Obama y Castro usan tonos distintos en la ONU

Las diferencias entre los gobiernos de Estados Unidos y Cuba se hicieron evidentes el lunes, cuando el presidente Barack Obama hizo una apasionada defensa de la democracia mientras el gobernante Raúl Castro criticó la manipulación de los derechos humanos con fines políticos, en sendos discursos en la septuagésima Asamblea General de la ONU.

Castro pronunció un áspero discurso en el que no dio crédito, como en ocasiones anteriores, a Estados Unidos en el tema de la restauración de relaciones diplomáticas.

“Tras 56 años de heroica y abnegada resistencia del pueblo cubano, quedaron restablecidas las relaciones diplomáticas y las embajadas en las respectivas capitales”, se limitó a decir el gobernante, quien reiteró que no habría total normalización si Estados Unidos no elimina el embargo, devuelve el territorio de la Base Naval de Guantánamo, cesa las transmisiones de radio y TV Martí, elimina los programas de “desestabilización” y compensa al “pueblo cubano por daños humanos y económicos”.

Castro aprovechó la ocasión para tocar la mayoría de los argumentos del gobierno cubano en materia de relaciones exteriores en los últimos 50 años y saludar a sus aliados, entre ellos los gobiernos de Nicolás Maduro y Rafael Correa, quienes estarían siendo atacados “con el mismo guión de desestabilización aplicado contra otros gobiernos progresistas de la región”. También defendió el reclamo argentino sobre las Malvinas, la independencia de Puerto Rico y la creación de un estado palestino con capital en Jerusalén Oriental y límites anteriores a 1967.

Castro reafirmó su “rechazo a la intención de extender la presencia de la OTAN hasta las fronteras de Rusia y la imposición de sanciones unilaterales e injustas contra esa nación”. Asimismo, dijo rechazar la “injerencia” de las naciones occidentales en Siria y que el pueblo sirio “podía resolver por sí mismo sus diferencias” sin mencionar el tema del terrorismo creado por el Estado Islámico o los crímenes que se le imputan al gobierno de Bashar-al-Assad.

Directamente culpó a Europa de provocar la crisis de refugiados de siria y África del Norte por sus “acciones de desestabilización de la OTAN” en esas regiones y llamó a la Unión Europea a “asumir su responsabilidad con la crisis humanitaria que ayudó a generar”.

“Es inaceptable la militarización del ciberespacio y el empleo encubierto e ilegal de las tecnologías de la información y las comunicaciones para agredir a otros estados”, continuó denunciando Castro, así como “que se distorsione la promoción y protección de los derechos humanos, utilizándolos de forma selectiva y discriminatoria para validar e imponer decisiones políticas”.

El gobernante cubano afirmó que los derechos humanos continúan siendo una “utopía” debido a la pobreza y la desigualdad y aprovechó para atacar a los sistemas electorales y “partidos tradicionales que dependen del dinero y la publicidad” pues están “cada vez más distantes de las aspiraciones de sus pueblos”.

En cuanto al cambio climático abogó por “asumir responsabilidades comunes pero diferenciadas” porque no todos los países “despilfarramos los recursos naturales y humanos en un consumo irracional e insostenible”, subrayó.

Obama confía en la diplomacia

En la mañana, Obama dedicó palabras al acercamiento con el gobierno de Cuba, con el que EEUU mantiene diferencias en relación a los derechos humanos, pero dijo confiar en el poder de la diplomacia y el contacto pueblo a pueblo para generar apertura.

“En la medida en que esos contactos generen progreso, confío en que nuestro Congreso inevitablemente levantará un embargo que no debe mantenerse más”, dijo.

“El cambio no vendrá de la noche a la mañana en Cuba, pero confío que la apertura, no la coerción, apoyará reformas y mejorará la vida del pueblo cubano; del mismo modo en que confío que Cuba encontrará el éxito si aumenta su cooperación con otras naciones”, subrayó.

Su discurso combinó una inspirada defensa de la democracia con llamados a elegir la diplomacia frente a la fuerza militar sin escatimar y duras críticas a los gobiernos autoritarios.

Obama reconoció que la democracia en EEUU no era perfecta–disfuncional en ocasiones– pero que esa “constante lucha para extender los derechos de más personas de nuestro pueblo, de dar voz a más gente, es lo que nos ha permitido convertirnos en la nación más poderosa del mundo”.

Luego de presentar las sanciones a Rusia no como un retorno de la Guerra Fría sino como una respuesta a la violación de la integridad territorial de Ucrania, llamó a la resolución de estos y otros conflictos dentro del sistema internacional y a través de la diplomacia, aunque advirtió que no se disculpaba por usar la fuerza contra el terrorismo del Estado Islámico.

