Preguntas para ‘el dueño de la chequera’

¿En las vacas gordas giró demasiados cheques y ahora quiere cubrirlos con nuevos impuestos?

¿Usted de verdad cree que es “el dueño de la chequera”? O era, bendito lapsus, que estaba pensando en los fondos del banco nacional de ‘mermelada’? A propósito, ¿en cuál sucursal de ese banco tiene la cuenta? ¿En el del Departamento de Prosperidad Social, quizás? ¿Y sí quedaría bien tanqueadita esa cuenta para el presupuesto 2016?

¿Por qué, señor dueño de la chequera, los cheques de la ‘mermelada’ parlamentaria siempre tienen respaldo y en cambio los cheques del agro, del Minambiente, de la ciencia y de la tecnología, para mencionar solo unos ejemplos, se quedaron sin fondos?

¿Es verdad que, como dijo Marta Lucía, le salió ‘chimbólico’ su cheque para el metro de Bogotá? ¿Cuáles otros cheques le han salido ‘chimbólicos’? ¿A quién se le puede reclamar cuando un cheque suyo sale ‘chimbólico’?

¿Por qué, si usted es el dueño de la chequera, no les ha girado los cheques que prometió a los patrulleros de la Policía para sus bonos 2013 y 2014, alegando que las platas iban para el plan de choque de ascensos, que también resultó ‘chimbólico’?

¿Y qué pasó con los cheques de las nivelaciones salariales del Ejército y de la Policía? ¿Y qué va a pasar cuando vengan a reclamar los cheques de lo acordado para levantar el paro campesino tras el tijeretazo presupuestal en esa cuenta para el año entrante?

¿Ya está raspando la olla? ¿Será cierto que para cubrir sus sobregiros fue necesario comprometer los ingresos y vigencias futuras dejando bastante amarrado con las deudas a quienquiera que sea su sucesor? ¿Y sí está en la cuenta la tal platica del posconflicto?

¿Se gastó nuestra plata en la época de las vacas gordas, señor dueño de la chequera? ¿Giró demasiados cheques y ahora pretende que, clavándonos nuevos impuestos, tapemos el faltante a punta del sacrificio de los hogares colombianos?

¿Se creía muy rico y pensó que esos fondos billonarios entrarían para siempre a la cuenta? ¿Por qué no previó que vendrían épocas difíciles y que debería mantener unos ahorros en la cuenta para honrar los compromisos venideros?

¿Cómo funciona la ecuación cuando hay saldos disponibles? ¿Usted los reparte y, cuando hay faltantes, nosotros tenemos que consignarle para que su señoría pueda seguir girando en su condición de dueño de la chequera?

¿De eso se trata el aumento de IVA que pretenden clavarnos, incluyendo a los más pobres? ¿Y es lo que quieren hacer obligándonos, contra la ley, a pagar mayores facturas de energía para sufragar pérdidas de algunas termoeléctricas, mientras que las hidroeléctricas se están forrando en billete?

Con todo respeto, le pregunto: ¿qué opina de lo que escribió el periodista Yamit Palacio: “Cuando un jefe tiene que recordar que él es el jefe, es porque mucha gente no lo reconoce como jefe. Tenga chequera o no”.

¿Es verdad que ya quedó a punto de pupitrazo, con sus dóciles mayorías parlamentarias, la ampliación del cupo de endeudamiento que requería una nueva ley de la República para que pueda seguir girando cheques al fiado sin que reboten?

¿No le preocupa que mientras usted alardea con ser el dueño de una poderosa chequera, el grueso de los colombianos vean cómo sus cuenticas de ahorros se vuelven famélicas, devoradas por la inflación?

Creo que fue una frase desafortunada. Y a cualquier ser humano, en cualquier momento, se le puede soltar una. ¿Recuerdan “hombre con hombre, mujer con mujer…”? En el fondo, importa poco si quiso decir que era o no el dueño de la chequera, emulando a algún niño malcriado que obliga a suspender un partido de fútbol porque se lleva el balón cuando es otro el que mete los goles. Eso es lo de menos. Lo importante es que entienda que esos fondos pertenecen a todos los colombianos y que exigimos sean invertidos con mesura, con transparencia y con eficacia. Es todo.

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