Petro no acata las leyes que hacía

La destitución del alcalde de Bogotá se volvió una novela donde Gustavo Petro está buscando ser la víctima.

Durante esta semana la destitución del Alcalde se puso en firme por parte del Procurador General de la Nación. Este mostró sus razones y tomó la decisión final. Al otro día de esta decisión, un magistrado, quien tiene a su esposa trabajando en el gobierno de Petro, suspendió la destitución mediante una tutela que se impuso en Bogotá. ¿Por qué habrá suspendido la destitución? Este cuento es de nunca acabar.

Lo charro del asunto es que la destitución del Alcalde se debe a sus malas actuaciones administrativas en Bogotá y los que lo defienden dicen que se debe quedar sin importar los errores que ha cometido. En el sector privado, cuando un gerente de una empresa comete errores durante su gestión que le causan graves problemas a la compañía, este termina siendo retirado de la misma sin importar cómo haya sido elegido. Lo mismo debe suceder con los empleados públicos que hagan mal su labor, porque no sería justo que una persona elegida por voto popular se escude en este hecho para hacer todo mal y tomar muy malas decisiones y no haya algún método para echarlo de su trabajo.

En este caso, el procurador Alejandro Ordóñez cree que el Alcalde de Bogotá cometió graves errores por improvisar en un tema tan grave como la recolección de las basuras en la capital y lo “renunció”. ¿Por qué entonces en este país las leyes no se acatan y se dilatan para no ser cumplidas? Para eso son las leyes y las personas elegidas: las primeras para cumplirlas, gústenos o no nos gusten son las leyes del país y las segundas para hacer cumplirlas. Aquí lo extraño es que uno de los que hacía las leyes de nuestro país era Gustavo Petro y en este momento hace hasta lo imposible por no cumplirla. Además, fue uno de los que eligió al Procurador y no quiere aceptar sus decisiones. ¿Extraño, cierto?

¿Qué es lo importante? Elegir de muy buena manera a las personas que van a hacer las leyes para que las hagan por el bienestar de la comunidad y no para el beneficio personal de cada uno de ellos como lo intentaron hacer la gran mayoría de los actuales congresistas con la famosa ley de justicia donde se querían blindar ellos para no ser investigados ni castigados por sus malos comportamientos en vez de ser los primeros en dar ejemplo para que Colombia cambie y sea un mejor país.

Por esto es muy importante votar bien y no vender nuestro voto. Elija a la persona que quiere que lo represente por convicción y no porque le dé algo.

Este es el momento de cambiar un Congreso que no cumplió con sus deberes. Vamos a votar Cámara y Senado de Uribe Centro Democrático.

www.alejandroalvarezangel.com

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