro.” ¿Por qué debemos tener presente sus palabras? Porque después de 19 años adquieren un profundo significado de esperanza en relación con el papel de nuestras respetadas Fuerzas Armadas en la situación presente.

Ante la desinformación existente en relación con los diálogos de La Habana, hemos tenido que aceptar con desconfianza las malas decisiones del Presidente Santos en pro de una buena causa. De esas malas decisiones se vienen aprovechando las Farc, conociendo también el talante del Presidente, pues el 15 de marzo de 2014, Juan David Laverde Palma escribió en El Espectador “Planes Secretos de las Farc” en el que develaba que en mayo de 2013 la cúpula militar le expuso al Presidente Santos sus preocupaciones por la suerte de los diálogos de paz en La Habana, preocupaciones que fueron desatendidas con la posterior cambio de la cúpula en agosto del 2013. Hemos olvidado el recuento del periodista Laverde.

Por ese motivo, sin proponérselo, nuestras Fuerzas Armadas tendrán que afrontar en el futuro inmediato un dilema no deseado: ¿A quién obedecerán? ¿Al presidente de turno que puede llevar al país a una situación peligrosa debido a sus malas decisiones? ¿O al mandato constitucional de defender la democracia y las libertades? Si estuviéramos en Venezuela, el artículo 350 de la Constitución Bolivariana no dejaría dudas: “El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos” Por otra parte, en sana lógica, los derechos fundamentales de una nación no pueden estar sometidos a la prohibición de deliberar porque la conciencia humana se basa en la permanente libertad que está antes de cualquier condición o estado de la persona.

Plazas Vega defendió la constitución y está preso. Pero ese no es un destino ineluctable, pues debemos develar el avieso plan del Foro de São Paulo para destruir la institucionalidad respetable de las Fuerzas Armadas de los países demócratas y remplazarlas por un ejército leal al sátrapa de turno. De esta manera nuestros hermanos militares tendrán los juicios necesarios para deliberar por encima del mandato constitucional cuando la patria está en peligro.

Hemos oído que en La Habana no se discute la ‘doctrina militar.’ La opinión ignora que la doctrina militar es la que le da identidad especial al soldado como un demócrata obediente, sujeto a una jerarquía que defiende una constitución democrática. Los militares venezolanos deben gritar: “Patria, socialismo o muerte.” ¿Por qué no, patria, democracia y vida? En Argentina, Chile y Uruguay enjuician a los militares que lucharon contra la subversión. También lo están haciendo en Colombia mediante el enredo judicial y la abolición del fuero. Si bien es cierto que algunos militares cometieron crímenes y excesos ¿por qué será que en vez de justicia se percibe venganza con testigos falsos, juicios amañados sin la práctica de todas las pruebas requeridas por la defensa y con las cajas de resonancia mediáticas?

¿Cuál es la motivación del FSP? Luchar contra el neoliberalismo ofreciendo un Socialismo del Siglo 21 que ya ha fracasado. Hablan contra la corrupción, pero corrompen su propio gobierno como en Venezuela. Quieren destruir el ejército que consideran el defensor de los interese capitalistas para convertirlo en el defensor del poder socialista contaminado con el narcotráfico y sus adláteres como una forma de lucha política. ¿Por qué se magnifican los escándalos de las irregularidades dentro de las fuerzas armadas? Para destruirlas. ¿Por qué se tolera en Venezuela a una fuerza terrorista? Por una afinidad política que considera al crimen su aliado. Lo mismo ocurre con el narcotráfico; de ahí la expulsión de la DEA de Venezuela. Cínicamente los miembros del club del FSP argumentan que la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo ha remplazado al anticomunismo. ¿Pero qué hacemos si el principal cartel del mundo es comunista? ¿Qué hacemos si la operación contra el Palacio de Justicia fue el resultado del contubernio entre terroristas comunistas y narcotraficantes? La amenaza contra la democracia es, además de las prácticas comunistas, el narcotráfico y el terrorismo. Por eso las palabras del Coronel Plazas Vega son actuales y pertinentes.

El defender la democracia de Plazas Vega es luchar también contra la cortina de humo de los camaradas cuando despotrican contra la guerra, sin darnos cuenta que la superación de la misma, en todas sus modalidades (sicológica, económica, moral, judicial que ellos practican) es precisamente a lo que debería aspirar el verdadero pacifismo. Al mismo tiempo, deberíamos saber que no se puede tratar de eliminar la guerra sin la más mínima pretensión de sustituirla por otro método mejor. La paz no es lo que queda cuando extirpamos las confrontaciones, sino que requiere una construcción, un trabajo, especialmente el de no sustituir la guerra por la esclavitud a una ideología.

El Plan del Foro de Sao Paulo para destruir las Fuerzas Armadas de los países democráticos es parte del plan comunista de dominio mundial para esclavizarnos, plan al que no han renunciado.

Para una mayor ilustración del plan invito a los lectores a leer el documento adjunto cuya compilación fue elaborada por la Unión de Organizaciones Democráticas de América en septiembre de 2009.

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