“Vemos que se plantea un argumento de que la única fuerza que importa para los Estados Unidos son las palabras belicosas o las muestras de fuerza militar, que la cooperación y la diplomacia no funcionarán”, señaló el Presidente, y a continuación expresó su convicción de que “no importa cuán poderosa es nuestra fuerza militar, cuán fuerte nuestra economía, nosotros entendemos que Estados Unidos no puede resolver solo los problemas del mundo”.

El Presidente enfatizó que los problemas que enfrenta hoy el mundo globalizado afectan a todos y que el sistema democrático ofrece la mejor plataforma para enfrentarlos. En particular, destacó que las dictaduras son una fuente de inestabilidad y expresan la inseguridad de sus gobernantes.

“Creo que un gobierno que suprime la disidencia pacífica no está mostrando fuerza sino debilidad y miedo”, señaló y advirtió a aquellos “que enmiendan constituciones para para mantenerse en el cargo, solo reconocen que han fallado en construir un país exitoso para su pueblo, porque ninguno de nosotros dura para siempre”.

Cubanos protestan ante la ONU

Mientras tanto, en las afueras de la ONU, un grupo de activistas y exiliados cubanos protestó por la presencia del gobernante cubano desde horas de la mañana.

“Vinimos como cubanos libres que somos a protestar contra el dictador”, dijo la ex presa política Ileana Hurra, quien portaba una pancarta con la imagen de Raúl Castro con la palabra “genocidio” escrita en inglés.

Myriam Herrera, residente de Nueva Jersey, llegó a EEUU en 1961. “Estoy aquí porque tenemos ya hace muchos años una dictadura y nadie conoce eso o no quieren conocerlo”, explicó. Según Herrera, muchos cubanoamericanos residentes en Nueva Jersey no están “contentos” con el cambio de política porque “Cuba no ha dado nada, todo ha sido dado por los Estados Unidos y fue como una traición tener 18 meses de negociaciones y no contar con los disidentes”, señaló.

El fotógrafo y activista Claudio Fuente, uno de los impulsores de la campaña Todos Marchamos, que aboga por la liberación de todos los presos políticos, pidió a la ONU que “presione para que se vaya erradicando el principal bloqueo que sufre el pueblo cubano: el bloqueo castrista, y que se nos permita al pueblo cubano manifestarnos públicamente, asociarnos legalmente, crear partidos y que podamos importar y exportar, o sea tener personalidad jurídica”.

Para Fuentes, la transición que se está gestando es “una transferencia de poder” y, aunque dice no oponerse a una negociación entre Estados Unidos y Cuba para comenzar a “destrabar cosas”, considera que la oposición cubana desearía ver más presión en el tema de los derechos humanos.

Otra docena de activistas que arribaron de Miami, incluidos varios del Movimiento Democracia, se sumaron a la protesta en la tarde. Miembros de esa organización no recibieron autorización para situar un barco con “cruces” en el East River como habían anunciado.

Desde la isla, el opositor Antonio Rodiles, director del proyecto cívico Estado de Sats y uno de los coordinadores del Foro por los Derechos y las Libertades advirtió que el gobierno cubano “se niega rotundamente a ratificar e implementar dos pactos principales en materia de derechos humanos, pactos que han firmado casi la total mayoría de países que integran” la ONU.

Rodiles consideró que “es un grave error esta supuesta estrategia de “pragmatismo” que está mandando un mensaje erróneo a todos los cubanos que estamos dentro y fuera de la isla. El pueblo cubano necesita de toda la solidaridad internacional para encausarnos a un cambio hacia la democracia y un Estado de Derecho y no hacia un autoritarismo con algunas medidas de mercado controlado por una vieja élite militar y sus herederos”.

El martes, Castro y Obama sostendrán un encuentro bilateral.

La congresista floridana Ileana Ros-Lehtinen, que se opone a la política de Obama hacia Cuba, por considerar que “legitima a Castro y su régimen comunista” señaló en un comunicado que “mientras líderes pro-democráticos en todas partes de Cuba siguen siendo arrestados y El Sexto, un artista encarcelado en los gulags de la dictadura, está actualmente en una huelga de hambre, el Presidente Obama considera apropiado darle la mano a uno de los peores tiranos del mundo”.

Hasta el momento no ha trascendido la duración de la estadía en Nueva York de Castro, quien se ha reunido ya con el ex presidente Bill Clinton; el gobernador y el alcalde de Nueva York, Andrew Cuomo y Bill de Blasio, respectivamente; el titular de la Cámara de Comercio de EEUU, Tom Donohue, empresarios y congresistas, entre otros.

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