NUEVA INSURRECCIÓN EL 15 DE JUNIO!!!

Las votaciones de Marzo y Mayo sirven para comparar y comprobar la insurrección pacífica y consciente que estamos viviendo. Es la expresión de la inconformidad contra la politiquería, la corrupción y el narcoterrorismo que tienen sitiado al país para impedir el desarrollo de políticas en beneficio de las mayorías nacionales, iniciadas bajo los gobiernos de la Seguridad Democrática.

El programa del Centro Democrático también ha contribuido al discernimiento sobre los hechos históricos vividos con las Farc en los gobiernos de los Expresidente Betancourt y Pastrana para comprender el “Proceso de Paz” que se adelanta en La Habana y su relación con la realidad nacional.

Políticas y consignas populistas para apaciguar el accionar de las fuerzas ilegales que combaten la democracia solo han servido para debilitar a sus principales instituciones y frenar el desarrollo económico y social de la nación.

De los cinco millones de votantes en Marzo por los voceros de la “Unidad Nacional” solo tres millones trescientos mil respaldaron la candidatura reeleccionista en la primera vuelta, la cual apeló a la consigna de “guerra o paz” para intimidar a los colombianos como si el país viviera en medio de una guerra civil.

A diferencia de los dos millones de colombianos que habiendo sufragado por la lista encabezada por el Expresidente Uribe al parlamento aumentaron su caudal a tres millones setecientos cincuenta mil para respaldar al candidato del Centro Democrático, conscientes de que la violencia existente la causan los grupos minoritarios al margen de la ley.

El respaldo a Oscar Iván Zuluaga y Carlos Holmes Trujillo es la demostración del apoyo a una política democrática, civilista y de centro, que rechaza los extremismos de quienes a nombre del “pueblo” se oponen a realidades históricas para entorpecer los procesos de construcción democrática y pacífica de la patria. Es la respuesta leal a una política comprometida con la nación y las necesidades de sus habitantes.

La consigna electoral populista de “guerra o paz” ha servido para esclarecer el debate programático sobre lo que la nación requiere en diversos campos, lo cual ha de permitir que se construyan alianzas estratégicas con los demás movimientos y partidos democráticos que tuvieron significativa expresión electoral.

Las desesperadas e inexplicables alianzas burocráticas de último momento de la “Unidad Nacional”, contribuye a la toma de posición de quienes se abstuvieron en las pasadas elecciones, fuerza importante para engrosar el levantamiento civil contra la politiquería, la corrupción y el narcoterrorismo.

El 15 de Junio se expresará de nuevo esta insurrección civilista preparada reflexivamente por los dirigentes, con laboriosidad y en contacto permanente con la ciudadanía, para bien de la patria, y así evitar la repetición de la grave situación que hoy rechaza el hermano pueblo venezolano por la imposición del llamado “Socialismo del Siglo XXI”.

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