Ojo Ministro, el Fiscal acusa a la fuerza pública

El fiscal Montealegre, en declaraciones a Caracol, y en una entrevista de Yamid Amat en El Tiempo, acusa a un sector de la fuerza pública de conspirar contra el proceso de paz, y de torpedearlo. Según él, las conversaciones con las Farc, y sus posiciones ideológicas son secretos de estado. Dice el Fiscal, señor Ministro de Defensa, palabras más, palabras menos, que “tenemos información de que hay un sector de la fuerza pública comprometido en este atentado contra la democracia… eso es atentar contra el estado de derecho”.

Sabido es que las instituciones no delinquen; generalizar es un exabrupto, y peor si proviene de un funcionario cuya responsabilidad es trascendental en una democracia. Si Montealegre tiene pruebas para acusar a Pedro Perico de los Palotes, el general, coronel, o capitán que según él es traidor a la patria y atenta contra la democracia, hágalo. Si conoce de militares que venden información al enemigo, denúncielos, pero con nombre propio.

Pero no puede seguir jugando con el honor de la fuerza pública, aprovechándose de la mordaza que la constitución les impuso a sus hombres en armas. Y menos aun si tal propósito conlleva intenciones proselitistas a favor de la campaña de Santos, y descalificando a la campaña de Zuluaga al pretender casar los sectores de los cuales habla en un contubernio inexistente.

El primero de Mayo aquí en Pereira, las reservas de la fuerza pública en un hecho inusual, encabezamos la marcha de protesta de los trabajadores, contra un estado discriminatorio e injusto. Soldados y policías son los integrantes de la más grande empresa de la nación: las fuerzas armadas; tuve el honor de ser vocero de tales reservas en la marcha, y de hecho no hablé, ni hablo, en nombre de los uniformados. Les hablo a ellos; y a usted, ministro, pero sobre todo al jefe de todos, el comandante general por constitución, el presidente.

Los estoy increpando para que exijan respeto por el estado de derecho, para que cada quien cumpla sus funciones sin excesos que conduzcan al prevaricato. A los problemas inmensos de la fuerza pública, que vivimos también quienes somos sus reservas activas, por los deficientes servicios de salud, y salarios bajos, se suma el más sentido y grave: la inseguridad jurídica. No se trata de pedir clemencia, ni mucho menos impunidad: pedimos justicia. El sesgo ideológico parcializado que ha tomado la fiscalía, es un peligro para la democracia. La prueba de mi opinión, es todo esto que está diciendo un funcionario que se olvida de su objetivo y su función constitucional.

El fuero militar es una enclenque figura, que tan solo exige cumplir deberes en silencio, inclusive hasta dar la propia vida, pero niega todos los derechos; hasta los más elementales, como expresar libremente el pensamiento. Y para terminar, ministro: ¿cómo le pareció esto de la entrevista frustrada que fue a dar un ex guerrillero a RCN, y Rodrigo Pardo dice que ahí no había nada cierto? Que las Farc no hacen proselitismo armado. Y en lugar de acoger la noticia, la voltearon contra el centro democrático. El fiscal, feliz, entre tanto. PD: Próxima columna: De cómo los seudo-pacifistas, imponen su ley con el puñal debajo de la ruana.

oscaralbertodiazgarcia@hotmail.com

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