Paro nacional: pacífico, pluralista y democrático

En los primeros días de este año escribimos una columna titulada: “En el 2016 la lucha social será liderada por los sindicatos” precisando la justeza de la realización de un Paro Nacional, que hoy es una realidad y será el próximo jueves 17 de marzo, teniendo como condiciones que debe de ser pacifico, pluralista y democrático (consigna que copiaron algunos que no representan los intereses de los trabajadores ni del pueblo). Además no se puede pasar por alto que la primera persona que invito a la realización del Paro fue el presidente de la CGT (confederación general del trabajo) a raíz del aumento exiguo en el salario mínimo

Sin embargo le han surgido a la realización de la protesta como era de esperarse, el oportunismo de la gruperia marxista leninista, quienes pretenden que el Paro sea un apéndice de la negociación en La Habana, ya que la toman igual que en el Concilio Vaticano Primero de mediados del siglo Al como el “principio y fin de todas las cosas” entonces hay que respetar la independencia y la democracia del sindicalismo, quien es el que lidera esta gran jornada, porque indudablemente el desarrollo y la lucha de las fuerzas sociales es lo que permite ampliar y fortalecer la democracia.

La CGT está liderando la protesta con las otras centrales CUT y CTC, por ello el acontecimiento de jueves 17 en Colombia se debe de considerar como un hito en Latinoamérica, en donde el neomarxismo o socialismo del siglo XXI, con sus gobiernos “progresistas” se dio a la tarea de reducir el índice de sindicalización y de perseguir a los dirigentes, por ello salvo contadas excepciones en los países de la región, no han habido Paros Nacionales en los últimos años.

También hemos dicho que hay que separa la protesta social de los diálogos de La Habana, ya que las Farc al abrazar los dogmas marxistas no pueden representar a ningún sector del pueblo, pues el comunismo totalitario en más de 165 años de existencia ha sido uno de los peores enemigos de la humanidad en la historia, de ahí que no hay que catalogar la lucha social como patrimonio de grupo político alguno, mucho menos del marxismo leninismo que por su carácter criminal y burocrático es la antítesis del bienestar de los pueblos.

Cuando se sigue hablando de “enemigos de la paz” después de 3 años de negociaciones en La Habana, habría que recordar al gran escritor francés Albert Camus en su magistral novela “La Peste” en donde describe como unos contrabandistas asesinan a quienes tienen la cura en contra de esa terrible enfermedad en la ciudad de Orán-Argelia que se encontraba en cuarentena, porque los delincuentes se enriquecían con el sufrimiento ajeno; análogamente en Colombia los únicos enemigos de la paz son los traficantes de armas, el narcotráfico y los que buscan montar una dictadura perpetua en el país de corte stalinista usando la violencia y la mentira que es el caso de las Farc y el Eln, a quienes no les importa los padecimientos de las masas, por eso exhiben su perfidia.

Porque hay organizaciones y personalidades que tienen reparos a la forma como se han llevado los diálogos en Cuba pero no se pueden considerar enemigos de la paz, pues dentro de sus generalidades para Colombia se podrían mencionar la existencia de una paz política que sería la que se negocia en la Habana y la paz social que es la que buscan las organizaciones populares, especialmente las sindicales, que mediante la protesta civilizada luchan por una mejor calidad de vida para la ciudadanía.

La infiltración mamerta al Paro Nacional con sus aparatos, no tendrá ninguna incidencia, ya que sus objetivos no tienen nada que ver con las reivindicaciones de los trabajadores y del pueblo en general, pero hay que estar alerta para que no haya aventuras, además a la protesta no se le puede colocar calificativos absurdos que solo sirven para confundir, porque las luchas populares son legitimas y cualquier utilización torcida que se quiera hacer de las mismas hay que rechazarla sin ambages.

El jueves 17 de marzo acompañando al Paro Nacional se realizaran a lo largo y ancho del país grandes movilizaciones, especialmente en las principales ciudades, en donde las centrales obreras encabezadas por la CGT, demostraran su capacidad de convocatoria; todo ello coordinado por el Comando Nacional Unitario. La jornada del 17 debe contribuir a elevar el nivel de lucha de la población y aumentar el prestigio del sindicalismo y de las organizaciones sociales, resaltando que en Colombia el nivel de sindicalización es bajo, pero una gesta como la del Paro Nacional contribuyen de manera significativa a identificar en el seno del pueblo quienes genuinamente representan sus intereses.

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